Las partes siguen discrepando sobre el inicio de las operaciones de llenado de agua de la infraestructura

Egipto y Etiopía vuelven al diálogo sobre la Gran Presa del Renacimiento

photo_camera AFP/EDUARDO SOTERAS - Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD)

El primer episodio de la guerra por el agua parece no tener fin. Casi diez años después de que Etiopía anunciara el proyecto para la construcción de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD, por sus siglas en inglés), todavía no se ha logrado un acuerdo con los otros dos países involucrados en la gestión de los recursos hídricos, Egipto y Sudán. En el último año, las negociaciones se han retomado y se han suspendido en reiteradas ocasiones, pudiendo lograrse un entendimiento hasta el 90% de los asuntos en disputa, y quedando un 10% pendiente de resolver, según ha informado recientemente el ministro de Información de Sudán, Faisal Saleh. ¿El motivo? La fuerte discrepancia entre Addis Abeba y El Cairo sobre el llenado de la presa: el tiempo, el proceso y la cantidad, que compromete el acceso de Egipto a su principal fuente de agua dulce, pudiendo disminuir en un 25% durante tres años o más. Hasta el momento, Jartum ha adoptado un papel más de mediador en el conflicto que como parte activa.

Este lunes, el ministro de Riego y Recursos Hídricos de Sudán, Yasser Abbas, ha anunciado que sus homólogos egipcio y etíope, Mohamed Abdel Aati y Seleshi Bekele, respectivamente, han acordado retomar las negociaciones, a instancias del primer ministro sudanés Abdalla Hamdok. La reunión, que está prevista para la jornada de este martes, buscará avanzar en “un acuerdo integral que satisfaga los intereses de los tres países y haga realidad las aspiraciones de sus pueblos”. Aunque todavía se desconocen los puntos en la agenda del encuentro, Al-Ain ha desvelado que se discutirán “cuestiones de procedimiento relacionadas con el papel de los observadores y las cuestiones pendientes de negociación”. El encuentro contará también con la presencia de tres observadores procedentes de Estados Unidos, Sudáfrica y la Comisión de la Unión Europea.  

Cabe recordar, en este punto, que Egipto, Etiopía y Sudán estuvieron a punto de cerrar un entendimiento el pasado mes de febrero tras el impulso a las negociaciones propiciado por la Casa Blanca y el Banco Mundial, que se han erigido como los grandes mediadores en el conflicto. Sin embargo, la negativa a última hora de Addis Abeba de aceptar los términos del acuerdo echó por tierra todos los esfuerzos realizados hasta el momento. Así, en estos últimos cuatro meses, los acontecimientos se han precipitado y las posturas parecen más distantes que nunca. A principios del mes de abril, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, anunció de forma unilateral que comenzaría a llenar la prensa en la próxima estación de lluvias, esto es, entre verano y otoño de 2020. En la práctica, esto supondría el almacenamiento de 4.900 millones de metros cúbicos en julio de agua procedente del río Nilo. El objetivo es que, dentro de un año, se haya llenado la GERD con más de 18.400 millones de metros cúbicos.

Esto fue rápidamente denunciado tanto por Sudán como por Egipto. En el primer caso, Jartum se negó a aceptar un acuerdo de forma bilateral con Addis Abeba. Además, este mismo lunes, el ministro de Información sudanés, Faisal Saleh, declaró que las operaciones de llenado de la presa no deberían comenzar sin el consenso entre los tres países, puesto que violaría el principio 5 del Acuerdo de la Declaración de Principios del año 2015, que Etiopía ratificó, en el que se estipula que el llenado no se iniciará hasta que las partes hayan alcanzado un acuerdo sobre ello. Mientras, en el segundo, El Cairo optó por poner a sus fuerzas armadas “en un estado de la más alta alerta”. Entonces, Etiopía respondió con el despliegue de misiles en su territorio como medida disuasoria. 

Aun con este escenario, el responsable sudanés Yasser Abbas se ha mostrado optimista sobre el devenir de las conversaciones. “El ministro expresó confianza en la capacidad de los tres países para superar los obstáculos actuales y alcanzar un acuerdo que aborde y absorba los problemas relacionados con el llenado y la operación de la GERD. Abbas reiteró la adhesión de Sudán a su posición de principios de negociar de buena fe y respetar las normas pertinentes del derecho internacional, así como proteger los intereses de Sudán”, según ha podido saber Al-Ain.

Por su parte, en un comunicado publicado por la oficina del primer ministro etíope como previa a la nueva reunión, se asegura que Etiopía no está “tratando de dañar a otros países” con la construcción de la presa, puesto que para el país representa una necesidad, al haber actualmente más de 50 millones de habitantes sin acceso a la electricidad.

Sin embargo, según ha podido saber The Africa Report, “el optimismo cauteloso ahora se ha complicado por el envío de una carta sudanesa al Consejo de Seguridad de la ONU en la que se alinea con las demandas de Egipto”, poniendo “en duda la posibilidad de un acuerdo antes de que comience el llenado del depósito de la GERD”. 

Mapa de África Oriental que muestra el Nilo y la Gran Presa del Renacimiento Etíope
Rusia apoya las negociaciones

Según ha informado el medio local Walta Info, el embajador ruso en Etiopía, Evgeny Terekhin, se ha reunido con el ministro de Relaciones Exteriores del país africano, Gedu Andargachew. Durante el encuentro, el jefe de la misión diplomática rusa ha instado al tripartito a resolver los problemas de acuerdo con el derecho internacional y los principios aceptados y ha reiterado la “disposición de Rusia para ayudar a Etiopía, Sudán y Egipto a lograr acuerdos mutuamente beneficiosos en sus negociaciones sobre la GERD”.

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