António Guterres y Teresa Ribera protagonizaron una conferencia por la acción climática y la transición energética justa en favor de los trabajadores

COP25: Acción climática por el empleo

ATALAYAR - La conferencia ‘Acción Climática por el Empleo’ ha sido inaugurada por António Guterres

La 25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25) acogió la conferencia ‘Acción Climática por el Empleo’ con el protagonismo de António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica del Gobierno de España, y Guy Ryder, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y la presencia de otros expertos sobre el asunto que defendieron la transición energética justa en favor del equilibrio entre la protección del medio ambiente y la defensa de los intereses de los trabajadores. 

El mensaje general de la charla fue el de que urge la lucha contra la emergencia climática, pero manteniendo un equilibrio con todos los sectores sociales, incluido, lógicamente, el de los trabajadores. La transición energética hacia un modelo productivo más ecológico no puede dejar a nadie atrás y se debe tener en cuenta a todos aquellos trabajadores que pueden llegar a perder sus puestos de trabajo debido a la transformación de ciertos sectores del tejido productivo y económico. 

Según el informe ‘Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2018: Sostenibilidad medioambiental con el empleo’, de la Organización Internacional del Trabajo, alrededor de 1.200 millones de puestos de trabajo dependen de un medio ambiente sano y estable. En este sentido, hace falta un plan integral sobre diversas áreas relacionadas con políticas centradas en el empleo para hacer frente al cambio climático (con estrategias de capacitación, complementadas con políticas que combinen la oferta y la demanda laboral), políticas de protección social inclusivas para garantizar que nadie se queda atrás, diálogo social entre gobiernos, organizaciones empresariales y de trabajadores y otros agentes sociales y económicos, investigación y conocimiento para evaluar los impactos sociales y de trabajo de los diferentes escenarios políticos y alternativas de inversión para desarrollar una transición justa.

El mensaje era el de una transición justa para el trabajo y una acción climática enfocada a preservar el entorno laboral. La Organización de Naciones Unidas (ONU) promociona esto y el Gobierno de España está comprometido con esta línea, según explicaron António Guterres y Teresa Ribera. 

El secretario general de la ONU remarcó que sectores como el turismo o la agricultura están perdiendo sus modos de vida y muchos tienen que afrontar “condiciones de trabajo implanteables”. Guterres defendió “los compromisos con la transición justa para aquellos afectados por el paso de una economía gris a una economía verde”. El dirigente portugués indicó que no se puede dejar a nadie atrás y que, al mismo tiempo, no podemos dejar de enfrentarnos a la crisis climática porque es necesario proteger el planeta. 

Guterres instó a los gobiernos mundiales a comprometerse para lograr en 2050 un mundo neutral en el uso del carbón. Los gobiernos deben comprometerse, las empresas deben liderar y las personas en todas partes deben aceptar la transformación que nos llevará a un mundo neutral en carbono para 2050. Además, explicó que el paso a esta nueva economía supone una “oportunidad milmillonaria” que creará en torno a 65 millones de nuevos puestos de trabajo; destacando que estos nuevos empleos se generan hoy en día en relación con el sector de las energías limpias y renovables. En esta línea, Guterres puso a España como ejemplo de diálogo con los sectores empresarial y de los trabajadores, algo que convierte a las sociedades en “más sanas”. 

El secretario general de la ONU abogó por “mejorar la equidad social para no dejar a nadie atrás” y pidió no cometer errores del pasado, cuando durante momentos de grandes transiciones se postergó a mucha gente que no pudo amoldarse a los nuevos tiempos. “Tenemos que asegurarnos que la transición es justa y equitativa”, señaló Guterres, para quien el futuro de las naciones sanas se basa en el tratamiento a todos en pie de igualdad.

El dirigente de Naciones Unidas manifestó que la base del conocimiento de las energías tradicionales supone el sustento para las industrias energéticas del futuro, añadiendo que los que luchan contra la emergencia climática no son adversarios de los trabajadores de hoy en día. “Buscamos trabajos decentes en un mundo más limpio”, resaltó Guterres.

En la Cumbre de Acción Climática de septiembre en Nueva York se anunció la iniciativa ‘Acción climática para el empleo’, desarrollada con la Organización Internacional del Trabajo, España y Perú, y ahora se trata de desarrollar el plan a través de propuestas incluyentes; como la de mejorar el desarrollo de habilidades, sobre todo para mujeres y grupos que corren el riesgo de quedar rezagados; diseñar políticas de protección social para trabajadores y personas vulnerables; incrementar la transferencia de conocimientos y tecnología; y el trabajo a nivel nacional para una transición justa de cara a la mano de obra.

Guterres manifestó que una transición justa es necesaria y posible si gobiernos e industrias aumentan su actividad en este sentido. Recordó que hay que reducir las emisiones un 45% para el año 2030 y alcanzar la neutralidad climática en 2050, limitando el aumento del calentamiento de la Tierra a 1,5ºC para finales de siglo respecto a los valores preindustriales. 

Sin estas medidas, según Guterres, no se materializará una transición energética justa y “solamente sobrevivirán los que más tienen”. Solicitó también que no se construyan más plantas de carbón, que se asegure la dirección hacia una economía verde y una inversión por parte de los países desarrollados de unos 100.000 millones de dólares al año para la mitigación de los efectos del cambio climático en naciones en vías de desarrollo.

El secretario general de Naciones Unidas instó a “no dejar a nadie atrás para un futuro más próspero y verde”. “Aprovechemos el dinero que consigamos para reducir impuestos sobre salarios, así todos ganamos, luchamos contra el cambio climático y propiciamos las condiciones para que se creen más empleos”, explicó Guterres. 

El siguiente en intervenir en el atril fue Guy Ryder, quien destacó el compromiso adquirido por 46 gobiernos durante la pasada cumbre climática de Nueva York en favor de una transición energética y económica justa manteniendo el equilibrio entre el trabajo decente y el empleo verde. El director general de la OIT recordó que su institución celebra sus 100 años luchando por la justicia social y que todavía “quedan cosas por hacer”, más aún en este importante momento de evolución hacia un modelo productivo más sostenible. Ryder pidió “avanzar hacia un mundo más verde” y explicó que si el empleo relacionado con algunos segmentos productivos es causa del cambio climático entonces debe ser también parte esencial de las estrategias a seguir para combatir esta lacra. Remarcó que esta lucha (conjunta con la esfera empresarial) es muy importante, ya que busca la justicia social.

El líder laboral británico señaló que desde su entorno se está dispuesto a “ser incluyentes e inclusivos”, reuniendo a trabajadores e industria para alcanzar un cambio amplio. “Tenemos que cumplir con el mandato de una transición justa para el empleo dentro de un modelo sostenible y de respeto al medio ambiente”, aseveró Ryder, quien indicó que hay que ser “ambiciosos” en este sentido y que todo esto se logrará cooperando conjuntamente, dentro de una agenda centrada en la persona. 

Ryder arrojó luz sobre varias formas principales para salvar los obstáculos actuales y convertirlos en un impulso. Una de ellas es comprender que la economía verde es una oportunidad, no algo para temer. Otra es la de aplicar una nueva formación personal para adaptarse a los cambios de modelo, destacando que 30 millones de empleos surgirán antes de 2030, lo que puede llegar a exigir un reciclaje formativo. El director general de la OIT explicó que algunos empleos dejarán de existir o exigirán una transformación, pero que también en este escenario es básico convencer de que un “futuro verde será mejor para todos”. 

En esta línea, clamó también por políticas que incentiven soluciones más innovadoras y nuevos planteamientos fiscales también. Subrayó además que la protección social es esencial para que las personas se sientan respaldadas. “Más del 70% de la población mundial carece de protección social digna y no podrá enfrentarse al cambio ahora”, alertó Ryder, quien señaló que hay que apoyar la sostenibilidad sin que nadie quede atrás; para lo que la protección social es vital.También exigió un diálogo social eficiente, algo esencial para que gobiernos e industria hablen conjuntamente de cara a un consenso en la búsqueda de soluciones concretas para lograr resultados; algo de lo que fue buen ejemplo la pasada cumbre climática de Nueva York.

Solicitó programas de empleo público e inversiones privadas, que son también necesarias, y también de formación para hacer frente al desfase de habilidades profesionales de los trabajadores. 

Puso a España como ejemplo de cómo los planes nacionales cumplen con objetivos sociales y medioambientales, resaltando que las medidas de transición ecológica pueden generar empleo. Y avisó sobre desafíos a corto plazo que son inevitables; como el cierre de plantas y la conversión del sector minero, y acuerdos de transición justa negociados entre gobiernos, empleados, empresarios y regiones. “El futuro sostenible está a mano si somos rápidos, ambiciosos y cooperamos”, finalizó Ryder.

Seguidamente intervino Teresa Ribera para hablar de oportunidades de negocio y medidas para evitar efectos no deseados en la naturaleza. La ministra española de Transición Ecológica señaló que hay instituciones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, bancos de desarrollo multilateral, entidades económicas y de investigación y ONGs que trabajan ya en esta dirección y que quieren seguir ligándose a este proceso contra el cambio climático. 

Ribera puso en valor la tarea realizada por el actual Ejecutivo de España, recordando que hace año y medio se dieron cuenta de que la situación era compleja en el ámbito de la minería del carbón, en el cual no había nada en marcha para reformarlo, teniendo en cuenta además que esta actividad había formado parte del desarrollo de muchas regiones durante decenios. Por lo que decidieron ponerse en marcha para trabajar intensamente de cara a ofrecer otras opciones, centradas en la gente. “No solo se trata de emisiones, también de la gente”, sentenció Ribera. 

La ministra socialista aludió a que la justicia climática debe tener en cuenta la relación entre países y generaciones pasadas y futuras. Hay una emergencia actual sin precedentes para salvaguardar la Tierra y es necesaria una transformación a gran velocidad, teniendo en cuenta los factores sociales. 

Teresa Ribera indicó como algo básico el acceso general a alimentos y agua, lo que constituye un gran problema en muchos países, y también la garantía de ciertos ingresos en el cambio a una nueva economía verde, algo que obliga a desarrollar nuevas capacidades laborales; y aquí es muy importante facilitar la transformación, reduciendo el impacto negativo y elaborando indicadores de calidad para evitar consecuencias nefastas y desigualdades que se pueden apreciar en la actualidad.

Para Ribera, las iniciativas sociales son necesarias para tener éxito en esta enorme transformación y ensalzó el trabajo del actual presidente del Gobierno de España junto con Perú en la pasada cumbre del clima de Nueva York respecto a factores de promoción de un cambio social positivo, que debe aportar oportunidades a todos y cada uno de nosotros. Según la política socialista, la pasada cumbre neoyorquina aglutinó a diversas entidades y países, pero recordó que se requiere más participación para poder resolver el problema medioambiental.

Teresa Ribera se refirió al empleo como algo fundamental en el entorno de estas medidas, remarcando que las empresas deben propiciar una mejora competencial y de habilidades en sus trabajadores.

Por otro lado, destacó que España tiene un plan adecuado para reducir emisiones de cara a 2050 y que ha reducido en un 15% su dependencia energética tras las últimas inversiones hechas. También indicó que su Ejecutivo puede llegar a crear entre 250.000 y 300.000 puestos de trabajo en el próximo decenio relacionados con el cambio climático, sobre todo en los sectores manufacturero y de la construcción.

Posteriormente, llegó el turno para la discusión de un panel integrado por Bárbara Neira, representante de la juventud en la COP25, Artur Lorkowski, embajador de Cambio Climático de la Presidencia de la COP24 de Katowice, Roberto Suárez, secretario general de la Organización Internacional de Empresarios, Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Sindical Internacional, Svenja Schulze, ministra Federal de Medio Ambiente de Alemania, y los propios Guy Ryder y Teresa Ribera; en el cual se incidió en la idea de que la transición energética debe ser justa e inclusiva con los trabajadores. Se trata de mantener un equilibrio entre el cambio de modelo energético y productivo, para proteger el planeta y luchar contra la emergencia climática, y el mantenimiento de un bienestar económico, social y laboral en el que nadie quede atrás.
 

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