Tras las concentraciones a favor de un régimen completamente militar, un importante sector de la población defiende la transición hacia un Gobierno civil

Decenas de miles de manifestantes se reúnen para defender la transición democrática de Sudán

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La sociedad sudanesa ha alzado la voz frente a las concentraciones que intentan quebrantar el proceso democrático que debe desembocar en unas elecciones libres. Mientras algunos favorables a la formación de un Gobierno íntegramente militar se manifestaban frente al Palacio Presidencial, la inmensa mayoría de la sociedad de Sudán ha respondido con una concentración en defensa de la transición democrática con la que se soñaba cuando hace dos años se dio el golpe de Estado contra la sanguinaria dictadura del perseguido por la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad, Omar al-Bashir.

En ese momento, civiles y militares unieron fuerzas para derrocar a al-Bashir. Los lazos que hicieron posible el golpe parecen caducos y la tensión entre ambos sectores está alcanzando su clímax, si es que no lo ha hecho ya. El espíritu que impulsó la expulsión del dictador era el de crear un Gobierno que facilitase la transición hacia la democracia, algo que una parte de la población parece haber olvidado con el paso del tiempo. Quien no ha dejado que caiga en el olvido es la mayoría de la sociedad sudanesa que ha salido a las calles de Jartum para defender el proceso democrático para su país.manifestaciones-democracia-gobierno-sudan (3)

A finales del pasado mes de septiembre se llevó a cabo un intento de golpe de Estado con el objetivo de volver a instaurar un régimen militar. La asonada derivó en el divorcio total entre la alas civil y militar del Gobierno, que han mostrado públicamente las desavenencias entre ambos sectores. Este suceso ha dado pie a nuevas concentraciones exigiendo el control total del país por parte de los militares. Dichos movimientos han provocado tensión en aquellos que lucharon en 2019 por conseguir un país democrático y ven las reuniones frente del Palacio Presidencial como el primer paso de un complot para acabar con lo construido los últimos dos años.manifestaciones-democracia-gobierno-sudan (2)

Por eso, ayer 21 de octubre, la sociedad se echó a las calles de la capital de Sudán para defender la voluntad democrática con la que nació el golpe contra al-Bashir. El Consejo Soberano, creado en agosto de 2019 para facilitar el proceso hacia unas elecciones libres, tiene el objetivo de garantizar la celebración de los comicios a finales de 2023. La minoría que defiende un Ejecutivo militar se escudan en la corrupción y la crisis económica que según ellos provocaría: “Si quieren que los precios se disparen y personas corruptas en el poder, esa es su elección, nosotros no la queremos”, aseguraba uno de los manifestantes concentrados frente al palacio.

El general Abdel-Fattah Burhan, líder del Gobierno de transición, ha salido en defensa de la voluntad democrática y ha hecho un llamamiento a “una unión entre militares y civiles”. Existe cierto temor en el seno del Ejecutivo por la posibilidad de enfrentamientos entre las dos posturas debido a la escalada de la tensión en el último mes. La sombra de lo ocurrido en Libia tras el derrocamiento de Muamar al-Gadafi que desembocaron en un conflicto mayor, preocupan a los líderes sudaneses que abogan por el entendimiento y el proceso democrático ansiado por la mayoría de la sociedad.protestas-sudan

A pesar de las manifestaciones a favor de un régimen militar, la postura oficial del Ejército es la de garantizar la transición mediante la celebración de los comicios dentro de dos años. Abdalla Hamdok, primer ministro de Sudán, afirma que la prioridad en estos momentos es sentar a las partes para lograr un entendimiento que garantice, primero, la seguridad de la población evitando los enfrentamientos y, segundo, la transición hacia un país democrático. Como decían algunos de las decenas de miles que se concentraron en defensa de la democracia, “el pueblo ha elegido a los civiles”, no quiere un nuevo régimen militar.

Existe un factor diferencial que impide la materialización de todo aquello que no sea una transición pacífica a la democracia: Estados Unidos. Su omnipresencia en el tablero del orden internacional no iba a dejar Sudán sin cubrir. Washington ha advertido en reiteradas ocasiones que, de imponerse la vía militar, el regreso de las sanciones impuestas durante la dictadura de Omar al-Bashir sería una realidad. Las medidas estadounidenses fueron un importante aliciente para el estallido del golpe contra la dictadura ya que el hartazgo de la sociedad alcanzó un límite al que el régimen totalitario no pudo hacer frente.
 

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