Cerca de 2.000 mercenarios habrían luchado junto con el Ejército azerbaiyano, con el apoyo de Turquía, en la última escalada del conflicto

El Consejo de Europa confirma el uso de mercenarios por parte de Turquía en la guerra de Nagorno Karabaj

photo_camera PHOTO/ANAS ALKHARBOUTLI - Miembros de las milicias sirias respaldadas por Turquía se movilizan cerca de la ciudad de Manbij

Tras el estallido de la Segunda guerra del Alto Karabaj, conflicto que enfrentaba a las fuerzas armadas de Azerbaiyán contra Armenia en dicha región, Turquía junto con otros países como Afganistán y Pakistán, mostraron su apoyo a Azerbaiyán. Sin embargo, Turquía dio un paso más allá en el conflicto proporcionando un amplio apoyo militar y humano. En este aspecto, los informes de la ONU criticando el papel de Turquía en la contienda no tardaron en llegar tras diversas afirmaciones que acusaban al país otomano de proporcionar mercenarios procedentes de Siria, entre los que se podrían encontrar yihadistas.

Varios informes publicados por diferentes instituciones, como fue el caso del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, alegaban que varias empresas turcas habían reclutado combatientes sirios para luchar en las filas del Ejército azerbaiyano contra los armenios. El Observatorio indicaba que dichos mercenarios procedían del norte de Siria y que consiguieron llegar a Azerbaiyán a través de Turquía. 

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Estas acusaciones han sido trasladadas al Consejo de Europa, institución que a través de la celebración de la Asamblea Parlamentaria ha identificado a Turquía como país que envió mercenarios sirios para servir de apoyo a Azerbaiyán en el conflicto librado el año pasado contra Armenia.

En una resolución, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) indicó que existían pruebas suficientes sobre “el preocupante uso por parte de Azerbaiyán, con la ayuda de Turquía, del uso de mercenarios sirios”. Tras esta declaración la Asamblea ha instado a Turquía a cooperar plenamente con el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre dichas denuncias.

Mercenarios al servicio de Turquía

Así el PACE referenció al Grupo de Trabajo de la ONU sobre el uso de mercenarios y expresó que “Azerbaiyán, con la ayuda de Turquía, utilizó combatientes sirios durante la guerra de seis semanas, incluso en la línea de frente”. Asimismo, el informe agregaba que “los combatientes parecían estar motivados principalmente por ganancias privadas y, en caso de muerte, se informó que a sus familiares se les prometió una compensación económica, así como la nacionalidad turca”. 

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En este aspecto, el legislador armenio, Ruben Rubinyan, expresó que “el uso de mercenarios de Siria por Azerbaiyán con la ayuda de Turquía es un hecho. Este acontecimiento ha sido confirmado por las agencias de seguridad del estado de Irán, Rusia, Francia, Estados Unidos, medios de comunicación internacionales, organismos de control de los derechos humanos y ONG, por lo que esta es la verdad y debe mostrarse”.

Por parte de Turquía, las conclusiones del informe han sido cuestionadas. Miembros de la delegación turca y azerbaiyana presentaron una serie de enmiendas para eliminar las referencias a los mercenarios. Sin embargo, la Asamblea rechazó la enmienda por 68 votos en contra, 28 a favor y 10 abstenciones. Al final de la sesión, la resolución y el informe de esta fueron aprobados por una abrumadora mayoría. 

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Expertos de derechos humanos de la ONU volvieron a emitir denuncias contra Turquía sobre el uso de mercenarios y el papel del Gobierno turco en el reclutamiento de combatientes sirios para formar parte de las operaciones militares libradas en Nagorno-Karabaj. 

En noviembre del 2020, coincidiendo con el estallido de la Segunda guerra del Alto Karabaj, relatores de la ONU enviaron una carta conjunta al Gobierno turco solicitando información sobre el papel de Turquía en el conflicto y “las circunstancias que rodearon el reclutamiento, la financiación, el transporte y el despliegue de combatientes sirios para participar en las hostilidades en el conflicto de Nagorno-Karabaj”. 

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Desde la ONU indicaban que el presunto uso de combatientes sirios en el conflicto tenía un impacto muy negativo en la paz y en la seguridad de la región. Desde Turquía, la respuesta del Gobierno se emitió a través de una nota verbal con fecha del 21 de enero del 2021 en la que subrayaban que “el comunicado de prensa del Grupo de Trabajo sobre el uso de mercenarios basados en productos de propaganda negra de las imágenes falsas y las noticias fabricadas han socavado la credibilidad del Mecanismo de Procedimientos Especiales de la ONU”.

Sin embargo, de acuerdo con relatores de la ONU, el despliegue de los mercenarios sirios contribuyó a una rápida escalada del conflicto, lo que derivó en la intensificación de las hostilidades y provocó daños y sufrimiento en la población civil.

De acuerdo con los informes recibidos por la ONU, miembros de la División Hamza, la División Sultán Murad, la Facción Al-Amshat y la Brigada Sultan Sliman Shah habrían acordado, presuntamente, ser trasladados a Azerbaiyán a cambio de una compensación económica. La carta de la ONU señalaba que “Turquía presuntamente contrata empresas militares y de seguridad privadas para facilitar la preparación de la documentación oficial y contractual de los combatientes, aparentemente en coordinación con los servicios de seguridad turcos”. 

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Se estima que en el conflicto de Nagorno Karabaj combatieron cerca de 2.000 mercenarios de Oriente Medio. Así lo indicó el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, quien mostró su preocupación por “la internacionalización del conflicto” y el empleo de “combatientes de Oriente Medio”. 

Ataques a civiles

En este conflicto, de acuerdo con Amnistía Internacional, el empleo “indiscriminado” de armas de escasa precisión por parte de ambos Ejércitos causaron decenas de muertes y cientos de heridos entre la población civil. Junto a esto, miles de viviendas e infraestructuras básicas de la zona se destruyeron, dejando a cientos de civiles sin hogar. 

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Según la directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, Marie Struthers, “al usar este armamento impreciso y mortal en las inmediaciones de zonas civiles, las fuerzas armenias y azerbaiyanas violaron las leyes de la guerra y mostraron desprecio por la vida humana”. “Murieron civiles, se rompieron familias y se destruyeron incontables viviendas porque todas las partes del conflicto usaron armas notoriamente imprecisas contra ciudades y pueblos”, afirmaba. 
 

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