Uno de ellos podría haber planeado supuestamente atentar contra intereses turísticos en Marruecos

Detenidos dos yihadistas acusados de captar presos para Daesh en la cárcel de Algeciras

photo_camera PHOTO/GUARDIA CIVIL - La Guardia Civil detiene a dos personas como presuntos miembros de una red de radicalización en prisión

El Servicio de Información de la Guardia Civil ha acabado con una nueva supuesta trama de reclutamiento de yihadistas que actuaba en cárceles españolas. Dentro de la operación, la Benemérita arrestó a dos personas sospechosas de integrar una red de captación y adoctrinamiento de radicales islamistas que operaba en la prisión de Algeciras en España. Uno de ellos ha sido arrestado en Córdoba y el otro en la localidad guipuzcoana de Pasajes.

La investigación comenzó después de que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias tuviera conocimiento a principios de 2018 de unas pintadas y consignas vinculadas a Daesh en la prisión de Botafuegos en Algeciras. Allí los dos detenidos ahora cumplían en su momento condena por delitos de terrorismo yihadista. 

Las investigaciones llevadas a cabo por el Servicio de Información de la Guardia Civil permitieron revelar que uno de los detenidos desempeña "un rol de ascendencia sobre el resto de los internos, realizando labores de adoctrinador sobre los mismos", tal y como informó el Instituto Armado. 

Estas actividades de captación y adoctrinamiento que realizaba en prisión eran similares a aquellas por las que fue condenado previamente y por las que cumple seis años de prisión, como informaba el diario La Vanguardia. En esas labores habría captado a otro detenido que se encontraba cumpliendo condena por un delito de auto adoctrinamiento terrorista. Este también reclutaba en prisión a presos con los que mantenía contacto.

Gracias a la investigación se descubrió una supuesta estructura dedicada al adoctrinamiento en las tesis defendidas por la organización terrorista Daesh en dependencias penitenciarias. Dentro de la operación de la Guardia Civil se ha acordado prisión preventiva por parte de la autoridad judicial para el detenido que se encontraba en libertad.

La investigación, de casi tres años de duración, ha sido desarrollada por el Servicio de Información de la Guardia Civil, en colaboración con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias

Al parecer, según el diario ABC, el sospechoso que estaba en libertad vigilada quería atentar contra intereses turísticos en Marruecos. En principio, según el diario español, no hay una organización estructurada entre yihadistas presos, pero sí se están dando procesos de radicalización de yihadistas, táctica que utilizan de cara a captar adeptos para organizaciones terroristas como Daesh.

El Servicio de Información de la Guardia Civil ha desmantelado así la segunda trama de captación de yihadistas que actuaba dentro de las prisiones en menos de un mes. 

De esta forma, el pasado sábado se produjeron estos arrestos de los dos principales implicados en la trama de la prisión algecireña. El primero de ellos, Kamal Mohamed Driss, español, vecino de Melilla y de origen rifeño, fue detenido en el Centro Penitenciario de Córdoba. Su papel era relevante porque influía sobre el resto de sus compañeros. Cumplía condena de seis años tras ser encarcelado en 2014 por pertenecer a una célula de captación de combatientes para Al-Qaeda en la que ejercía funciones de ideólogo. Estaba prevista su excarcelación el próximo mes de mayo, aunque iba a ser controlado con una pulsera. El segundo de los detenidos es un marroquí procedente de Tánger, Mohamed Akaarir, en libertad vigilada y también con una pulsera que controlaba sus movimientos. Fue arrestado en la localidad guipuzcoana de Pasajes tras haber cruzado la frontera. En su día había sido encarcelado por enaltecimiento del terrorismo.

De hecho, durante la investigación se ha comprobado que su perfil era peligroso. “Su idea era atentar contra intereses turísticos en Marruecos y para ello ya había comenzado la búsqueda de información sobre zonas de máxima afluencia de público, así como de la forma de conseguir fusiles de asalto. No eran planes definidos, ni había objetivos concretos, pero la Guardia Civil ya tenía información de que en prisión habían hablado de perpetrar ataques contra turistas”, según explicaron al diario ABC diferentes fuentes.

Curiosamente, este individuo fue el primer yihadista condenado por la Audiencia Nacional por auto adoctrinamiento. No pudo ser expulsado de España por la pandemia y solo podía moverse por Guipúzcoa y localidades limítrofes del sur de Francia.  

Por lo tanto, Marruecos podría haber estado entre los objetivos de esta supuesta red terrorista. El reino marroquí protagoniza una lucha intensa contra el terrorismo yihadista y sus fuerzas de seguridad siempre están alerta para acabar con este tipo de grupos. 

En esta investigación se ha constatado la creación de una estructura dedicada al adoctrinamiento en la ideología y objetivos de la organización terrorista Daesh en el interior del centro penitenciario, y que pretendía mantener la cohesión de los internos ya condenados por terrorismo

De hecho, recientemente, la Oficina Central de Investigaciones Judiciales marroquí (BCIJ) llevó a cabo una operación junto con la CIA estadounidense para detener a cuatro extremistas en Oujda, al noroeste de Marruecos. Cuatro personas de entre 24 y 28 fueron detenidas en distintos barrios de la ciudad. “Esta operación se enmarca en el seguimiento de los esfuerzos para neutralizar los peligros de la amenaza terrorista y desmantelar organizaciones extremistas dirigidas a socavar gravemente el orden público, la seguridad y la estabilidad del Reino”, declaró la Oficina Central del país norteafricano a través de un comunicado de prensa en referencia a esta operación. 

Según las investigaciones marroquíes, los detenidos habían declarado su “lealtad” a Daesh y planeaban unirse al grupo terrorista en la región del Sahel. Ahí serían entrenados en campamentos para llevar a cabo ataques terroristas. 

La presencia de grupos terroristas está incrementando en la región del Sahel. Países como Mali o Níger han sido duramente golpeados por ataques yihadistas en la que cientos de personas han sido asesinadas. Si antes los extremistas se unían a Daesh en la región de Oriente Medio, ahora se trasladan al Sahel. Según Habboub Cherkaoui, director del BCIJ, 1.654 marroquíes se sumaron a Daesh desde 2014. “De estos 1.654, 270 regresaron a Marruecos y cuentan con experiencia bélica”.

Por su parte, Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, habló de la necesidad de fortalecer las capacidades regionales para hacer frente a las nuevas amenazas de Daesh. “La respuesta a las amenazas emergentes de Daesh debe priorizar el apoyo a los Estados africanos y a las organizaciones, con el fin de garantizar resultados más duraderos” en la lucha contra este grupo terrorista, como indicó Bourita a la agencia de noticias marroquí MAP. También reclamó una mejor coordinación de las iniciativas internacionales para hacer frente a un escenario que “evoluciona sobre el terreno”, reseñando el “gran potencial” de sumar esfuerzos con la Coalición para el Sahel en apoyo del G5-Sahel.

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