Cuatro años de cereales y ayudas financieras estadounidenses para Sudán
Desde Jartum informaba la agencia Reuters que este lunes 14 de diciembre la ministra de Finanzas de Sudán, Heba Ahmed, hacía públicas desde su cargo en funciones las ayudas que Estados Unidos va a dar en los próximos cuatro años al país africano. Cereales y otros productos, además de ayudas financieras que alivien el peso que supone la deuda externa sudanesa fueron expuestas por la ministra como los polos principales de estas ayudas.
Recientemente, la salida de Sudán de la lista de países que promocionan el terrorismo realizada por Estados Unidos ha permitido al país poder abrir su economía sin restricciones. En 1993 el país africano fue incluido en la lista bajo mandato del presidente Omar al-Bashir, acusado por organismos internacionales de genocidio y expulsado del poder por el Ejército en 2019.
Aunque para la salida de dicha lista no solo ha bastado con la creación del actual Gobierno de transición sudanés. También aceptar indemnizar a las víctimas de los atentados de 1998 de las Embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania, con 335 millones de dólares. Sin olvidar uno de los principales condicionantes estadounidense: el establecimiento de relaciones entre Sudán e Israel.
A pesar de mostrarse reticentes, desde Sudán han optado por la cautela y el ministro de Exteriores, Omar Qamaraldin, afirma que esperarán "hasta que se formen las instituciones democráticas sudanesas, entre las que se incluye el Parlamento, para decidir la ratificación de este acuerdo para que se normalicen las relaciones".
Esta ayuda, anunciada por la ministra en funciones, sigue la estela de la proclamada por Estados Unidos el pasado noviembre de 20 millones de dólares al Programa Mundial de Alimentación de la ONU destinado a Sudán y en el que también participan países como Emiratos Árabes Unidos e Israel – este último con una aportación de cinco millones de dólares.
Y es que Sudán se enfrenta a una importante inseguridad alimenticia. Cerca de siete millones de personas se encuentran en riesgo severo, un 16% de la población. La crisis que arrastraba el país, sumada a la reciente temporada de lluvias, ha acentuado este problema. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha puesto el foco en un país donde 17 de los 18 estados que lo conforman han sufrido inundaciones. Según el Ministerio de Agricultura de Sudán alrededor de 2,2 millones de hectáreas de campos de cultivo se han visto dañadas.
Por otro lado, Sudán cuenta una deuda externa de 60.000 millones de dólares. Quedar recogido en la lista de países promotores de terrorismo limitó durante mucho tiempo la ayuda que pudiese recibir de Estados Unidos y la comunidad internacional en materia de ayudas exteriores, condonación de deuda, o asistencia militar. Así, tras su salida, el panorama cambia para la nación africana.
La ministra Ahmed anunció también una ayuda estadounidense de 1.000 millones de dólares para aliviar al país de la deuda contraída. En esta línea, Sudán ya tiene acceso al programa del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para Países Pobres Muy Endeudados (PPME), imaginado para aliviar la carga de la deuda, y del que participan países mayoritariamente del continente africano.
En definitiva, el anuncio de la ministra Ahmed parece estar en consonancia con la cooperación derivada de los acuerdos llegados con Estados Unidos recientemente. El establecimiento de relaciones entre Israel y Sudán, aunque sean temporales por la situación política sudanesa, y el pago de indemnizaciones como moneda de cambio para la salida de Sudán de la lista estadounidense, abre Sudán a la comunidad internacional. Un fin de restricciones que puede calar en beneficio de la nación africana.
