El continuismo se impone en Mauritania

Atalayar

Pie de foto: Un hombre observa una pantalla con los resultados temporales de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el 23 de junio de 2019 en Nuakchot. AFP/SIA KAMBOU

El candidato oficialista Mohamed uld Ghazouani se proclamó victorioso en las elecciones presidenciales del sábado pasado sin necesidad de celebrar una segunda vuelta de los comicios. Ghazouani representa el continuismo y refuerza el poder de un partido gobernante que se ha posicionado como un aliado de Occidente contra los militantes islamistas, el principal reto al que se enfrenta el país.

Durante la campaña, Mohamed uld Ghazouani, recibió el apoyo del presidente saliente, Mohamed uld Abdel Aziz. EL nuevo presidente ha dirigido muchos años las fuerzas armadas, durante los cuales ha realizado reformas materiales y morales que fueron calificadas de sustanciales, se proclamó vencedor de las presidenciales mauritanas menos de 24 horas después de la celebración de la primera vuelta electoral.

La Comisión Electoral Nacional Independiente publicó los resultado el domingo asegurando que con el 100 % del escrutinio, Ghazouani consiguió un 52,01 % de los votos. Por ese motivo no será necesaria una segunda vuelta. Será proclamado presidente cuando se examinen los eventuales recursos que puedan interponerse a los resultados.

Pie de foto: Mauritanos celebran la victoria en las elecciones presidenciales del candidato del partido gobernante. AFP/SIA KAMBOU

Los otros candidatos más votados tras Ghazouani han sido Biram Dah Abeid, con el 18,58% de votos, y Sidi Mohamed uld Boubacar, con un 17,87%, según los datos oficiales. Muy por detrás, Kane Hamidou Baba (8,71%) y otros dos candidatos que no suman juntos ni el 3%.

Tanto Biram como Uld Boubacar y Kane fueron convocados por el ministro del Interior, Ahmedou Abdallah, supuestamente para solicitarles que acepten los resultados y transmitan a sus seguidores mensajes de calma. Estos candidatos convocaron una rueda de prensa conjunta en la tarde de ayer en la que aseguraron que los datos en su poder desmentían que hubiera una mayoría superior al 50% para ningún candidato y que por consiguiente debía celebrarse una segunda vuelta.

Antes de conocerse los resultados definitivos, grupos de jóvenes harratines (la mayoría étnica en el país, pero discriminada por los árabes "blancos") protagonizaron algaradas callejeras en Nuakchot y Nuadibú, con quemas de neumáticos incluidos, en protesta por lo que consideraron manipulación en las elecciones y la clara definición del continuismo militar en el país.

Pie de foto: Un funcionario electoral prepara las papeletas en un centro de votación el 23 de junio de 2019 en Nouakchott durante las elecciones presidenciales de Mauritania. AFP/SIA KAMBOU

A sus 63 años, el general Ghazouani, exministro de Defensa y Jefe de Estado Mayor de los Ejércitos, es de momento el siguiente presidente de Mauritania, y el décimo mandatario, en una línea de militares y políticos rara vez elegidos en el país, después de la proclamada independencia en 1960. Los observadores internacionales se sorprendieron por la retirada tras 10 años en dos mandatos al cargo del Gobierno de Abdel Aziz.

Sin embargo, la victoria de Ghazouani significa en cierto modo una prolongación de Abdel Aziz, en el poder desde 2009 a causa de un golpe de Estado, Ghazaouani aspira a seguir su “progreso económico y de seguridad”. Su punto más débil es que no ha hecho campaña sobre el desempleo ni la problemática más grande del país, la persistencia de la esclavitud, la cual ha llegado a negar.

En este país africano, son decenas de miles de mauritanos los que viven como esclavos domésticos, usualmente para amos de piel clara de ascendencia árabe o bereber, de acuerdo a organizaciones de derechos humanos. Aun cuando esta práctica fue abolida en 1981 y convertida en crimen en 2007.

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