Los alumnos han presentado sus progresos con las doctoras Ana B. Heller y Shimrit Maman, además han podido conversar con Yossi Yaman, director ejecutivo de SpacePharma

Continúa el proyecto educativo ‘Las Musas y las Estrellas’

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Los alumnos del instituto madrileño de Las Musas siguen avanzando en el proyecto ‘SpaceXyouth’, impulsado por la Embajada de Israel en España. Desde su presentación el pasado mes de marzo, los estudiantes han estado trabajando en el nanosatélite al que han nombrado 'SpYsat Urania' (Sp de Spain, España; Y de Youth, Juventud; sat de satélite; y Urania en honor a la musa de la astronomía).

Los estudiantes han presentado algunos de los avances que han realizado en los últimos meses, además de explicar las fases de trabajo y la estructura del grupo de trabajo. Los directores ejecutivos de ‘Las Musas y las Estrellas’ destacaron esta gran oportunidad que les permite adquirir conocimientos importantes y gratificante, además cuentan con información y experiencia de personas importantes en el sector. Asimismo, han recordado que este instituto es un centro educativo público de un barrio de Madrid.  

Este proyecto está supervisado por Ana B. Heller, doctora en Física y Astrofísica. “Anie”, como la llaman de forma cariñosa los alumnos, también es licenciada en Astronomía y tiene un máster en Geofísica y Ciencias Planetarias por la Universidad de Tel Aviv. También ha trabajado en la industria aeroespacial de Israel. “Soy astrofísica, ingeniera, pero en realidad soy futurista”, señala.

ana B HELLER

¿Además de este proyecto y la investigación, está trabajando en algo más? 

Actualmente, la Agencia Espacial de Croacia está trabajando en su primer nanosatélite. Yo formo parte del Council Advisor (Consejo de Asesores). No obstante, un proyecto de este tipo (SpaceXyouth) requiere mucho tiempo. Te reúnes con los chicos dos veces por semana, pero hay muchas cosas que controlar y comprobar.  

¿Cómo es construir un satélite con jóvenes? 

Se explican aspectos complicados de una manera sencilla. Se llega al concepto general por medios fáciles. Los jóvenes son muy buenos manejando ordenadores y simuladores, quizá no saben todas las fórmulas que están dentro del algoritmo, pero lo saben usar. Se explican formas de hacer este proyecto de manera fácil, hay muchas cosas que todavía no saben pero que tampoco se les puede enseñar ahora, ya lo verán más adelante en la universidad.  

¿Está satisfecha con la implicación de los alumnos en el proyecto? 

Si, con todos. Aunque creo que si vas a otro lugar con otros estudiantes esto también funcionaría bien.  

Usted supervisa los cálculos, pero también organiza la estructura del proyecto, que está basada en la estructura de las StartUps  

Sí, también lo hice en Israel. Lo organicé como una StartUp, con los mismos puestos: ejecutivo, comunicación, marketing, parte logística. Lo único es que en el puesto de ejecutivo puse a una alumna y un alumno. Además, hay 4 grupos de trabajo para construir el satélite. Construir hoy en día significa comprar las partes y armarlas como un ‘lego’. Estas partes se compran en distintas fábricas, hay muchas en España, incluso para los satélites más pequeños.

las musas y las estrellas

¿Estas herramientas son muy costosas? 

Depende del satélite, cuanto más grande sea. Por ejemplo, si es un satélite de televisión necesita unas antenas muy grandes. Este tipo de satélites tan grandes son muy costosos. Después están los satélites con cámaras que sirven para estudiar la tierra, el agua, la agricultura, lo que se denomina observación terrestre. Estos pueden ser más pequeños. Luego están los del GPS, los del tiempo, etc. Cada uno tiene su órbita y tamaño. También hay satélites más pequeños que los nanosatélites, que son hasta 10kg. Por un lado, los picos, de menos de 1kg y los fentos, de menos de 100 gramos. Estos últimos tienen muy poco espacio, por lo que generalmente se usan para probar nuevas tecnologías, además no son muy costosos. También se usan para la investigación de la universidad. 

El nanosatélite de estos chicos, en concreto, va a llevar una tecnología del futuro, pionera. Estamos haciendo cosas que se van a aplicar dentro de años. Cuando empiecen los viajes a Marte van a usar cosas que los alumnos hicieron.  

Israel lleva tiempo investigando e invirtiendo mucho en el espacio ¿Por qué para el país es tan importante el espacio? 

Israel necesita la tecnología espacial porque le facilita independencia total de comunicación, de seguridad. Israel no existiría sin la tecnología espacial, porque es primordial para el país, no como ataque, sino como defensa y observación. El tema espacial para Israel es indispensable, es una cuestión estratégica. Es una herramienta que permite tu independencia en el campo de seguridad. Por otro lado, el espacio hoy en día es un comercio excelente, se mueve mucho dinero en el mercado del espacio. Entrar en este mercado significa ganancia. En el tercer puesto está el tema de investigación. El espacio te impulsa siempre a cosas nuevas, buscar nuevas tecnologías. Y en esto Israel es muy bueno, porque siempre busca nuevas tecnologías, no solo en el espacio. También es importante en el tema de la educación. Mucha gente en los últimos años ha ido a Israel a estudiar carreras de ciencias y tecnología, hubo una época que la gente iba a estudiar otras cosas, derecho, contabilidad, etc. Pero ahora hay un aumento en física y otras carreras similares. También, otro aspecto positivo es que el número de alumnos y alumnas es similar. Pero recalco que lo más importante del espacio para Israel es la seguridad, es un tema de supervivencia.

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Investigar enfermedades desde el espacio  

Durante la presentación de los avances del proyecto, los alumnos han tenido la oportunidad de dialogar con Yossi Yaman, director ejecutivo de la compañía israelí SpacePharma. Esta empresa sirve como herramienta de investigación para científicos, investigadores u hospitales. SpacePharma explora maneras de solucionar problemas aprovechando las características que ofrece el espacio. “En órbita puedes aumentar la cristalización de un líquido, las moléculas de un análisis se pueden ver en 3D, por lo que sería más fácil detectar una enfermedad”, explica, Yaman.  

¿En el espacio es más fácil encontrar curas para enfermedades? 

Si. Estamos trabajando en la investigación sobre el cáncer con hospitales infantiles de Israel y de otros países. En órbita puedes entender mejor algunos aspectos y combinar la sanidad con la química para encontrar soluciones a las enfermedades.  

¿Cómo surgió la idea de SpacePharma? 

Debo decir que tenía algo de experiencia en el espacio con los satélites. Cuando tuve las herramientas suficientes, reuní a 10 personas para empezar SpacePharma. Desarrollamos la primera aplicación que puede ser controlada a distancia desde la Tierra. No hace falta un astronauta. El principal coste de tener algo en órbita es enviar a una persona, pero nosotros no queremos mandar a nadie al espacio, sino controlar de manera remota lo que ocurre allí. Preferimos que la gente disfrute de esta tecnología a distancia. 

Los primeros experimentos se hicieron en 2017, y comprobamos que la tecnología era válida y que habíamos alcanzado los propósitos. Ahora tenemos 5 misiones en órbita, el próximo diciembre enviaremos la sexta y en febrero 2022 la séptima. Vemos como jóvenes, adolescentes, estudiantes, e incluso niños disfrutan con esto porque se pueden hacer muchas cosas. Además, no contamina, son proyectos limpios. También es un proyecto limpio porque usamos energía solar. Todo esto crea una tecnología sostenible miniaturizada que puede facilitar nuestra vida en la tierra. Además de medicina también puede ayudar a la industria alimentaria, ya que estamos trabajando en producir comida que pueda estar lista en marzo de 2022.

Yossi Yaman

¿Cómo se financia SpacePharma? 

Es una compañía privada con inversores de Israel y otros países. También estamos respaldados por la agencia espacial de Israel y por Space Florida. 

¿Por qué para Israel el espacio es tan importante? 

Es importante por varios aspectos. Israel es un país muy pequeño y aislado. Por lo que es lógico que queramos expandirnos hacia el espacio, una dimensión infinita donde puedes conseguir y usar el “territorio”. Por otra parte, la tecnología que se usa en el espacio es muy innovadora, además se pueden integrar distintas disciplinas.  

Por último, quiero hacer un llamamiento a los gobiernos a invertir más en el sector espacial. Si las empresas de coches tuvieran que pagar por las carreteras esta industria no existiría, lo mismo ocurre con el espacio. Es necesario facilitar las estructuras espaciales. 

La IAF premia a ‘She Space’ por compromiso con la diversidad en la ciencia  

Además de SpaceXyouth, el instituto Las Musas ha participado en un proyecto paralelo, también impulsado por la Embajada de Israel, dirigido a niñas de secundaria y bachillerato. ‘She Space’ tiene como objetivo recoger datos sobre el cambio climático mediante el análisis de imágenes de satélite. Dos alumnas de este centro educativo han recibido un certificado por participar en este proyecto que también se ha desarrollado en otros países como Israel, Alemania, Togo, Brasil, Estados Unidos, Perú y Corea del Sur. ‘She Space’ está encabezado por la doctora Shimrit Maman, científica especializada en Remote Sensing (Teledetección) de la Universidad Ben-Gurion del Neguev. Maman trabaja con satélites que monitorean la tierra, aunque también observan otros planetas como Venus, Marte o Titán.

Shimrit Maman

Cabe destacar que, recientemente, la IAF (Federación Astronáutica Internacional) ha reconocido el compromiso de Maman con la diversidad en la ciencia. La organización ha entregado el premio a la Excelencia en Diversidad a ‘She Space’ en Dubái.

Es la primera vez que la doctora israelí se reúne presencialmente con las alumnas después de meses de videollamadas debido a la pandemia. Aprovechando su visita al instituto, también hizo una presentación de su trabajo y mostró un nanosatélite. Maman observa la tierra desde el espacio a través de cámaras con distintos sensores incorporadas en los satélites. Controla los cultivos e incluso es capaz de salvar vidas al detectar huracanes o tsunamis. Estos nanosatélites con cámaras también permiten investigar lugares remotos de difícil acceso.  

¿Qué balance puede hacer del proyecto ‘SheSpace’ en este instituto? 

Al principio creo que las alumnas estaban un poco confusas e incluso asustadas. Pero después de meses está situación ha cambiado. Ahora ya se sienten seguras e incluso creo que lo están disfrutando. Este proyecto tiene una parte científica y otra tecnológica, pero también estamos trabajando en crear redes entre las chicas, en presentar el proyecto en inglés y colaborar de manera internacional. Creo que hemos hecho un gran trabajo porque las alumnas están contentas.

Shimrit Maman

¿Cree que en los últimos años las niñas se están interesando más en la ciencia gracias a proyectos de este tipo? 

Por supuesto. Estamos viendo que el interés de las chicas está aumentando. Tenemos que hacer frente a la percepción errónea de mujeres en la ciencia y en la tecnología. Las chicas estamos influenciadas por la sociedad, por algunas maneras de pensar tradicionales y por los roles que se supone debemos tener. Normalmente, si una chica tiene un entorno o familia que le apoya puede llegar muy lejos; pero muchas otras, incluso las que vienen de estas familias, en un momento determinado empiezan a pensar lo que supone ser mujer o madre en este sector, o si el trabajo puede afectar a su familia. Las chicas de 14 o 16 años no deberían pensar todavía en tener una familia, pero vemos como la sociedad influye mucho en ellas. Por eso, con este proyecto también queremos mostrar que es posible. En este proyecto, las alumnas trabajaron sobre todo con mujeres científicas, algunas de ellas son madres y otras están embarazadas. Así ellas ven cómo se puede lidiar con ello.  

El proyecto que han presentado las alumnas de Las Musas ha sido un éxito. Al final del programa se presentaron unos resultados magníficos sobre la teledetección de la contaminación de Madrid. Se dieron cuenta de que hay un sinfín de posibilidades y que pueden hacer mucho más de lo que piensan. 

Fotos: Embajada de Israel 

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