Los dos países se han comprometido a impulsar el puerto de Chabahar, la puerta al Océano Índico

El acercamiento entre India e Irán marca la agenda geoestratégica regional

AFP/ATTA KENARE - El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif (R), da la bienvenida a su homólogo indio Subrahmanyam Jaishankar en la capital Teherán, el 22 de diciembre de 2019

“Las relaciones entre Irán e India son antiguas, históricas e irrompibles”, publicaba en su cuenta de Twitter el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif, al término de una reunión en Teherán con su homólogo indio, Subrahmanyan Jaishankar.

Los representantes de las dos superpotencias nucleares -Irán acaba de anunciar que este lunes entrará en funcionamiento el circuito secundario del reactor de agua pesada de Arak; e India, por su parte, ha presentado el misil balístico nacional más potente, el K-4 con capacidad nuclear- han mantenido un encuentro en la capital iraní con el objetivo de “revisar todos los proyectos de cooperación” activos entre ambos países, así como de explorar nuevos horizontes de intereses comunes. 

Entre ellos, sobresale, sin duda alguna, el puerto iraní de Chabahar, situado en la provincia de Sistán-Baluchistán, cuya triangulación con el punto estratégico de Gwadar, ubicado en la provincia paquistaní de Baluchistán, le permite a Irán explotar un gasoducto que conecta el golfo Pérsico con Pakistán. “Es el mejor punto de acceso de Irán al Océano Índico. Es muy importante para su desarrollo hacia el este. Servirá para aumentar el tránsito en el norte del Océano Índico y Asia Central”, exponen desde el medio iraní Press TV. “Chabahar está estratégicamente ubicado como el puerto más grande Irán fuera del Golfo y ofrece acceso abierto al Océano Índico”, detalla el analista Syed Fazl-e Haider.

La infraestructura portuaria está siendo desarrollada de forma conjunta entre India, Irán y Afganistán y como explica el analista Lalit Kjha, “se considera una puerta de entrada a las oportunidades de oro para el comercio de los tres países con naciones de Asia Central”. El pasado viernes 20 de diciembre, se celebró la segunda reunión del Comité de Seguimiento para la implementación del acuerdo trilateral, en la que los tres Estados “acogieron con beneplácito el progreso constante en las operaciones del puerto”.  

Puerto de Shahid Beheshti en la ciudad costera iraní de Chabahar, en el Golfo de Omán, el 25 de febrero de 2019

Cabe recordar, en este punto, que en mayo de 2016, India e Irán firmaron un memorándum de entendimiento por el cual el primero se comprometía a equipar y operar las dos terminales del puerto con una inversión de 85,21 millones de dólares bajo un contrato de diez años. La primera fase, el puerto Shahid Beheshti operado por India Ports Global LTD Company, se puso en marcha hace justo un año. Otra de las conclusiones del encuentro trilateral en este sentido fue el compromiso que adquirió Nueva Delhi de invertir 500 millones de dólares en Chabahar.

Por su parte, para el país liderado por Narendra Modi, la infraestructura portuaria también es crucial para sus intereses: le permite evitar a Pakistán y acceder a los mercados de Afganistán y Asia Central. En este contexto, India está trabajando en una línea ferroviaria que conecta Irán con Afganistán, todo ello orientado a facilitar la conectividad. Según ha informado el medio local Indian Express, Nueva Delhi se ha comprometido a invertir 1,5 mil millones de dólares para construir una red de carreteras y trenes que unan al país con Irán y Afganistán.

Del mismo modo, posibilita una ruta alternativa para su comercio en Europa, ya que actualmente se realiza a través de la ruta más larga y costosa del mar Rojo-Canal de Suez-mar Mediterráneo. Asimismo, cabe destacar que Irán se configura como el tercer mayor suministrador de petróleo de India solo por detrás de Irak y Arabia Saudí.

Al igual que el resto del sector exportador iraní, el puerto de Chabahar está sometido a las sanciones estadounidenses. Sin embargo, el pasado 19 de diciembre, la Administración Trump decidió conceder a India una “exención estrecha” para continuar con los trabajos de construcción. El motivo que alega la Casa Blanca es que “el proyecto estratégico es un salvavidas para que Afganistán, devastado por la guerra, obtenga suministros humanitarios de India”. En el año 2017, se produjo el primer envío de trigo. No obstante, un alto funcionario estadounidense aseguró que la medida excepcional solo estará activa si la Guardia Revolucionaria Iraní no participa en la actividad económica del puerto.

Estados Unidos ya aprobó una exención de este tipo a India en noviembre de 2018, pero el proyecto se quedó estancado porque los proveedores europeos y chinos que habían ganado la oferta para suministrar equipos se mostraron reacios a entregar los pedidos “por temor a un impacto adverso en sus negocios” con el gigante norteamericano, como recoge el analista Moushumi Das Gupta.

Ceremonia de inauguración de nuevos equipos e infraestructuras el 25 de febrero de 2019 en el puerto de Shahid Beheshti, en la ciudad costera iraní de Chabahar
La seguridad del Golfo

Además de los intereses comerciales, otros puntos cruciales han copado la agenda de la cumbre entre los dos responsables de Exteriores, pues solo con un escenario geográfico seguro y estable, las oportunidades para la expansión y el desarrollo económico pueden materializarse.

Así, el ministro indio Subrahmanyan Jaishankar ha reiterado la idea que le transmitió el primer ministro Modi al presidente iraní, Hassan Rohaní, cuando se reunieron a principios de diciembre con motivo de la 74ª sesión de alto nivel de la Asamblea General. “India prioriza la diplomacia, el diálogo y el fomento de la confianza para mantener la paz y la seguridad en el golfo Pérsico”, aseveró entonces el jefe del Gobierno.

La cuestión nuclear

Como se ha expuesto anteriormente, tanto India como Irán ocupan, actualmente, el puesto de superpotencias nucleares en la esfera global. Por ello, sus oportunidades de cooperación en este ámbito representan un asunto de suma importancia y consideración mundial. El analista Santiago Mondéjar explica, en este sentido, que “Teherán ha desarrollado en los últimos tiempos una tecnología muy avanzada de misiles de corto alcance, una cuestión en la que India va detrás”. Las sinergias de colaboración entre los dos Estados se producen porque mientras que el primer país tiene el tipo de misiles requerido para uso táctico, el segundo posee las ojivas nucleares y el know-how.
 

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