Decenas de heridos tras una nueva confrontación en la explanada de las mezquitas
La explanada de las mezquitas de Jerusalén sigue siendo escenario y testigo de enfrentamientos entre musulmanes y las autoridades israelíes. En una nueva jornada de violencia, al menos 57 personas resultaron heridas, según informa la Medialuna Roja palestina.
Las confrontaciones entre ambos llevan sucediéndose desde el inicio del mes sagrado del Ramadán. Sin embargo, estos últimos disturbios coinciden con la celebración del último viernes del mes sagrado para los musulmanes. Según la policía israelí, las fuerzas habrían ingresado en el complejo después de que “alborotadores” arrojasen piedras contra las autoridades, incluyendo algunos sitios sagrados para los judíos, como es el muro de las lamentaciones, ubicado debajo del complejo de Al-Aqsa.
De acuerdo con un comunicado ofrecido por las autoridades israelíes, estos habrían empleado “medios de dispersión de disturbios”. Sin embargo, según informan reporteros y testigos de AFP, la policía israelí habría disparado “gases lacrimógenos y bolas de goma” contra la población.
Asimismo, la policía informó que tres personas habían sido arrestadas, dos de ellas por arrojar piedras y otra por “incitar a la mafia”. Junto a esto señalaron que “durante la última hora, el sitio ha estado en silencio y los fieles estarían entrando al complejo de manera segura”.
Aun así, las tensiones siguen siendo cada vez más altas. Las organizaciones señalan que al menos 300 palestinos han resultado heridos en estas dos últimas semanas, solamente en el complejo de Al-Aqsa. Las confrontaciones y la violencia entre musulmanes y judíos llevan sucediéndose desde el inicio del conflicto palestino-israelí, pero estas están siendo especialmente “preocupantes” a nivel mundial. En esta línea, las condenas internacionales no se han producido solamente por parte de los países árabes ya que organizaciones como la ONU y países como Estados Unidos han condenado estas prácticas.
Así, lo ha mostrado la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, por “la escalada de violencia en el territorio palestino ocupado e Israel durante el último mes”.
En un intento de distensión, el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Yair Lapid, señaló que el Gobierno israelí estaba “comprometido” con el estatus quo de la explanada de las mezquitas, salvaguardado por Jordania, lo que se traduciría en la aceptación de que las únicas personas que cuentan con el permiso de acceso al recinto son los musulmanes.
Sin embargo, las premisas decretadas por el país jordano habrían sufrido una serie de violaciones. En este sentido, los judíos habrían acudido de forma paulatina a rezar en este complejo sagrado. Lo que es la explanada de las mezquitas para los musulmanes, para los judíos es el Monte del Templo, lugar donde se creó el mundo y donde aparecería el Mesías, razón por la que reivindican su simbolismo sagrado.
A pesar de este carácter sagrado para la religión judía, Jordania es quien vela para que la explanada siga contando con un carácter exclusivamente musulmán. Los seguidores de Mahoma son los que tienen el permiso para rezar mientras que los judíos solamente podrían acceder en carácter de visitante.
Estos últimos enfrentamientos han derivado en que Jordania haya intensificado sus esfuerzos para que este estatus quo histórico se mantenga. De acuerdo con funcionarios, el país hachemita habría notificado a Washington que este estaba listo para “discutir” el tema con Israel, una vez finalice el Ramadán.
Con este encuentro se trataría de “tratar las raíces de la tensión y garantizar que los asuntos no vuelvan a estallar”. A esto añadieron que Washington recibió un documento en el que se indicaba “claramente” la posición de Jordania respecto a estas incursiones.
Además, Amman pidió a Washington que exigiese a Israel “respetar la situación histórica que existía antes del año 2000”, año en el que se inició la Segunda Intifada, también conocida como Intifada de Al-Aqsa. Este periodo, que se alargó durante cinco años, los atentados suicidas comenzaron a generalizarse y la violencia acabó con la posibilidad de construir un proceso de paz.
Junto a esto, las ocupaciones por parte de los judíos colonos se multiplicaron, junto con los asesinatos y el exceso de intimidaciones por ambas partes.
Por su parte, Israel ha prohibido las visitas de los no musulmanes en el recinto hasta el final del Ramadán, lo que sería “un buen paso para respetar el statu quo y aliviar las tensiones y restaurar la calma”, según el ministro de Relaciones Exteriores jordano, Ayman Safadi.
A pesar de este gesto, líderes musulmanes se muestran “preocupados” por la posibilidad de que Israel trate de dividir el recinto para crear una zona en la que los judíos puedan rezar, información que Lapid ha desmentido a los periodistas.
Por otro lado, hace una semana varios cohetes fueron lanzados por Hamás desde la Franja de Gaza. Estas ofensivas volvieron a suscitar cierto temor ante la posibilidad de que volviese a ocurrir un enfrentamiento entre Hamás y el Ejército israelí como ya ocurrió hace un año, momento en el que las ofensivas se sucedieron durante 11 días, cobrándose la vida de 230 palestinos y 13 judíos en total.
