El Ejército libanés desarticula una célula terrorista que se salda con la detención de 18 miembros del Daesh
En los últimos meses el Daesh ha vuelto a coger peso en diferentes países de Oriente Medio, y muchos son los Estados que han vuelto a centrar todos sus esfuerzos en evitar que la organización resurja con plenas capacidades para operar a escala global a lo largo de la región.
Irak, con la ayuda de la coalición internacional que lidera Estados Unidos, anunciaba, la muerte de Abu Yaser al-Issawi, el más alto cargo del grupo yihadista en el país. La muerte del líder del Daesh en Irak supone un duro golpe para la organización que se encuentra en una fase de reorganización, aprovechando el caos político en el país y la salida de militares estadounidenses, que a partir de este mes reducen sus efectivos a 2.500 hombres.
Po su parte, las fuerzas de seguridad libanesas han confirmado que han desarticulado una célula terrorista del Daesh que operaba cerca de la frontera con Siria. Dieciocho ciudadanos libaneses y sirios fueron detenidos. Asimismo, durante la operación se incautó una gran cantidad de armas y munición, en una operación de inteligencia en la ciudad fronteriza de Arsal, ha explicado el comandante de las Fuerzas Armadas.
Según confirman fuentes del Ejército, al ser interrogados, los detenidos confesaron pertenecer a la organización terrorista jurando lealtad al grupo militante, así como su intención de llevar a cabo “cualquier acto terrorista”.
La ciudad fronteriza de Arsal, ha sido durante muchos años, cobijo de yihadistas que retornaban de la guerra de Siria. En 2014, centenares de yihadistas del Daesh y Al Qaeda llegados de Siria irrumpieron en esta ciudad, trasladando la guerra a suelo libanés, capturando a decenas de soldados y policías libaneses.
Finalmente en 2017, y tras una ofensiva de los ejércitos de El Líbano, Siria y el partido-milicia chií libanés Hezbolá, los yihadistas fueron expulsados de Arsal y se vieron obligados a retirarse hacia Siria.
