El acercamiento entre Egipto y Turquía se debilita
Los acercamientos entre Turquía y Egipto siguen en la cuerda floja, a pesar de que ambos han comenzado a dibujar los primeros pasos para acordar una cooperación diplomática. Mientras que Turquía sigue elogiando abiertamente el papel de Egipto en la región, el país árabe no muestra el mismo entusiasmo a la hora de tratar a Turquía.
Para el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, las conversaciones entre Egipto y Turquía siguen “en su punto más bajo”, a pesar de que para Erdogan “no hay ningún obstáculo que impida que exista un entendimiento mutuo”.
En este aspecto, Erdogan denuncia que no ve por parte del país egipcio el mismo “afán y entusiasmo” por seguir acercando posturas, algo que deteriora sus intentos por tratar de salir de su aislamiento particular para dar comienzo a la construcción de relaciones con los países de la región, con especial atención a aquellos países que forman parte de la región MENA. En esta línea, los designios de Turquía por acercase a Egipto también vendrían derivados de los intentos por parte de Erdogan de conseguir ventajas en el Mediterráneo Oriental, lo que también le ha hecho acercarse a países como Libia y mantener abiertas las negociaciones con Grecia.
Y es que, por el momento, para Egipto estas declaraciones por parte de Erdogan no son suficientes para consolidar el entendimiento. El islamismo, el apoyo de Turquía a los Hermanos Musulmanes, así como las constantes sospechas y denuncias que recaen sobre el país turco que le acusan de emplear mercenarios yihadistas en guerras como la de Siria son factores que no convencen a Egipto y a su presidente, Abdel Fattah al-Sisi.
A pesar de que en septiembre del año 2021 Turquía y Egipto protagonizaron un encuentro histórico después de casi una década de distanciamiento por las posturas dispares sobre la Hermandad musulmana, las relaciones siguen atravesando momentos complicados.
En un primer momento fue Egipto quien tendió la mano a Turquía con el fin de terminar con la influencia islamista. En este sentido una cooperación abierta entre Turquía y Egipto supone un duro golpe para la Hermandad ya que el país turco se ha posicionado como principal refugio de estos. Sin embargo, en las relaciones entre el Cairo y Ankara, Al-Sisi se muestra prudente a la hora de llegar a un entendimiento con Turquía por los vínculos que este último establece con los islamistas en Egipto. En este sentido, Egipto ha demandado la extradición de 10.000 miembros de la organización islamista que se encuentran en Turquía, algo que todavía no se habría efectuado.
Ucrania cumple cinco meses en guerra. En todo este tiempo Europa junto con Estados Unidos y los países de Oriente Medio han protagonizado, en tiempo récord, una carrera de fondo por conseguir pactos que consoliden su poder e influencia en las diferentes regiones.
Mientras que Europa y Estados Unidos han unido fuerzas para denunciar la invasión rusa, al tiempo que no han dejado de enviar tanto ayuda armamentística como económica al país ucraniano, otros países, como es el caso de Turquía, han ido conformándose como Estados que tratan de ejecutar un papel de mediación entre Rusia y Ucrania para dar una imagen internacional de “país fiable”.
En el caso de Turquía, el país otomano sigue jugando entre los dos lados. Por un lado, desde un primer momento este condenó las acciones rusas sobre Ucrania, pero, al mismo tiempo, se ha negado a participar en las sanciones impuestas a Rusia por parte de Occidente, incluso siendo miembro de la OTAN.
El peso del mar Negro, así como la posición geoestratégica turca junto con los vínculos comerciales que mantiene tanto con Moscú como con Kiev, además de los intereses comunes que mantiene con Rusia en países como en Siria, son piezas claves a la hora de tratar de entender el papel de Turquía como agente diplomático.
Con esta estrategia, diplomáticamente similar a la que harían otros países como China, Turquía trata de hacer su camino para satisfacer las ambiciones de su presidente, Recep Tayyip Erdogan, que trata de hacer de Turquía una potencia regional, a pesar de las crisis internas que atraviesa. Así, el país turco quiere hacer valer su presencia sin posicionarse de manera fidedigna en ninguno de los lados. Esta situación ha propiciado que Ucrania y Rusia hayan aceptado llevar a cabo encuentros con Turquía con la intención de conocer los intereses del otro, aunque no se haya acordado nada de manera oficial.
