La Gran Presa del Renacimiento Etíope arrastra una disputa diplomática desde mayo de 2011

Egipto solicita un acuerdo “lo antes posible” sobre la presa etíope

ADWA/YIRGA MENGISTU - Vista general de la Gran Presa del Renacimiento Etíope

El Gobierno de Egipto ha pedido un acuerdo trilateral sobre la presa que está siendo construida por las autoridades etíopes en el Nilo Azul, el principal afluente del río Nilo que nace en Etiopía y discurre por Sudán. La solicitud ha sido requerida previo inicio de la segunda fase del llenado de la infraestructura. Egipto, Sudán y Etiopía han reanudado las negociaciones tras un mes de impasse. 

La Gran Presa del Renacimiento Etíope, conocida como GERD por sus siglas en inglés, ha sido objeto de disputa entre Egipto, Sudán y Etiopía. Los tres participaron el pasado domingo en una cumbre virtual moderada por Sudáfrica, que actualmente ostenta la presidencia de la Unión Africana (UA), y con presencia de observadores y expertos internacionales. Las conversaciones se prolongarán, en principio, a lo largo de esta semana.

La presencia de los expertos de la UA fue petición expresa de Sudán ante la falta de avances en las rondas previas. Sin embargo, mientras que Jartum catalogó su actuación como “insuficiente” por su indefinición a la hora de tomar cartas en el asunto, la delegación etíope trasladó su aprobación a un borrador presentado por los expertos de la Comisión de la UA y ha apostado por usarlo como documento base para las negociaciones, según medios etíopes. 

Egipto, que ha catalogado la disputa como “amenaza existencial”, ha defendido a través del Ministerio de Exteriores la necesidad de que las partes logren un acuerdo “que satisfaga los intereses mutuos de los tres países y, a la vez, garantice los derechos al agua y los intereses de Egipto”

Una fuente de tensiones

El GERD, construido en la región de Benishangul-Gumaz a 15 kilómetros de la frontera etíope con Sudán, ha sido motivo de controversia entre los tres países desde que comenzó su construcción. El ambicioso proyecto, iniciado en 2011 por Etiopía, prometía unos ingresos de 4.600 millones de dólares y ser un motor de desarrollo para el rescate de millones de personas de la pobreza

Etiopía ha advertido que no aceptará ningún acuerdo que limite su derecho a utilizar las aguas del Nilo, indicando su compromiso de concluir negociaciones y alcanzar un pacto. Además, la construcción de la infraestructura está completa en un 78%, según el Ministerio de Riego de Etiopía.

Etiopía espera convertirse en el mayor generador y exportador de electricidad del continente. Para el país dirigido por Abiy Ahmed, este proyecto supone una tabla de salvación para su economía y, según los expertos, un respiro en mitad de la tensión política que se respira tras el aplazamiento de las elecciones generales de agosto de 2020 a mayo de 2021 y en medio del conflicto en la región de Tigray.

Egipto, por su parte, depende considerablemente del agua dulce del Nilo. Desde el inicio de las negociaciones ha expresado su temor de que la GERD afecte negativamente su suministro de agua y ha insistido en que se tomen medidas para proteger a los países río abajo en caso de sequía durante el proceso de llenado de la presa.

Un decenio entre disputas

El acuerdo lleva encallado más de una década. Los tres países han celebrado varias rondas de conversaciones desde que Etiopía lanzó el proyecto GERD en mayo de 2011, pero aún no han llegado a un acuerdo sobre el llenado y funcionamiento del enorme embalse de la presa. 

Los Gobiernos de Egipto, Etiopía y Sudán alcanzaron el 31 de enero de 2020 un principio de acuerdo sobre los principales puntos de disputa y se comprometieron a firmar el documento final a finales de febrero. Aunque finalmente Adís Abeba abandonó las conversaciones antes de firmar un acuerdo tan solo rubricado por Egipto.

El 26 de junio los tres Estados acordaron evitar cualquier acción de carácter «unilateral» sobre la presa –incluido el llenado de su embalse– hasta la existencia de un acuerdo vinculante. No obstante, Etiopía comenzó en julio la primera fase del llenado. 

Los contactos trilaterales se retomaron el 27 de octubre bajo mediación de la UA tras siete semanas en el dique seco, y ante un repunte de las tensiones después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, dijera que Egipto podría “volar” la presa. El pasado noviembre, Jartum boicoteó las negociaciones instando a la UA a desempeñar un papel más importante. La mediación de la Unión Africana dio comienzo en julio, después de que las negociaciones entre los tres países se estancaran por segunda vez tras una serie de contactos mediados por Estados Unidos y el Banco Mundial en febrero de 2019. Tras numerosos fracasos, Egipto espera firmar el acuerdo “lo antes posible”.

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