Diccionario del coronavirus en el mundo (II)

Coronavirus al laboratorio
Aviación comercial

Es la peor turbulencia de la historia para las aerolíneas. El cierre de fronteras y las restricciones a los viajes ha provocado el hundimiento del sector en todo el mundo. IATA calculó en 286.500 millones de dólares las pérdidas provocadas por el virus en la aviación civil, y el fantasma de la quiebra planea sobre algunas de las grandes compañías que deberán ser rescatadas por los gobiernos de sus respectivos países si no quieren desaparecer. Un panorama desolador. 

Barril de petróleo

El exceso de stock provoca por primera vez en la historia que el precio del barril en el mercado americano sea negativo. El mercado de futuros de Chicago ha autorizado las ventas en negativo y la banca ha saltado. Los compradores reciben dinero por llevarse las existencias y la caída sin precedentes de la demanda pone al crudo en la peor crisis nunca vista. En Europa, el barril Brent se mantiene en positivo, pero al ritmo de bajada que lleva, puede ser por poco tiempo. 

COVID-19

El mayor enemigo de la Humanidad en lo que va de siglo es conocido científicamente como SARS-CoV-2. Descubierto en la región china de Hubei en diciembre de 2019, ha causado ya dos millones y medio de contagios y casi 175.000 víctimas mortales. Su incidencia y letalidad es mayor que la de la gripe común, con cuya gravedad fue comparada erróneamente en una fase inicial de su extensión. 

China

La segunda potencia económica mundial es el origen del coronavirus, la zona cero de su expansión y de su tratamiento. Tras mes y medio de cuarentena volvió a mediados de abril a una relativa normalidad en sus principales ciudades. Su forma de actuar ha despertado las reticencias de muchos países, alguno de los más importantes como Francia, Reino Unido y Estados Unidos le exigen que explique si ocultó datos o manipuló las cifras de muertes durante el pico de su propagación. 

Deporte mundial

La cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokio, previstos inicialmente para el próximo verano y retrasados a 2021, ha sido la punta del iceberg del gran terremoto deportivo causado por el coronavirus. Todas las competiciones mundiales se han paralizado, y las grandes pruebas de todas las disciplinas (Eurocopa de fútbol incluida) han tenido que buscar fechas alternativas o dejar en suspenso su celebración. El deporte mundial ha seguido las normas impuestas por las autoridades y empieza a calibrar la decisión de dejar un año en blanco en el palmarés de muchas pruebas. 

Eurobonos

La fuente de la discrepancia en el seno de la Unión Europea. Los países del sur, más castigados por el brote y menos previsores, reclaman a los del norte que mutualicen y compartan los gastos que tendrá la reconstrucción del sistema productivo, destruido por la crisis. Los eurobonos consistirían en emitir deuda pública de manera colegiada a través de la Comisión Europea o el BCE. La fuerte discrepancia no se ha saldado aún pese al acuerdo para preparar medio billón de euros en ayudas a los distintos países más afectados. 

Francia

Muy aplaudida la gestión de Emmanuel Macron en Francia durante el coronavirus. El jefe del Estado francés ha apelado a un escenario de defensa de la nación y a los valores patrióticos para que todos sus ciudadanos entendieran el alcance del reto que estos días se enfrenta. Su popularidad ha crecido. Pero hay partes de su país que no comparten las restricciones que se han decretado. Verdadera institución en la cultura y el turismo franceses, los chefs de los principales restaurantes del país ya han exigido que les permitan reabrir porque un millón de empleos dependen de este sector. 

Ghebreyesus

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, es el personaje más famoso desde que comenzó el reporte de noticias diario sobre la enfermedad. Etíope, 55 años, biólogo, es el primer africano al frente de la organización. Su gestión está siendo muy criticada y hay más de un millón de firmantes en una petición de dimisión internacional. Su condescendencia hacia China le ha situado en el disparadero. 

Holanda

Los Países Bajos han librado la batalla más destacada contra la mutualización de los gastos por la crisis económica. Su postura ha sido interpretada como una falta de solidaridad y como una posición contra el espíritu del proyecto europeo. La elección del primer ministro Mark Rutte y su gobierno ha sido no confinar totalmente a la población ni cerrar la economía del país, apostando por un confinamiento selectivo para amortiguar los daños sobre la economía. La distancia social se aplica en todos los casos, pero no todos los comercios se han visto obligados a echar el cierre. “No queremos encerrar a todos en sus casas”, ha dicho Rutte.

Johnson, Boris

Uno de los personajes más polémicos de esta crisis a nivel mundial, junto a Bolsonaro y Trump. Su negacionismo en la fase inicial de la epidemia, incluso con burlas contra el alcance real de lo que ocurría, se volvió en su contra a base de datos demoledores sobre contagios y muertes. El propio BoJo tuvo que ingresar en la unidad de cuidados intensivos del hospital St. Thomas, al otro lado del Támesis a la altura de Westminster, aquejado por el coronavirus. Reino Unido ha pasado de parecer inmune a ser el país europeo donde más crece el contagio. 

LATAM

Latinoamérica ha pasado de creerse al margen del problema a sentir los efectos del miedo. Los países del cono sur han superado ya los cien mil casos. Está por comprobar además cómo afectarán las medidas que se ven obligados a tomar los gobiernos con economías fuertemente endeudadas. Según el Banco Interamericano de Desarrollo la deuda pública en promedio de todos los países latinoamericanos supera el 60% de su PIB. Argentina, Brasil, El Salvador, Uruguay y Bolivia, son los más endeudados según el FMI. Hay voces ya que demandan una condonación de la deuda que será improbable. 

Y hay también negacionistas en este grupo de países. Boris Johnson no fue el único que se burló del virus. El presidente mexicano López Obrador se ha visto obligado a corregir su impresión inicial y a tomar medidas drásticas. 

Merkel

La canciller alemana ha elegido una vuelta rápida a la actividad gradual en su país. Alemania es el quinto país del mundo en número de contagios, pero ha conseguido que la mortalidad sea baja con relación a los peores países. Ha elegido además evitar la terminología bélica, ofreciendo pragmatismo y capacidad de gestión, coordinando los gobiernos federales y de los lander, con lo que los establecimientos ya podrán esta semana ir abriendo de nuevo. La máquina de diagnósticos no se ha parado, marcha a velocidad y ritmo germanos. Y ella tiene la llave de la solución al problema planteado en la UE sobre la financiación de la reconstrucción económica. 

Nueva York

Otro de los epicentros del contagio. Casi quince mil muertos solo en la capital social del mundo. El gobernador Andrew Cuomo ha librado una batalla política contra la Casa Blanca en la defensa de las medidas drásticas que han permitido una mejoría de los datos en las últimas fechas. 

OMS

La Organización Mundial de la Salud está en su mayor encrucijada histórica. No solo combate la propagación del virus, sino también las críticas políticas que podrían hacerla desaparecer tal y como hoy la conocemos. Las dudas sobre su papel en toda la crisis sanitaria y sobre la nula capacidad de concitar acuerdos y decisiones comunes han forzado su posición. La del presidente de EEUU, Donald Trump, de dejar de aportar los fondos imprescindibles para su funcionamiento hiere de muerte a la organización. Pero Trump no está solo: Japón se une a sus críticas al hablar de una Organización China de la Salud, ya que ambos países defienden que el gigante chino ha logrado dominar la OMS y llevarla hacia sus intereses a base de generosas entregas de dinero.  

Pandemia 

Declarada el 11 de marzo pasado, la pandemia global ha generado una situación inédita en el mundo contemporáneo que va a dar lugar a una recesión económica sin precedentes. Los países con más afectados un mes y medio después de declararse por la OMS son Estados Unidos, España, Italia, Francia, Alemania, Reino Unido, Turquía, Irán, China y Rusia.

Reapertura

En general los países van difundiendo sus planes de regreso a la normalidad, aunque no todos. Italia reabrirá parcialmente su economía el 3 de mayo. Francia reabrirá colegios el día 11, y mantendrá cerrados comercios, lugares de ocio y restaurantes. Alemania ha informado ya a su población de que desde el 19 de abril pueden salir a la calle a hacer deporte y en grupo máximo de dos personas. Los colegios abrirán el día 4 de mayo. Austria ha permitido desde el 14 de abril que reabrieran pequeños locales de menos de 400 metros cuadrados. Dinamarca permite las reuniones de menos de diez personas y desde el diez de mayo abrirá también esa restricción. El Gobierno federal de EEUU quiere poner fin ya al cierre de la economía y se enfrenta a los estados gobernados por el partido demócrata.

España, por su parte, seguirá confinada hasta el 11 de mayo inicialmente, pero ha abierto mínimamente la mano para su población infantil, que podrá salir a la calle, aunque en unas condiciones aún muy restrictivas. Y Reino Unido sigue sin poner fecha a un desconfinamiento. 

Seúl 

El Gobierno surcoreano ha sido el que mejor ha afrontado la crisis de la propagación del virus y unos de los que ha podido controlar mejor sus efectos. Actuó con inusitada rapidez nada más conocerse la existencia de patógeno: el 20 de enero se conoció el primer caso dentro de sus fronteras y se aisló a todas las personas que pudieran haber tenido contacto con el foco inicial, una congregación religiosa. Se hicieron a partir de ahí cientos de miles de test a un ritmo de 20.000 personas diarias. Cuatro empresas privadas garantizaron el abastecimiento de los kits. Seúl creó en apenas unas horas una red de laboratorios públicos y privados para realizar el análisis de las muestras. Los casos confirmados fueron obligados a guardar cuarentena. Diagnóstico y aislamiento fueron sus palabras maestras. Se cerraron escuelas y las empresas permitieron el teletrabajo. La mejor red de información sobre los ciudadanos que existe, los teléfonos móviles, fueron empleados para conocer casos positivos en cada área geográfica, lo que permitió a los coreanos evitar esas zonas para no ser contagiados. Pero Corea del Sur no ha cerrado todos sus comercios ni empresas, ni ha limitado los movimientos de la población. Es el mejor ejemplo de un país que ha controlado al virus, lo ha mantenido a raya. 

Trump

El presidente norteamericano acaba de decretar el cierre de su país a la inmigración como medida de seguridad, pero el leit motiv para ello no es preservar la salud de sus compatriotas, sino sus empleos. Es el rasgo que define la forma en que Donald Trump ha encarado desde el principio esta pandemia que tiene a USA como foco principal de contagio en este momento. Ha bautizado al virus como el “enemigo invisible” trasladando el debate sobre la enfermedad desde los criterios científicos hasta los terrenos de la ciencia ficción, de una especie de H.G. Wells redivivo. Su enfrentamiento a los gobernadores que mantienen las restricciones y pretenden mantenerlas mucho tiempo va a ser recordado, especialmente en lo que hace referencia a una de las libertades fundamentales que él defiende caiga quien caiga: la libertad de movimiento de los ciudadanos. Aunque también va en contra del cierre decretado en negocios, empresas y escuelas. Ha alentado las protestas contra los Gobiernos de Michigan, Minnesota y Virginia acusando a sus gobernadores de actuar contra la segunda enmienda de la Constitución, que permite la tenencia de armas. 

UE

Todas las autoridades europeas han coincidido en algo tras el sonoro desencuentro de los eurobonos: el proyecto europeo común corre peligro de desaparición. Y con él, la moneda única.  En la medida en que haya una cesión de todos en sus posiciones podrán salvarse los muebles, pero en los tiempos de escasez que vienen por delante no parece probable que eso ocurra de forma inmediata. En épocas de recesión anteriores, el sentimiento antieuropeo se acrecentó y surgieron populismos y se exacerbaron los nacionalismos. 

Vladimir Putin

Rusia tardó su tiempo en recibir contagios y en arbitrar medidas. Era el gran ausente, pero a estas alturas ya ha superado los cincuenta mil casos. Hasta la figura del presidente eterno, que ha aprovechado la confusión por el virus para asestar un nuevo mazazo constitucional para perpetuarse en el poder, es veladamente discutida. La medida más importante para cerrar la actividad de las empresas ha sido forzar las vacaciones de los empleados en el mes de abril, una disposición con la que los empresarios ven aliviada la carga de la inactividad. 

Wall Street

El pánico en los mercados internacionales estalló a mediados de marzo, con el mayor hundimiento desde la crisis de Lehman Brothers. Todas las empresas mundiales cotizadas en los mercados bursátiles valen menos que hace dos meses. La prohibición de las ventas en corto ha sido como poner una tirita en una hemorragia irrefrenable. Los analistas afirman que solo hay una noticia que pueda reconducir parcialmente esa caída brutal: el control rápido de la pandemia.
 

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