El cuchillo, símbolo de la tercera Intifada con 30 muertos

COLIPSA/AFP/EP/Natalia González Velázquez

Pie de foto: La tensión entre israelíes y palestinos crece con los últimos ataques

Los enfrentamientos entre israelíes y palestinos, en lo que se perfila como la Intifada del cuchillo, se han cobrado este martes la vida de al menos tres israelíes, dos en Jerusalén Este, y otras dos en la ciudad israelí de Raanana.

El método usado en esta nueva escalada de violencia en Israel es arcaico pero tiene un impacto psicológico fuerte ya que la función primordial no es matar sino asustar Un cuchillo sacado del bolso o de una camisa se ha convertido en la herramienta símbolo de la reciente ola de violencia de los palestinos contra los israelíes, un método arcaico pero que tiene impacto psicológico fuerte.

"El terrorismo con cuchillo no vencerá", afirmó el primer ministro Benjamín Netanyahu en la apertura de una sesión parlamentaria marcada por violencia registrada en los últimos días en Israel y los territorios palestinos.

Se trata de un objeto cotidiano que todo el mundo tiene en su casa o que está al alcance de cualquiera, que no requiere de ningún entrenamiento y que es fácilmente disimulable", explica psicólogo Shaul Kimhi, especialista en resiliencia en contextos de violencia política. "Un ataque con cuchillo no tiene como función primordial matar sino más bien asustar y esto funciona ya que los israelíes se sienten amenazados, de una forma que no es proporcional a la amenaza", agregó.

Desde el 3 de octubre, se han registrado 21 ataques o intentos de agresiones con arma blanca cometidos casi en su totalidad por palestinos, el último de los cuales ha tenido lugar este martes en Raanana, una ciudad al norte de Tel Aviv. Lejos de los baños de sangre que provocaban los atentados con explosivos en la segunda Intifada, dos israelíes murieron por las heridas y diez agresores fueron abatidos. Uno de ellos, un niño de 13 años en Jerusalén este.

Los israelíes, que están acostumbrados a desarrollar soluciones técnicas para enfrentar amenazas, como el escudo antimisiles Domo de Hierro contra los cohetes, se han quedado cortos por este método, que aunque no es nuevo, se está desarrollando a un ritmo inédito. "Nos enfrentamos a individuos que utilizan el arma más básica posible para el terrorismo. Entonces no hay ninguna respuesta de seguridad posible para esta crisis", explicó Miri Eisin, excoronel del ejército interrogado por la AFP.

En la televisión israelí, expertos en autodefensa desfilan mostrando técnicas para repeler los ataques. "Lo más importante, es crear una 'zona estéril', alejar el cuchillo lo más lejos posible del cuerpo, por ejemplo con una llave de brazo", explicó un experto mientras simuló la maniobra. Los servicios de socorro difundieron técnicas que pueden salvar a las víctimas, como evitar tocar el arma para no agravar la hemorragia.

En las redes sociales, algunos palestinos hablan de la "Intifada de los Cuchillos" y el líder de Hamas en Gaza, Ismaíl Haniyeh, recordó a "los héroes del cuchillo" en una plegaria. El uso del cuchillo parece ser parte de un movimiento espontáneo de jóvenes, repudiado por muchos dirigentes palestinos.

Mohamad Halabi, de 19 años, decía en su página de Facebook que estaba listo para morir en la "tercera intifada". La semana pasada fue abatido tras acuchillar a dos judíos en la Ciudad Vieja de Jerusalén. En respuesta, los israelíes exorcizan el miedo con humor negro, con fotografías y bromas en las redes sociales. En cambio, la instalación de un cuchillo de 3 metros de largo, insertado en la réplica de un tomate gigante, no causó ninguna gracia.

La instalación formaba parte de una campaña publicitaria de la marca de cuchillos Arcos, que de todas formas tuvo que disculparse y dijo que se trataba de un malentendido y en ningún caso se trataba de "explotar de forma cínica una situación así de triste".

Pie de foto: Cuatro nuevos apuñalamientos a judíos disparan la tensión en Jerusalén

Tres israelíes muertos y 30 heridos en cuatro nuevos ataques en Jerusalén

Al menos tres israelíes han muerto en una nueva oleada de ataques con cuchillos, dos en Jerusalén Este, y otras dos en la ciudad israelí de Raanana. Hay, además, 30 heridos, algunos de gravedad, según han indicado fuentes policiales.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha convocado una reunión de urgencia con los órganos de seguridad para tratar de buscar una solución a esta situación, que desde el 1 de octubre se ha cobrado la vida de 30 personas, entre ellas seis israelíes.

Los ataques llegan después de que resultaran heridos seis israelíes en tres ataques de palestinos que acabaron con los tres atacantes abatidos a tiros.

Los ataques más graves han ocurrido en dos barrios de Jerusalén Este, donde ha habido tres víctimas mortales y 21 personas han sufrido heridas. En el barrio de Talpiot, dos agresores atacaron con cuchillos a los pasajeros de un autobús, causando 16 heridos, ocho de ellos muy graves. Aunque todavía no ha sido aclarado con precisión como fue el ataque, fuentes policiales apuntan a que uno de los atacantes abrió fuego contra los pasajeros. Un israelí murió en el acto mientras que otro falleció en el hospital.

Minutos más tarde, cinco personas resultaron gravemente heridas tras el atropello supuestamente intencionado ocurrido en Jerusalén, en el que el atacante bajó del coche e intentó agredir con un cuchillo a los viandantes, antes de ser abatido a tiros. Según fuentes sanitarias, un israelí ha muerto mientras que el atacante se encuentra gravemente herido.

La ciudad de Raanana no se ha librado de las agresiones. Cinco personas han resultado heridas después de que dos hombres les atacaran con cuchillos.

El movimiento Hamás ha aplaudido estas agresiones. “Hamás bendice los heroicos ataques ocurridos en la Palestina ocupada”, decían los altavoces de mezquitas en Gaza capital y otras ciudades de la Franja. “Instamos a los jóvenes a continuar y matar a todo israelí que se encuentre”, se oía desde los megáfonos.

Los palestinos han declarado una “jornada de ira” como protesta por el aumento de visitas judías a la Explanada de las Mezquitas, situada en el territorio ocupado de Jerusalén, algo que consideran una provocación. Además, la población árabe de Israel organiza una huelga para protestar por el mismo motivo.

Pie de foto: Un policía israelí inspecciona el cuerpo sin vida de un palestino en la Puerta de los Leones en Jerusalén (Israel). / Efe

Netanyahu pide a Abbas una respuesta firme ante el «terrorismo de cuchillos» contra Israel

En las últimas semanas, los incidentes violentos se han convertido en algo habitual en Israel y Cisjordania y, sólo este lunes, seis personas han resultado heridas por tres apuñalamientos en Jerusalén, según 'Haaretz

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha condenado la escalada de violencia de los últimos días y ha advertido de que Israel saldrá "victorioso" frente al "terrorismo de cuchillos", sobre el que ha exigido una postura más contundente al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.

"Después de cien años de terrorismo y de cien años de intentos para destruir la empresa sionista, nuestros enemigos todavía no han aprendido", ha afirmado Netanyahu este lunes, durante una apertura de sesiones en la Knesset (Parlamento) marcada por los ataques entre israelíes y palestinos.

Netanyahu ha subrayado que Israel ya salió "victorioso" frente al "terrorismo suicida" y, ahora, lo hará frente al "terrorismo de cuchillos", como ha denominado la sucesión de apuñalamientos que tiene lugar contra israelíes. El primer ministro ha aplaudido la "valentía" de fuerzas de seguridad y ciudadanos.

Ante un hemiciclo sin parte de la oposición, que se ha salido como señal de protesta contra el Gobierno, Netanyahu ha abogado por la "coexistencia" entre israelíes y palestinos. En este sentido, ha señalado a Abbas como responsable del actual estancamiento del diálogo, según medios locales.

El primer ministro de Israel ha reprochado a Abbas que se niegue a reconocer el Estado judío y le ha exigido que condene de forma contundente el terrorismo, en la misma medida en que él denunció los crímenes de odio contra la comunidad árabe cometidos por ciudadanos israelíes.

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