El proceso de administración de vacunas en el continente africano llegará dentro de unos seis meses

Dudas sobre la campaña de vacunación contra el coronavirus en África

photo_camera AP/THEMBA HADEB - Las personas afectadas por la crisis económica del coronavirus hacen cola para recibir donaciones de alimentos en el asentamiento informal de Iterileng, cerca de Laudium, al suroeste de Pretoria (Sudáfrica), el miércoles 20 de mayo de 2020

Mientras comienza la campaña de vacunación en Europa con la vacuna de BioNTech- Pfizer, el continente africano todavía tendrá que esperar alrededor de seis meses para que comiencen las primeras vacunas. Debido al coste de producción y transporte que tienen estas vacunas, 46 países africanos de los 54 que conforman el continente esperan atentamente al suministro de la iniciativa COVAX de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Logísticamente se necesitarán 1.500 millones de vacunas para poder vacunar al 60% del continente y, por tanto, conseguir la inmunización del grupo. Se necesitan dos vacunas por persona para obtener una verdadera protección. El coste de inmunizar al 60% del continente será de 10.000 millones de dólares. El director del CDC africano John Nkengasong teme que no haya suficientes vacunas para todos los africanos. Hoy en día se están desarrollando seis principales vacunas que ya han comenzado los ensayos clínicos en humanos. En noviembre de 2020, tres de esas vacunas empezaron a dar resultados muy positivos en la fase tres de los ensayos clínicos: la vacuna de Pfizer/BioNTech, conocida como la vacuna europea, Moderna y Oxford-AstraZeneca. Tanto la vacuna de Oxford como la de Pfizer/BioNTech han sido probadas en África con resultados prometedores. Las tres han sido aprobadas recientemente como vacunas seguras y eficaces en la Unión Europea. 

A pesar de los resultados positivos y aunque hubiera vacunas para todos los africanos, uno de los principales problemas a los que se enfrentan las vacunas es la refrigeración. La vacuna de Pfizer necesita que se mantenga a una temperatura de -70 grados, lo que supone un problema logístico importante en un país en el que la electricidad no está asegurada. Incluso en las capitales se producen cortes intermitentes de luz, lo que podría suponer que se estropeasen las vacunas. Las otras dos vacunas necesitan una temperatura de entre 2 y 8 grados, por lo que necesitan también de una cadena logística que asegure la conservación a esa temperatura. Aunque ya están comenzando los preparativos para crear sistemas de refrigerio fiables en muchos países africanos, se teme que no sean suficientes. Un tercer problema es la resistencia de la población a ser vacunados, en la conciencia colectiva, algunos africanos temen ser utilizados como “consejillos de indias” de las vacunas. Por ello, las campañas de sensibilización y de promoción van a ser cruciales para la vacunación en África. 

Una persona usa una máscara facial para protegerse contra el coranavirus, en un centro comercial de Khayelitsha en Ciudad del Cabo, Sudáfrica

Aunque se hable solo de la vacuna desarrollada por el programa COVAX, lo cierto es que hay otros países produciendo y vendiendo vacunas para el continente africano, sobre todo, China y, en menor medida, Rusia. Con respecto a la vacuna China, países como Marruecos, Emiratos y Egipto han participado en la tercera fase clínica de la vacuna producida por el grupo CNBF (China National Biotec Group). Cuando la vacuna china esté ya lista para ser distribuida en África, Egipto será quien la produzca, habiéndose firmado un acuerdo entre ambos Gobiernos. La red de distribución se hará a través de la fundación Jack Ma y la aerolínea Ethiopian Airlines. La vacuna china tiene inconvenientes: por un lado, expertos internacionales de varios institutos de investigación (Johns Hopkins, entre otros) avisan de que la vacuna china puede no funcionar en África al estar desarrollada basándose en el adenovirus-5 al que muchos africanos han sido ya expuestos y podrían ser inmunes. En segundo lugar, de acuerdo con el artículo publicado en China Africa Project, con la distribución de material de protección llevado acabo también por la fundación Jack Ma en África, ha habido varios casos de corrupción en Kenia, Sudáfrica y Tanzania, ya que la Fundación ha entregado a los Gobiernos los materiales PPE, pero estos no han sido distribuidos a su población. Por tanto, se temen problemas similares en el reparto de las vacunas COVID. En cuanto a la vacuna rusa, la Sputnik V, el Gobierno ruso también está firmando acuerdos con 20 países para distribuir su vacuna en cuanto esté lista. Entre estos 20 países se encuentra Argelia. La vacuna rusa también ha sido criticada por no haber pasado todos los ensayos clínicos que normalmente sí se realizan en otros países. Por su parte, la Unión Europea todavía no ha diseñado un plan para vender vacunas en África, pero sí que ha decidido contribuir en una mayor medida al fondo COVAX, con 500 millones de euros, que permitirán hacer, según los cálculos de la Comisión Europea, un billón de dosis. 

La disparidad entre los países africanos también se nota en su capacidad para participar en ensayos clínicos y adquirir las vacunas. Algunos países como Marruecos ya tienen compradas las vacunas de Oxford-AstraZeneca, otros como Sudáfrica han sido parte activa de los ensayos clínicos de varias vacunas occidentales, como los llevados a cabo por la Universidad de Witwatersrand en asociación con la Universidad de Oxford. 

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