La Soyuz-MS 15 que llevará a Hazza al-Mansoori a la Estación Espacial Internacional saldrá de la base de Baikonur el próximo miércoles, 25 de septiembre

Cuenta atrás para el despegue del primer astronauta emiratí

photo_camera PHOTO: Yuri Gagarin Research and Test Cosmonaut Training Centre via REUTERS - Hazza Al-Mansoori, pionero del libro de historia espacial de Emiratos Árabes Unidos

El espacio aguarda a Emiratos Árabes Unidos (EAU). En menos de una semana, el astronauta Hazza al-Mansoori, oficial del Ejército del Aire, viajará a la Estación Espacial Internacional como segundo ingeniero de vuelo.

Junto a él, la Soyuz-MS 15 que despegará del histórico cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) llevará a bordo al comandante ruso Oleg Skripochka y la investigadora estadounidense Jessica Meir, profesora en la Universidad de Harvard. El lanzamiento representará, hasta la actualidad, el mayor hito de la Agencia Espacial de Emiratos, fundada en 2014.

Hazzaa Ali Almansoori, de los Emiratos Árabes Unidos (izq.) y sus compañeros de tripulación de la Expedición 61, Oleg Skripochka, de Roscosmos (centro), y Jessica Meir, de la NASA (derecha), posan para las fotos del 11 de septiembre frente a su nave espacial Soyuz MS-15

Al-Mansoori será el tercer astronauta procedente de los países árabes en viajar al espacio. El primero fue el príncipe saudí Sultan bin Salman al-Saud en 1985, que participó en un vuelo espacial para el despliegue de satélites de su país. Dos años después, el sirio Mohammed Faris participó en una misión que lo llevo a la MIR soviética. Al-Mansoori será, por tanto, el primer ciudadano de un país árabe en pisar la Estación Espacial Internacional.

Los trajes de Skripochka, Meir y Al-Mansoori son modelos Sokol hechos a medida

“Es un paso que despertará la conciencia y la ambición entre la juventud de EAU de seguir el ejemplo de Hazza como astronautas, tanto hombres como mujeres”, ha recalcado en declaraciones a Gulf News el doctor Khaled al-Hashmi, director de Misiones Espaciales de la Agencia Espacial de Emiratos. Además de su carácter inspiracional, Al-Hashmi ha querido poner de manifiesto la sostenibilidad del proyecto espacial, así como su durabilidad. Asimismo, ha valorado como positivo el impacto a nivel de inversiones y generación de empleo en el país.

La historia de Al-Mansoori se remonta a finales del año 2017. Entonces, el jeque Mohammed bin Rashid al-Maktoum, vicepresidente del país, impulsó el Programa de Astronautas de EAU. Más de 4000 candidatos se concursaron para convertirse en el primer astronauta emiratí. La decisión final se redujo a dos de los solicitantes: Al-Mansoori, que finalmente se hizo con la plaza, y el doctor en tecnologías de la información Sultan al-Neyadi, que fue designado su sustituto en caso necesario. Una vez que la nave haya dejado la superficie terrestre, la misión de Al-Neyadi se considerará completada. No obstante, se le ha prometido un lugar preeminente en la próxima misión espacial que acometa EAU.

Al-Mansoori (izq.) junto a su compañero Al-Neyadi. Aunque ha sido suplente en esta ocasión, tendrá plaza en el próximo viaje

El entrenamiento teórico, práctico y físico se ha prolongado durante un año. Ha estado constituido por clases teóricas, sesiones de gimnasio diarias, primeros auxilios, simulaciones prácticas de situaciones de estrés en el organismo y hasta técnicas de supervivencia en medios hostiles. Tanto la Agencia Espacial Europea como la Roscosmos (con base en el centro de entrenamiento Yuri Gagarin de Moscú) han contribuido a la formación de los astronautas.

Al-Mansoori y Al-Neyadi, como los demás miembros de la misión, se encuentran actualmente en la base de Baikonur. Están siendo sometidos a un proceso protocolario de cuarentena para verificar que no transmitan agentes patógenos a los ocupantes de la Estación Espacial Internacional. Hospedados en el Cosmonaut Hotel, participan en distintas actividades todos los días al tiempo que ultiman los últimos detalles del viaje.

Al-Mansoori se somete a un control de presión y fuga de su traje en el curso de sus entrenamientos

Ocho días de trabajo intensivo esperan a Al-Mansoori. Estará encargado de llevar a cabo 16 experimentos científicos. Seis de ellos los realizará en condiciones cercanas a la gravedad cero -lo que se conoce técnicamente como microgravedad. Se observarán los efectos de la microgravedad sobre el crecimiento de células y tejidos, así como las reacciones de cultivos de algas, hongos y bacterias. Los resultados que se obtengan serán comparados con los de otros experimentos realizados en tierra al término del viaje espacial. Además, Al-Mansoori deberá pasar examen a la percepción del paso del tiempo en situación de microgravedad. 

Durante su estancia en la Estación Espacial Internacional, Al-Mansoori también tendrá tiempo de ofrecer una visita virtual en árabe por todas las instalaciones. En materia de intercambio cultural, el astronauta emiratí llevará consigo unas semillas del árbol nacional del país, llamado Ghat, así como muestras de poesía, relato y pintura ganadoras de un certamen pensado para la ocasión. Al-Mansoori también ofrecerá al resto de los astronautas de la Estación una comida típica de Emiratos, con carne halal incluida.

Durante la estancia de Al-Mansoori en la Estación Espacial Internacional, se realizarán experimentos con tejidos animales
Hacia el infinito y más allá

La Soyuz volverá a posarse en la Tierra el próximo día 3 de octubre. No obstante, EAU tiene ya otros viajes espaciales en mente. En julio de 2020, una sonda llamada Amal (‘Esperanza’) despegará de un aeródromo japonés con destino a Marte, coincidiendo con el quincuagésimo aniversario de la fundación del país. Los objetivos a largo plazo son todavía más ambiciosos. Para el año 2117, cien después del comienzo de esta primera experiencia, el jeque Mohammed bin Rashid pretende haber instalado en la superficie del planeta rojo la Ciudad de la Ciencia, un complejo cuyo cometido será el de estudiar la viabilidad del establecimiento de colonias humanas.

Puede que haya factores que retrasen, sin embargo, las aspiraciones emiratíes en su particular carrera espacial. Si bien es cierto que el programa de EAU es puntero en el conjunto de los países árabes, confronta algunos obstáculos. “Disponer de instalaciones de lanzamiento propias en EAU o en el golfo Pérsico es una necesidad a corto plazo”, ha aseverado en una entrevista al portal Arab News Matthew Cochran, presidente del Consejo de Marketing de Servicios de Defensa, organización cuya base se sitúa en Abu Dhabi.
 

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