El Ejército argelino se convierte en el principal actor económico en la industria textil y mecánica

Por Ahmed Brahim

Foto: Los militares  tienen mucho poder político y económico en Argelia.

El Ejército argelino tiene un gran poder político y económico en Argelia desde que el país consiguió independizarse del colonialismo francés, en 1962. Durante los años autoritarios y represivos del partido único, el Frente de Liberación Nacional (FLN), los militares fueron un poder fáctico, sobre todo tras el golpe de Estado del coronel Huari Bumediene, en 1965, contra el presidente Ahmed Ben Bella. Después, a partir de los años 90 del siglo XX, aunque Argelia se abrió al sistema multipartidista, los generales siguieron interviniendo en la vida política y controlando buena parte de la actividad económica de un país rico en hidrocarburos y los aparatos de seguridad del Estado. El presidente Abdelaziz Buteflika hizo algunos cambios en la cúpula militar y apartó a generales que le molestaban. Pero los tiras y aflojas entre civiles y militares en la clase dirigente argelina no han desaparecido. No todos los generales y jefes militares se dedican a la intriga política y presionan al poder civil. Algunos prefieren dedicarse al mundo de los negocios. En este sentido, el Ejército Nacional Popular (ANP) ha decidido ampliar sus actividades económicas en sectores en vías de privatización como la industria textil y mecánica, con el apoyo del Gobierno y la vista puesta en el exterior del país. La institución castrense está presente en el mercado nacional a través de cuatro empresas: el Grupo de Promoción de la Industria Mecánica (GPIM), cuya sede central está en la ciudad de Constantina; EHC, que es una empresa que produce prendas de vestir y  ropa de cama; el Establecimiento de Desarrollo de la Industria del Automóvil (EDIV); y la Empresa de Realizaciones Industriales (ERIS), que fabrica municiones, granadas y minas antitanque. La empresa ERIS, que emplea a unos 10.000 trabajadores, fabrica también piezas de recambio para el mercado civil y trabaja en la producción de aparatos médicos para el sector sanitario.

Posición estratégica

La ANP  ha conseguido sólidas posiciones en el mundo industrial argelino y quiere consolidar este logro económico. El objetivo se está cumpliendo poco a poco, y el Ejército invirtió capitales recientemente en siete complejos textiles públicos que conforman la Empresa Argelina de Textiles Industriales y Técnicos (EATIT). En la compañía pública EHC, el Ejército ya es el inversor mayoritario (60% del capital). Además, según dijo el director de Producciones Militares en el Ministerio de Defensa, general Rachid Chuaki, las Fuerzas Armadas quieren exportar fuera de Argelia el excedente de producción textil, porque “hemos recibido la orientación de invertir en el terreno de las materias primas estratégicas para nuestro Ejército”. Los militares han reactivado algunas plantas industriales como una fábrica de calzado en Busaâda o varios complejos textiles en la región rebelde y berberófona de la Cabilia, así como en Tlemcen, Suk Ahras o M´Sila. En el sector de la automoción, las primeras producciones bajo la marca Mercedes-Benz saldrán de fábricas del Ejército. El Ministerio de Defensa  argelino selló  una alianza con el constructor alemán Daimler AG que cuenta con financiación de un fondo de inversión de los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Este proyecto industrial, cuya inversión alcanza los 1.000 millones de euros,  tendrá sus bases cerca de Argel, en la ciudad de Ruiba, en Ued Hamimime (Constantina) y en Buchekif (Tiaret). Con esta alianza, el Ejército quiere convertirse en  la locomotora de la industria de la automoción en Argelia. En la plantea de Ruiba, el Ejército se comprometió a fabricar 15.000 autobuses y camiones al año bajo la marca Mercedes-Benz. En Tiaret, se fabricarán 8.000 coches al año y en Constantina, 25.000 motores. Por otra parte, Argelia firmará en las próximas semanas un acuerdo con dos grupos alemanes del sector de la industria de defensa, Rheinmetall y Ferrostaal, por un valor de 2.700 millones de euros, para la fabricación de 980 carros de combate. En 2013, Argelia se convirtió en el primer cliente de la industria armamentística alemana.

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