La ciudadanía de la autoproclamada república prorrusa teme que el conflicto se desplace hasta su territorio. Mientras, Moscú mantiene su ofensiva contra Ucrania y recrudece sus ataques contra Mariúpol

Crecen los temores de que Transnistria se convierta en el próximo objetivo de Putin

photo_camera AFP/SERGEI GAPON - Escudo de armas de Transnistria, la región separatista prorrusa de Moldavia, en Tiraspol, la capital de Transnistria. El 26 de abril de 2022, el presidente de la antigua Moldavia convocó una reunión del consejo de seguridad del país tras una serie de explosiones en la región separatista de Transnistria, apoyada por Rusia

Mientras Ucrania continúa resistiendo a la ofensiva rusa durante casi 70 días consecutivos, el avance del Ejército del Kremlin y los últimos acontecimientos sucedidos en la región han puesto también en el punto de mira al territorio prorruso moldavo de Transnistria. En los últimos días, la pequeña república autoproclamada –fronteriza con Ucrania – ha sufrido tres ataques terroristas que hasta la fecha no han sido reclamados y que han despertado todas las alarmas entre la ciudadanía y las autoridades moldavas. 

Las teorías sobre la autoría de las explosiones –contra la sede del Ministerio de Seguridad del Estado, en Tiráspol, así como contra algunas antenas de telecomunicaciones y cerca de un depósito de armas– han apuntado en todas las direcciones, y se han dirigido contra todas las partes implicadas en el conflicto. Según el presidente de Transnistria, Vadim Kranoselski, las huellas de los culpables llevan hasta Ucrania, aunque esta es una teoría que muchos analistas internacionales han descartado por falta de indicios. 

Es evidente que se trata de una provocación por parte de los servicios secretos de Transnistria, que están subordinados al FSB ruso”, ha afirmado el especialista moldavo en análisis político, Victor Ciobanu, para la agencia Efe. Y es que, pese a que Transnistria no representa, como tal, una amenaza para las posiciones ucranianas dentro del conflicto, sí que supone “un fuerte factor de desestabilización para toda la región: para Rumanía, Moldavia y Ucrania”, tal como ha declarado el responsable de la inteligencia ucraniana, Kyrylo Budanov, en una entrevista para NV. 

atalayar-mapa-transnistria-moldavia-afp

Después de todo, este es un territorio que Rusia controla por completo, pero al que no tiene acceso, ya que limita con Moldavia y Ucrania”, ha puntualizado Kyrylo Budanov. “Y no importa lo que digan en esa región, no pueden lograr nada serio allí. Las unidades con base en Transnistria son todo lo que tienen, que son unas 1.300. Estas son todas las tropas oficiales rusas en toda la región”, añadía. 

Además, las afirmaciones del general ruso Rustam Minekéyev, pronunciadas hace menos de dos semanas, tampoco han contribuido a mitigar las sospechas. “Controlar el sur de Ucrania es, también, una forma de llegar a Transnistria”, decía el militar, alimentando –sin quererlo– los temores de que estos ataques no sean más que unos ataques de falsa bandera que acaben por justificar la entrada de más tropas rusas en la región. Pues, a pesar de no estar internacionalmente reconocida, la república prorrusa moldava alberga a más de 1 300 efectivos del Ejército del Kremlin. Y a eso se suman cerca de 20 000 toneladas de armamento en el depósito de Cobasna, uno de los almacenes de armas más importantes de toda Europa del Este. 

El territorio transnistrio es, a nivel estratégico, muy relevante para la toma de Odessa, al sur de Ucrania. La entrada de las tropas rusas a través de la frontera con la pequeña república facilitaría tanto el ataque del codiciado puerto que el diario británico The Times ha afirmado que Putin ya ha decidido atacar Moldavia. 

Creemos que el Kremlin ya ha tomado la decisión de atacar Moldavia. El destino de Moldavia es muy crucial. Si los rusos comienzan a tomar el control, militarmente seremos un objetivo más fácil y la amenaza para Ucrania será existencial”, declaraba un militar ucraniano para el diario, fijando como posible fecha de la ofensiva el próximo 9 de mayo. “Día de la Victoria” para los ciudadanos rusos que celebran la derrota de las tropas nazis durante la Segunda Guerra Mundial. 

atalayar-presidente-rusia-vladimir-putin

Ahora se teme que, del mismo modo que sucedió con los oblasts de Lugansk y Donetsk, en el Donbás, Moscú reconozca la independencia de la república prorrusa de Transnistria como antesala a una extensión del conflicto en dirección oeste. En este escenario, los ciudadanos de la región ya han comenzado a tratar de salir del territorio cruzando el río en sus vehículos, y terceros países como Letonia han instado a sus nacionales a evitar sus viajes a la región, y a abandonarla en caso de encontrarse ya allí.  

Al margen de la estrategia militar, el control de la república transnistria implicaría para el Kremlin el freno de la tendencia europeísta de la presidenta moldava, Maia Sandu. Una amenaza a la que Putin ya ha tratado de poner fin en Ucrania, con una invasión que cumple ya casi 70 días; y en Suecia y Finlandia con la advertencia de sufrir el mismo destino que su vecina del sur. 

“No podemos asumir que Rusia no vaya a atacar a otros países”, ha afirmado el canciller alemán, Olaf Scholz, durante una rueda de prensa con la primera ministra sueca, Magdalena Andersson; y su homóloga finlandesa, Sanna Marin, sobre la entrada de ambas potencias en la OTAN. 

atalayar-afp-aceria-azovstal-ucrania-mariupol
El asalto final contra Azovstal 

Y entre tanto, la ofensiva en Ucrania continúa adelante. Pese a que las fuerzas ucranianas que defienden el país han logrado detener el avance ruso en la región administrativa de Jersón –un avance que se dirigía hacia Mykolaiv –, las tropas del Kremlin han anunciado su intención de continuar con el asedio de Azovstal, la acería de Mariúpol que ha encarnado, durante las últimas jornadas, la resistencia ucraniana. 

Aunque la operación de evacuación coordinada por Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja Internacional (CICR) ha logrado rescatar a cientos de civiles que llevaban meses atrapados en la ciudad, “la operación debe continuar”, decían los miembros de la organización. Tan solo dentro de Azovstal, más de 200 civiles permanecen atrapados todavía. “Hemos acompañado a 127 personas a Zaporiyia, a unos 230 kilómetros al noroeste de Mariúpol, donde están recibiendo atención, incluido cuidado sanitario y psicológico”, decía el representante de la ONU en Ucrania, Osnat Lubrani. “Pero esperábamos que pudieran sumarse más personas. Se necesitan con urgencia acuerdos similares entre las partes para aliviar el inmenso sufrimiento de la población civil”, ha subrayado el CICR. 

atalayar-azovstal-mariupol-ucrania-vista-satelite

Sin embargo, según ha informado hoy el Regimiento Azov, las tropas rusas han comenzado el asalto final a la acería Azovstal de Mariúpol. “Durante toda la noche nos bombardearon desde el aire, murieron dos civiles, mujeres, y ahora se está produciendo el asalto a 'Azovstal'”, ha recogido la agencia de noticias Efe las declaraciones Svyatoslav Palamar ("Kalina") al diario Ukrainska Pravda.

“Mañana (miércoles) también esperamos tráfico a través de los corredores humanitarios de Berdyansk, Tokmak, Vasylivka” en dirección a Zaporiyia, aseguraba el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski durante su discurso diario.

Más en Política