El Bayern seca a Lewandowski y devuelve al Barça a la realidad de la Champions
El fútbol alemán está de moda. La Bundesliga pierde tirón como competición, pero sus equipos están bien preparados. Bayern de Munich, Bayer Leverkusen, Eintrach, Leipzig y Dortmund disputan la Champions de esta temporada con el reto de llegar muy lejos, hasta la final de Estambul.
El Barça volvía al lugar del crimen. A ver a su ogro en las últimas temporadas con el que todavía tienen pesadillas los aficionados. Hasta Xavi pidió que se valorase a su Barça después de este partido en Alemania ante un rival de su nivel.
El 2-0 para el Bayern es un suspenso para Xavi que sigue empeñado en declararse ganador a los puntos tras cada derrota. “Nos merecimos ganar”, comentó sin el mínimo atisbo de sonrojo en su cara.
Es cierto que este Barça no es el de la temporada pasada, ni el de Koeman. Hay otros jugadores, más calidad y hay gol. Lewandowski volvía a su casa y fue recibido con una ovación, aunque sus maneras de abandonar el club fueron indignas. El delantero polaco tuvo varias ocasiones de gol claras que incomprensiblemente falló.
El Barça atrás no acaba de encontrar la manera de imponerse a los delanteros. Piqué juega poco y lo poco que juega no es como para ponerse a esprintar persiguiendo a rivales. Araújo es un tipo fuerte para los choques, pero en el gol de Sané se le vio lento en la carrera. Busquets ya no ejerce de tapón en el centro del campo con la solvencia de otras temporadas.
El equipo tiene alguna laguna que lastra el buen trabajo de otros como Gavi, Pedri o Raphina. El Bayern tuvo cinco minutos gloriosos en los que apuntilló al Barça. Primero en un córner donde Marcos Alonso falla en la marca y permite el remate de Hernández y después en una mala presión que permitió una contra que Sané definió con calidad.
Con el Plzen fuera de combate con cero puntos, el Barça se juega su futuro en la competición con el Inter. Y su imagen con el Bayern en casa.
Simeone ya se ha cansado de la situación de Griezmann en el Atlético. Lo de jugar 60 minutos tuvo su gracia como medida de presión, pero ya es insostenible. “Jugamos mejor con Griezmann en el campo”, aseguró Simeone tras caer 2-0 con el Leverkusen. Un aviso a la directiva para que se ponga las pilas y negocie una compra con el Barça. Si no son los 40 millones de euros, que se queden en 25 y el francés pueda rendir 90 minutos y se vea integrado.
Grbic volvió a ocupar la portería del Atlético por la baja de Oblak. El croata no supone un problema para la defensa del Atlético, el problema es que el resto del equipo no carbura y tiene demasiada prisa por hacer goles.
Morata marca cuando la jugada está bien trenzada y el balón le llega claro. Le cuesta bajar al barro y luego estar arriba. Joao Félix se juega acabar la temporada cedido si no termina de arrancar y dejar de ser un jugador intrascendente.
Simeone acabó metiendo a Cunha y a Correa y atacando en exceso para lo que es habitual en él. Se arrepintió de ello en la sala de prensa y dejó caer el mensaje a los que le piden más alegría en el juego de que él así no sabe ganar partidos.
Los tiempos del Qarabag se repiten. El grupo del Atlético tiene al Brujas líder con 6 puntos y al Leverkusen y al Atlético con tres. Queda escondido el Oporto sin puntuar lo que convierte al cuadro en un grupo de la muerte en el que el Atléti debe saber navegar para ganarse la clasificación en casa.
