Se trata del ataque terrorista neonazi más mortífero en suelo europeo desde el perpetrado en Oslo en 2011 por Anders Breivik

Diez muertos en un atentado ultraderechista en Alemania

AFP/THOMAS LOHNES - La policía forense llega al lugar del atentado en el centro de Hanau. Allí, nueve personas fueron asesinadas en dos bares

La garra de la extrema derecha vuelve a atenazar a Alemania. 10 personas han sido asesinadas en lo que, según los indicios que han salido a la luz, es el peor atentado de inspiración neonazi registrado en suelo europeo desde la matanza perpetrada en Oslo por Anders Breivik en julio de 2011. 

En la noche de este miércoles, 19 de febrero, el atacante, que ha sido identificado como Tobias Rathjen, abrió fuego contra los clientes de dos bares de ‘shisha’ situados en el centro de la localidad de Hanau, cerca de Frankfurt. Nueve personas fueron asesinadas y otras cinco resultaron heridas de gravedad como consecuencia del tiroteo. Posteriormente, el atacante, de 43 años, regresó a su casa, donde su madre y él mismo han sido hallados muertos. 

Las fuerzas especiales de la Policía trabajan en la escena después del atentado perpetrado por Tobias Rathjen

Todo parece indicar que, efectivamente, las motivaciones que empujaron al terrorista a perpetrar el atentado fueron de índole racista. Así lo ha confirmado el ministro regional del Interior del estado de Hessen. “Lo que sabemos hasta ahora es que hay, sin duda, una motivación xenófoba”, ha declarado Peter Beuth tras una comparecencia en el Parlamento regional. Angela Merkel se ha expresado en términos similares y ha condenado lo sucedido. “El racismo es veneno. El odio es veneno. Y este veneno se da en nuestra sociedad y ya es responsable de demasiados delitos”, ha sentenciado la canciller. 

Los establecimientos donde se llevaron a cabo los ataques solían estar frecuentados por ciudadanos de origen turco o de diferentes territorios de la región de Oriente Próximo. De hecho, Ankara afirma que cinco de las personas asesinadas eran nacionales de su país. En cuanto se tuvo noticia del tiroteo, la Policía lanzó un dispositivo para apresar a las personas responsables. Pronto fue descartada la posibilidad de que hubiera un segundo atacante.

El asesino, finalmente, fue localizado en su piso gracias a la colaboración ciudadana. Primero, los vecinos del inmueble dieron la alarma cuando vieron su coche en el barrio. En el vehículo, según el diario sensacionalista alemán Bild, Rathjen llevaba munición y revistas sobre armas. Posteriormente, los propios vecinos dieron la voz de alarma cuando oyeron las detonaciones correspondientes a los disparos que acabaron con la vida del propio terrorista y de su madre.

Mapa que localiza Hanau, en Alemania, situada a unos 15 kilómetros de Frankfurt
Racismo y conspiración

Según Bild, Rathjen, que tenía licencia de armas, dejó un manifiesto en el que confesaba la autoría del atentado y defendía ideas de extrema derecha. El tabloide teutón afirma que el documento consta de un total de 24 páginas en las que el terrorista expresaba “imaginaciones absurdas” sobre, entre otros temas, las mujeres y la industria de Hollywood. El diario lo describe como un “manifiesto de horror lleno de odio racista”. “Ciertas personas de mi propio país han contribuido al hecho de que ahora tenemos grupos étnicos, razas o culturas en nuestro medio que son destructivas en todos los sentidos”, reza el escrito. Otros medios, como Die Zeit y Deutsche Welle, han confirmado estas informaciones.

Investigadores en un aparcamiento próximo al lugar del tiroteo

El manifiesto, sin embargo, no es la única prueba de la radicalización de Rathjen. Los encargados de la investigación también están investigando un vídeo que el terrorista colgó en su perfil de YouTube en el que acusaba al Ejército de Estados Unidos de torturar y asesinar a niños en cárceles subterráneas. Igualmente, Rathjen apuntaba que, en esas mismas instalaciones, eran corrientes los ritos de adoración al demonio. El clip ya ha sido retirado de Internet. En la descripción, se incluían numerosos enlaces a páginas web de contenido abiertamente racista. Esta circunstancia, sin embargo, no puso sobre la pista a las autoridades alemanas, que no habían dispuesto ningún operativo previo de vigilancia. El terrorista no estaba bajo el radar.

La Policía asegura el bar de shisha donde fue perpetrado el atentado
Los atentados concretos, síntomas de un fenómeno más amplio

“No se puede imaginar una noche peor. Nos dará qué pensar durante mucho, mucho tiempo y permanecerá como un recuerdo triste. Estoy profundamente conmovido”, ha declarado el alcalde de Hanau Claus Kaminsky. Su ciudad, que apenas cuenta algo más de 100.000 habitantes, ha sido el escenario de una tendencia que, por desgracia, se está consolidando en lo que se suele conocer como países occidentales: los procesos de radicalización violenta cada vez son más corrientes entre grupos de supremacistas blancos o neonazis que, además, suelen dar pábulo a teorías de la conspiración.

El caso de Rathjen es paradigmático, pero no es aislado. Otros atentados, como los perpetrados por Brenton Tarrant contra dos mezquitas de Christchurch y Robert Bowes en la sinagoga Árbol de la Vida de Pittsburgh, dan cuenta de que esta dinámica se encuentra en auge. Los datos lo prueban. Según los últimos registros publicados por el Instituto para la Economía y la Paz de Londres, los atentados de inspiración ultraderechista han aumentado un 320% en el último lustro. Hace apenas unas semanas, eran detenidas en Alemania doce personas de una banda neonazi dispuesta a atentar.

Un hombre coloca velas y flores en un homenaje improvisado a las víctimas del atentado de Hanau

La imitación es recurrente en este tipo de terrorismo. De hecho, en la tarde de este mismo miércoles, se ha registrado otro incidente en una mezquita en Regent’s Park, Londres, en la que un individuo ha entrado armado con un cuchillo. Según medios británicos, el hombre ha apuñalado en el cuello a un fiel. La víctima, ha sido trasladada al hospital, pero no corre peligro.

El laboratorio de ideas estadounidense The Soufan Group sugiere que las organizaciones terroristas neonazis cultivan amplias conexiones en diferentes partes del globo. En el documento ‘White supremacy extremism: the transnational rise of the violent white supremacist movement’, publicado el pasado mes de septiembre, esta entidad califica al extremismo supremacista blanco como un “reto transnacional” que debe ser tratado en consecuencia.

Precisamente, esta transnacionalidad de sus redes se perfila como una de las similitudes entre el terrorismo supremacista blanco y el de corte yihadista, además de sus métodos de propaganda en redes, reclutamiento y financiación. No obstante, las medidas dispuestas a nivel gubernamental en la mayoría de los países no son las mismas en un caso que en el otro. El terrorismo supremacista blanco todavía no ha recibido la misma atención en las instancias oficiales. Y nada hace pensar que esta oleada vaya a detenerse por sí sola. 
 

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