21 obras literarias, una por cada año del presente siglo

De relatos migratorios

photo_camera PHOTO/DIEGO BERRUECO/GATOPARDO via AP  - Valeria Luiselli, autora de "Archivo de niños perdidos" (Desierto sonoro) 

El pasado mes de diciembre, el periodista y escritor Jorge Carrión publicó en el suplemento cultural del diario La Vanguardia una selección de 21 obras literarias, una por cada año del presente siglo, a modo de síntesis representativa y heterogénea de los distintos géneros y subgéneros literarios, así como de las tendencias y de las preocupaciones que inspiran a los creadores de nuestro tiempo, ya sean cultivadores de la poesía, el ensayo o el cuento, ya escriban autobiografías, novelas negras o relatos con la ambición de una obra total.  

Una de las tendencias enumeradas es la que forman las obras de creación concebidas en torno a las migraciones: la obra elegida por Jorge Carrión para representar esta preferencia temática es Desierto sonoro, de Valeria Luiselli (publicada en España por la editorial Sexto Piso en 2019). En artículos anteriores hemos tenido ocasión de destacar la recurrencia de las migraciones y los temas relacionados con ellas en las prácticas artísticas contemporáneas, una presencia repetida que nos induce a creer que los movimientos migratorios de grupos humanos conforman una de las cuestiones centrales de nuestro siglo. 

Portada del libro  "Archivo de niños perdidos", una novela de Valeria Luiselli. El libro cuenta la historia de jóvenes inmigrantes separados de sus familias.  PHOTO/KNOPF via AP 

 Ricardo Piglia decía que, en última instancia, todos los relatos cuentan una investigación o cuentan un viaje. No sé si esta afirmación puede contribuir a explicar, aunque sea solo parcialmente, la ductilidad con que los relatos migratorios, en tanto que viajes, se adaptan a los diferentes moldes narrativos (en un continuo que incluye desde la narración documental que pretende excluir cualquier elemento ficcional, a las novelas y narrativas audiovisuales que entran de lleno en el ámbito de la ficción manifiesta).  

Es en este último espacio en el que se sitúa la mencionada novela de Valeria Luiselli, que nos cuenta un viaje (el que lleva a la familia protagonista desde Nueva York a Arizona) y dos investigaciones: la del esposo, centrada en documentar los rastros que dejaron los últimos apaches chiricahuas libres; y la de la esposa, personaje que se ocupa de elaborar un documental sobre los menores migrantes que llegan a la frontera sur de Estados Unidos. Este hecho permite a la autora introducir el tema de la migración en la novela, anclarlo en un referente concreto, y reconstruir las vicisitudes de estos jóvenes en su viaje, así como dar cuenta de la situación incierta (a la espera de la deportación o de la concesión del estatuto de refugiado) que afrontan en los centros de detención de la frontera.  

El escritor italiano Sandro Veronesi, autor de Salvar vidas en el Mediterráneo  PHOTO/ARCHIVO 

Estamos ante un relato que plantea, entre otros temas (como son la familia o el archivo de los recuerdos), una reflexión sobre el desplazamiento, a partir de la que se integra de manera natural el tema de las migraciones contemporáneas.   

También de un viaje (frustrado en su caso) nos habla Sandro Veronesi en ‘Salvar vidas en el Mediterráneo. Un panfleto contra el racismo’ (Anagrama, 2019), aunque en esta ocasión debemos situar el relato en el ámbito narrativo de la ficción tácita, donde lo narrado se caracteriza por su veracidad intencional y su verificabilidad. Entre el panfleto y el testimonio, el libro de Veronesi agrupa textos con diferentes funciones e intenciones: una carta abierta a Roberto Saviano; una recopilación de los tuits enviados a lo largo del mes de agosto de 2018 por el autor a Matteo Salvini, en ese momento vicepresidente y ministro del Interior del Gobierno de Italia; una conversación con Óscar Camps, el fundador de la ONG Proactiva Open Arms; y una serie de pequeños textos testimoniales; todos ellos están conectados por los hechos que tuvieron lugar en el verano de 2018 en las costas italianas, cuando el Gobierno de ese país decidió cerrar sus puertos a los barcos de las ONG dedicados a rescatar a los migrantes que naufragaban en el Mediterráneo.  

portada del libro Salvar vidas en el Mediterráneo de Sandro Veronesi  PHOTO/ARCHIVO 

‘Salvar vidas’ hay que leerlo como una llamada a la movilización contra la política de “puertos cerrados”; y, también, como un grito de indignación contra la subversión de la realidad que implican las palabras de Salvini, cuando califica de “cruceros” las acciones de los barcos de rescate.  

Quien sí tuvo la oportunidad de viajar en una de las operaciones de rescate del Open Arms fue la periodista Yolanda Álvarez. ‘Náufragos sin tierra’ (Roca Editorial, 2020) relata, con rigor periodístico, “la misión más dura del Open Arms”, embarcándonos en el barco de la ONG en el verano de 2019, cuando de nuevo Salvini intentó (esta vez sin éxito) impedir su desembarco en tierras italianas. 

En resumen, tres lecturas que tienen en común el motivo del viaje migratorio, y que muestran a la vez los distintos grados en los que la ficción se hace presente en el relato, de lo tácito e implícito a lo manifiesto y explícito.  

Luis Guerra, catedrático de Lengua Española en la Universidad Europea de Madrid, es uno de los investigadores principales del proyecto INMIGRA3-CM, financiado por la Comunidad de Madrid y el Fondo Social Europeo 

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