Decora la habitación de tu primer bebé
Tener un hijo es una experiencia ilusionante, aunque cuando se trata de tu primer hijo es normal que surjan ciertos miedos y que quieras tener todo atado y bien atado. Desde la organización de tu tiempo "libre" hasta la distribución espacial de la casa. Una de las cosas que querrás tener controladas es la habitación de tu pequeño.
Para que no tengas problemas de ningún tipo, aquí van una serie de consejos para decorar la habitación de tu primer bebé.
No esperes a que tu hijo llegue al mundo para tenerlo todo dispuesto, sobre todo, porque cuando el bebé esté aquí solo tendrás tiempo para cuidarlo y atenderlo. Además, al ser tu primer bebé, todo lo harás con mucha menos seguridad y eso, a la hora de la verdad, se traduce en mucho más tiempo para hacerlo todo.
La habitación de tu bebé debe estar lista, por lo menos, un mes antes de la fecha estipulada para el alumbramiento. Si lo dejas para más adelante puedes encontrarte con que tu hijo nazca antes de tiempo y que aún no tenga la habitación preparada.
En esta habitación tu bebé y tú vais a pasar muchas horas y vas a tener que brindarle multitud de atenciones. Por eso mismo, es indispensable que en la organización del espacio prime la funcionalidad. Todo debe estar organizado para que bañar a tu hijo, cambiarle el pañal, la ropa… sea fácil y sencillo y no tengas que estar realizando extrañas maniobras o tengas que dejar a tu hijo desasistido durante unos segundos.
Algo que no puede faltar en esta habitación son los espacios de almacenamiento tales como armarios y, especialmente, cajones accesibles. En estos lugares guardarás su ropita, sus patucos, zapatitos, las gasas, pañales, gorros, bodies…
Si te sobra espacio, puede ser un buen lugar para tu ropa en esta fase vital. Ropa premamá práctica y cómoda que ya no necesitas una vez que hayas dado a luz y que en el futuro puedes llegar a necesitar si te decides a seguir aumentando la familia.
En definitiva, que no te falte nunca el espacio donde poder guardar las cosas de tu bebé y tu embarazo.
El bebé va a pasar la mayor parte del tiempo comiendo y durmiendo. No tiene mucho más que hacer durante sus primeros meses de vida. Para no molestarle en su descanso es importante que instales un sistema de iluminación tenue y, si es graduable, mucho mejor. También es una buena idea disponer de módulos de luz independientes. Así, si quieres, puedes estar leyendo o haciendo alguna otra cosa en la habitación de tu hijo mientras este duerme.
El color de la habitación es uno de los grandes dilemas que se le plantea a los padres. Pinta la habitación de colores neutros y suaves. Recurre a los colores pastel y encuentra una gama cromática que resulte agradable y placentera para el futuro miembro de la familia.
Ten en cuenta que eso de pintar la habitación de rosa, si es niña, o de azul, si es niño, es algo que está completamente desfasado. Tampoco te pases con el color blanco o correrás el riesgo de que la habitación parezca una oficina o, peor aún, un hospital. Huye también de los colores muy intensos o muy oscuros.
