Los jefes de Estado de Nigeria, Costa de Marfil, Senegal, Ghana y Níger visitan Bamako de cara a buscar solventar la problemática política y social que atraviesa el país maliense

Cumbre de líderes africanos para solucionar la crisis de Mali

PHOTO/REUTERS - El presidente de Mali, Ibrahim Boubacar Keita

Con el objetivo de poner fin a la crisis política y social que afecta a Mali en las últimas semanas, los jefes de Estado de cinco países africanos se ven las caras en la capital maliense de Bamako para colaborar en el objetivo de llegar a un acuerdo entre el poder establecido y la oposición.

Para el cónclave se han citado Alassane Ouattara, presidente de Costa de Marfil, Muhammadu Buhari, presidente de Nigeria, Macky Sall, presidente de Senegal, Nana Akufo-Addo, presidente de Ghana, y Mahamadou Issoufu, presidente de Níger, junto con el jefe de Estado de Mali, Ibrahim Boubacar Keita. Según lo planeado, los líderes africanos también se reunirán con miembros del grupo opositor Movimiento 5 de Junio y el Reagrupamiento de las Fuerzas Patrióticas (M5-RFP), el cual demanda la marcha del presidente de la República de Mali. Unos encuentros que cuentan con el visto bueno de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO).

Se trata de poner fin a la conflictividad social y a los enfrentamientos violentos entre opositores y las fuerzas de seguridad provocados por las últimas manifestaciones llevadas a cabo contra el presidente Ibrahim Boubacar Keita, de quien se exige su renuncia ante la crisis política, económica y social que atraviesa Mali.

En primer lugar, tendrá lugar la reunión con Keita y, posteriormente, los dirigentes de los cinco países africanos citados se verán las caras con uno de los principales líderes de la oposición, como es el imán Mahmoud Dicko, y con los máximos representantes del M5-RFP. 

El movimiento opositor requiere la marcha del presidente Boubacar Keita, quien ha dirigido Mali desde 2013, e incluye un grupo de políticos, clérigos y miembros de la sociedad civil, con Dicko como gran exponente.

Precisamente, el jeque Mahmoud Dicko se ha desmarcado de la vía de la desobediencia civil adoptada por la mayor parte del bando contrario al Gobierno. Ante el auge de los actos violentos, Dicko llamó a la calma y pidió que se eviten los enfrentamientos.

El imán maliense Mahmoud Dicko. AFP/MICHELE CATTANI

A principios de esta semana, la CEDEAO lanzó recomendaciones para salir de la crisis en Mali, a través del negociador nigeriano Goodluck Jonathan. Una iniciativa apoyada luego por la Unión Africana (UA), la Unión Europea (UE) y Estados Unidos. Y en este escenario llega la citada reunión entre dirigentes africanos.

Según una fuente cercana a las negociaciones, los cinco presidentes usarán su influencia para impulsar los esfuerzos diplomáticos y llegar a un acuerdo entre las partes, como indicó el medio Al-Ain News.

El plan dispuesto exige el nombramiento rápido de un nuevo Tribunal Constitucional para resolver la disputa sobre las elecciones legislativas (denunciadas por la oposición como un auténtico fraude), así como la formación de un Ejecutivo de unidad nacional. Todo ello después de que en Mali se haya estado protestando contra el deterioro de la situación de seguridad y contra la incapacidad de las autoridades para detener la violencia en el país y para afrontar la recesión económica y la corrupción instalada.

El malestar social proviene de la mala gestión del presidente Boubacar Keita, del que se exige su renuncia, ante una situación de crisis política y económica nacional; y también tiene que ver con el polémico proceso electoral de abril que dio el poder a los grupos políticos afines al jefe de Estado maliense y que fue denunciado como fraudulento. 

Los manifestantes construyen barricadas para bloquear la circulación en el puente de los Mártires de Bamako, el 11 de julio de 2020

Tras la preocupación de la comunidad internacional sobre esta complicada situación en Mali, recientemente llegó también la intervención del rey Mohammed VI de Marruecos, quien, según fuentes diplomáticas, intentó "una mediación secreta" entre el influyente imán Mahmoud Dicko y el propio Ibrahim Boubacar Keita, según informaron los medios Le Desk y Jeune Afrique. 

La última escalada de violencia estalló el pasado día 10 de julio cuando la coalición opositora formada por el M5-RFP declaró la desobediencia civil hasta el derrocamiento del presidente Boubacar Keita, entre otras demandas.

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