Los españoles desperdiciaron casi un 9% más de alimentos el año pasado respecto al año anterior, en consonancia con ejercicios anteriores

COP25: Detener el desperdicio de alimentos para atajar la crisis climática

ATALAYAR - La jornada 'Desperdicio Alimentario y Cambio Climático' tuvo lugar en el espacio Mare Nostrum de la zona verde de la COP25, en Madrid, con la participación de Carmen Cobián, Beatriz Robles y José Miguel Herrero Velasco (de izquierda a derecha)

El impacto del desperdicio de alimentos sobre el cambio climático es inmenso. "Si el desperdicio de alimentos fuera un país, sería el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo", aseguraba Carmen Cobián, presidenta del Comité de AECOC Contra el Desperdicio Alimentario, una asociación multisectorial de profesionales de la industria y la distribución. España, es un claro emisor de CO2 a este respecto, al posicionarse como el séptimo país europeo que más comida desperdicia con 7,7 millones de toneladas de alimentos cada año.

En definitiva, nuestro sistema actual de alimentación no es eficiente, ni justo, ni sostenible. Así de claro se explicó en la 25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25) en Madrid, durante la jornada 'Desperdicio Alimentario y Cambio Climático' celebrada en la zona verde, el espacio de participación social que estará a disposición de toda la sociedad civil. Se trataba de una jornada de sensibilización sobre el impacto del desperdicio, un verdadero problema mundial. 

La relación entre el desperdicio alimentario y la crisis climática es evidente. Según la FAO pensamos que tirar alimentos es barato. Disociamos la compra de alimentos y su impacto medioambiental.  Durante la jornada, que contaba con un público compuesto por diversas generaciones, José Miguel Herrero Velasco, director general de Industria Alimentaria del Ministerio, aseguraba que "los ‘milenials’ son de los más concienciados con la lucha contra el cambio climático, pero desperdician más que las anteriores generaciones". Para él hay que enfocarse en concienciar a la sociedad y, en especial, a los jóvenes, "para reducir las cifras actuales de desperdicio de alimentos". 

Los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sitúan a España en una mala situación: los hogares españoles desperdiciaron entre enero y diciembre de 2018 un total de 1.339 millones de kg/l. de alimentos y bebidas, lo que supone un incremento del 8,9% con respecto al año anterior, es decir, 109 millones de kg/l más. Del volumen total de alimentos desechados, 1.127 millones de kg/l. corresponden a productos sin utilizar y 212 millones a alimentos cocinados (recetas), aseguraba el responsable del Ministerio. Entre los productos sin utilizar que más se desperdician se encuentran las frutas y hortalizas y las verduras, con un 46% del volumen de productos sin utilizar, seguido de los derivados lácteos (13%), aseguró Herrero Velasco. Los desperdicios más significativos en el apartado de alimentos cocinados son las lentejas, ensalada verde y tortilla de patata.

Para lograr esa reducción "debemos pasar de una economía lineal a circular para todos - empresas, industrias, consumidores - que son parte de la cadena alimentaria", indicaba el director general de Industria Alimentaria del Ministerio. Por su parte, Beatriz Calidad, tecnóloga de alimentos, aseguraba que "el consumidor está más informado, pero no mejor informado". "La misión es de concienciar sobre la compra responsable de alimentos y promover un consumo ajustado a las necesidades alimentarias", añadía. Para ello, "necesitamos que los consumidores de un vistazo  puedan ver la fecha de caducidad (para productos muy perecederos) y la fecha de consumo preferente ", dijo la experta. 

El Ministerio aprovechó la ocasión para recordar la iniciativa ‘Más alimento, menos desperdicio’ para la reducción de las pérdidas y el desperdicio alimentario y la valorización de los alimentos desechados.  Se trata de un plan que busca la reducción del desperdicio alimentario a lo largo de toda la cadena alimentaria, en línea con el Objetivos de Desarrollo Sostenible. Con eso en mente, España se comprometió a reducir el desperdicio de alimentos a la mitad en 2030.

Como bien aseguraba un reciente informe del Real Instituto Elcano en el que se mostraba que los españoles tienen alta concienciación y poca responsabilidad ante el cambio climático, el desperdicio alimentario es una clara ilustración de una de las áreas en las que el impacto del ciudadano se podría notar. 

Zona Verde

La zona verde de la cumbre del clima es la que está abierta al público general. Aquí tienen lugar actividades de organizaciones y activistas de la sociedad civil durante la COP25. Se trata de un pabellón de diálogo abierto con espacios dedicados y diferenciados para todos los actores de la sociedad civil: sponsors, empresas, innovación y emprendimiento, ONG, jóvenes, del mundo de la ciencia y la academia.

Según el Ministerio de Transición Energética "es el espacio de participación social que estará a disposición de toda la sociedad civil para que sean parte fundamental y participen de manera directa en la celebración de la COP, y que se complementará, además, con la organización de diferentes eventos dirigidos al público en general y la sociedad civil a lo largo de toda la ciudad de Madrid". 

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