La lira turca vuelve a perder valor debido a la falta de moneda extranjera

El Banco Central de Turquía pierde reservas por valor de 2.000 millones de dólares

photo_camera REUTERS/Murad Sezer - Oficina de cambio de divisas en Estambul, Turquía

Nuevas complicaciones para la economía turca. El Banco Central de la nación ha perdido en la última semana hasta 2.000 millones de dólares de reservas de divisas, según un informe semanal de la entidad recogido por la versión digital del diario Al-Ain. La primera consecuencia de esta escasez de moneda extranjera ha sido la devaluación de la lira turca, que hace una semana ya registró su nivel más débil desde el pasado mes de mayo. 

La moneda turca ha perdido en dos años hasta un 36% de su valor, debilitándose frente al dólar y al euro. Para paliar esta situación, el Banco Central de Turquía ha decidido recortar de nuevo los tipos de interés hasta el 10,75%. “La caída de la tasa de interés, junto con la venta masiva de los mercados emergentes y las preocupaciones sobre el conflicto en Siria, ha acumulado una gran presión sobre la moneda”, han explicado los analistas Laura Pitel, Tommy Stubbington y Anna Gross en declaraciones al diario Financial Times. 

La agresiva política exterior del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, está haciendo mella en la economía. A pesar de los esfuerzos del Gobierno, como la reducción del IVA, la congelación de las facturas de gas y de luz o la bajada de los tipos de interés, los indicadores macroeconómicos empeoran semana a semana. El despliegue de fuerzas en Libia y Siria está teniendo un alto coste para la hacienda otomana, que se está tratando de paliar con la impresión de más papel moneda. Esto debilita la credibilidad monetaria del país y ahuyenta a los inversores de Turquía. El analista Güldem Atabay ya pronosticó a semana pasada al diario local Ahval News que los inversores extranjeros abandonarán el mercado turco en masa. Bloomberg ha registrado que la inversión extranjera total en acciones turcas ha caído hasta 1.600 millones de dólares en términos interanuales.

La lira turca sufrió el mes pasado su peor período desde septiembre de 2018 como consecuencia de la incursión militar turca en el norte de Siria. La comunidad internacional se opone a la política exterior de Turquía en Siria y en Libia y eso también está afectando a las relaciones internacionales con el resto del mundo y por ende a las relaciones comerciales del país. 

La disminución de la lira turca frente al dólar estadounidense ha provocado un aumento de precios y servicios en el mercado turco y ha llevado las tasas de inflación a niveles récord durante el último trimestre de 2018. De hecho, un informe oficial ha constatado que las tasas de inflación se han vuelto a disparar en Turquía. “Todo se ha encarecido. Yo he notado al ir a la compra que no podía adquirir todo lo que necesitaba. La carne roja es lo más caro, poca gente puede permitírsela”, explica Seda Dönder, desempleada turca de 27 años. “Con 50 liras no puedes comprar ni un kilo de carne”, denuncia Cumhur Erol, médico de 40 años. 

La inflación fue del 12% durante el pasado mes de febrero y creció por segundo mes consecutivo. La Autoridad de Estadísticas de Turquía ha explicado en un comunicado que el aumento del índice general de precios al consumidor se produjo el pasado febrero, en un 0,35% mensual, un 12,37% anual y en un 1,71%, en comparación a diciembre de 2019. “En esta crisis económica han quebrado muchos negocios”, explica Cumhur Erol. Además, la pérdida de valor de la lira ha afectado a las empresas porque ha encarecido las importaciones y los precios de producción. También tienen dificultades para devolver los préstamos adquiridos en otras divisas en época de bonanza.

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