Un informe del Instituto Elcano insta a la UE a aumentar la legitimidad de los acuerdos comerciales a ojos de la opinión pública y profundizar en los lazos económicos entre sus miembros

El dilema de Europa: renovar sus políticas comerciales o la irrelevancia

PHOTO/ Real Instituto Elcano - El economista Enrique Féas, la exsecretaria de Estado de Comercio Silvia Iranzo, el economista Miguel Otero y el investigador Federico Steinberg este lunes en la sede de la Fundación Bertelsmann durante la presentación del informe

Las reglas comerciales que se idearon después de la II Guerra Mundial están saltando por los aires. Algunos ejemplos de ello son la guerra comercial abierta entre China y Estados Unidos o los aranceles que el presidente Donald Trump ha impuesto a algunos países de Europa como represalia por las subvenciones a Airbus. “En un mundo que ya no es bipolar, la regulación de los intercambios comerciales es cada vez más complicada. A la UE le está costando adaptarse a la nueva situación”, explica Enrique Feás, economista y uno de los autores, junto a Federico Steinberg, del informe 'La política comercial europea ante un entorno internacional cambiante', presentado este martes en Madrid en la sede de la Fundación Bertelsmann en un acto organizado por el Real Instituto Elcano. 

Para hacer frente a este nuevo panorama en la economía mundial, los autores de estudio explican que es necesario que la UE se abra aún más a los mercados globales y lidere la reforma del comercio. “La unión tiene que prepararse para el desmoronamiento de las reglas que hasta ahora había marcado la OMC (Organización Mundial de Comercio) y debe seguir fortaleciendo su red de acuerdos comerciales. Además, deberá encontrar su lugar en un mundo que estará marcado por dos bloques económicos: el de Estados Unidos y el de China”, afirma Federico Steinberg, economista e investigador principal del Real Instituto Elcano. Este experto opina que la UE ha llegado descolocada a la nueva globalización: “Pensábamos que lo de Trump iba a ser pasajero y que China no iba a alcanzar la envergadura de potencia que tiene actualmente. Por ello es necesario que la UE empiece a utilizar la política comercial como una herramienta de política exterior para hacerse un hueco en el convulso escenario internacional”. 

El documento presentado este martes también incide en que es necesario aumentar la legitimidad de los acuerdos comerciales a ojos de la opinión pública. “La ciudadanía se ha quejado en algunas ocasiones de la falta de transparencia a la hora de negociar tratados comerciales, como pasó con el TTIP. Si los ciudadanos no están a favor, no será posible establecer nuevos acuerdos”, afirma Steinberg. Según el informe, la UE también tiene que estar preparada para compensar a los perdedores de la globalización y de la apertura comercial. “Hay un Fondo de Ajuste para la Globalización, aunque los que más se benefician de él son las grandes empresas”, dice Steinberg, que ha cargado también contra lo que él considera paraísos fiscales que permite la UE en su territorio: Irlanda, Luxemburgo y Holanda. 

La exsecretaria de comercio española Silvia Iranzo recordó en su intervención durante la presentación del informe que la política comercial es la herramienta más eficaz para conseguir la paz internacional. “Entre los países más avanzados hemos conseguido un período libre de conflictos gracias a la integración económica y comercial”, ha afirmado. Las exportaciones de la UE han aumentado un 40% incluso en un período convulso para la UE con cambios de moneda, integración regional y una crisis económica, según ha relatado Iranzo. Pero también ha recordado los numerosos retos pendientes que tiene la UE. “Todavía está pendiente completar la unión bancaria, la política de competencia no ha conseguido crear grandes empresas europeas. Y además ahora hay que afrontar el Brexit y el proteccionismo promovido por la Administración de Donald Trump”. 

Iranzo elogió la gestión del Brexit por parte de los dirigentes de la UE. “Reino Unido no ha conseguido dividir a las instituciones, ha ha habido completa unidad entre los países”. A pesar de esto, Iranzo señaló que la gobernanza de la UE es lenta y tediosa porque exige unanimidad, lo que le lleva a responder a los conflictos internacionales siempre tarde. “Además cada país se sigue guiando por sus intereses particulares. Un ejemplo es el de la nueva Ruta de la Seda que quiere poner China en marcha. La UE lo rechazó pero luego Grecia, Hungría, Polonia e Italia han llegado a acuerdos con el país asiático para participar en el proyecto”. 

El estudio concluye que la única opción que tiene la UE es profundizar en su unión para permitir que los países que la conforman no caigan en la irrelevancia y acaben finalmente sometidos a los designios de imperios que dominen la geopolítica internacional del siglo XXI. “En un mundo que cada vez va a ser más asiático y menos europeo, la única opción de la UE es mejorar su política económica exterior y estrechar los lazos entre los países que la conforman”, explica el documento. 

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