Los insurgentes se han hecho con el control de cinco capitales provinciales en apenas tres días

El avance talibán en Afganistán se consolida ante la retirada de las tropas internacionales

photo_camera AFP/ ANPREET ROMANA - Regimiento de Marines de la 2ª Brigada Expedicionaria de Marines en el Campamento Dwyer en la provincia de Helmand en Afganistán

Afganistán experimenta un recrudecimiento de la violencia mientras los talibán intensifican su ofensiva a lo largo de todo el territorio. Los insurgentes han conseguido hacerse con el control de cinco capitales provinciales en tres días, coincidiendo con la retirada total de las tropas internacionales.

Tras varios días de intensos combates los fundamentalistas han capturado las norteñas ciudades de Kunduz y Sar-e-Pol, capitales de las provincias homónimas, y la nororiental Taloqan, capital de Takhar. El control de Kunduz supone un duro golpe para las autoridades afganas ya que posee un gran valor estratégico al conectar varias provincias y hacer frontera con Tayikistán. Los talibán confirmaron que habían capturado la sede de la policía, el recinto del gobernador y la prisión de Kunduz. Esta capital regional ya había caído en mano de los insurgentes en 2015 y 2016.

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La toma de estas tres capitales de provincia se produce un día después la toma de Sheberghan, capital de la provincia noroccidental de Jawzjan, fronteriza con Turkmenistán, y la caída de Zaranj, capital de la suroccidental Nimroz, que limita con Irán, lo que implica la perdida de tres capitales provinciales en apenas tres días para las autoridades afganas. Los talibán iniciaron el pasado mes de mayo una ofensiva a lo largo del territorio coincidiendo con el inicio de la retirada del Ejército estadounidense y por ende las tropas internacionales.

El pasado mes de abril el presidente estadounidense, Joe Biden, anunciaba la salida de todas sus tropas del país centroasiático. La noticia ha provocado un avance sin precedentes de los insurgentes, sobre todo, en las zonas rurales del país, pero en la última semana los talibán han llevado a cabo varias ofensivas contra capitales regionales. Ante el rápido avance de los fundamentalistas, Estados Unidos ha intensificado sus ataques aéreos. “Las fuerzas estadounidenses han desplegado estos últimos días varios ataques aéreos para defender a nuestros socios afganos”, señaló la comandante Nicole Ferrara, portavoz del Mando Central del Ejército.

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El Gobierno de Kabul y los insurgentes han protagonizado varias rondas de conversaciones en el contexto del proceso de paz afgano que culminó con la firma de un histórico acuerdo entre Estados Unidos y los talibán en febrero de 2020, por el que el país norteamericano se comprometía a retirar las tropas internacionales del país centroasiático a cambio de que los insurgentes se sentaran a negociar con las autoridades afganas así como la reducción de la violencia. En estos acuerdos de 2020, Estados Unidos impuso como requisito a los fundamentalistas no llevar a cabo ataques en las grandes ciudades afganas, pero ante la inminente retirada de las tropas internacionales la lucha en las capitales de provincia se ha recrudecido.

Asimismo, los insurgentes, antes de lanzar las diversas ofensivas sobre las capitales, han reivindicado el asesinato contra el jefe de comunicación del Gobierno afgano, así como el ataque contra la residencia del ministro de Defensa, el general Bismillah Mohammadi, que resultó ileso, pero provocó la muerte de ocho personas. Los talibán han advertido de que llevarán a cabo operaciones contra altos cargos en respuesta a la intensificación de los bombardeos. La toma de cinco capitales provinciales en a penas tres días pone en entredicho la capacidad de actuación de las Fuerzas de Seguridad Afganas que sin el apoyo de las tropas internacionales ha sido incapaz de contener el avance talibán.

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La enviada de la ONU para Afganistán, Deborah Lyons, durante una sesión especial subrayó que “Afganistán se encuentra ahora en un peligroso punto de inflexión” e instó a los talibán a que detuvieran “la ofensiva contra las ciudades afganas”. Por su parte, El Ejército afgano está intensificando sus combates para recuperar el territorio perdido, con choques en al menos 19 de las 34 provincias afganas, que han dejado aproximadamente 572 insurgentes muertos y 309 heridos en las últimas 24 horas, según informa el Ministerio de Defensa.

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