El portavoz del LNA Ahmed Al-Mismari explica que “el terrorista llegó a Libia con el apoyo de la inteligencia turca para ponerse al frente del grupo Failak al-Sham”

El Ejército Nacional Libio captura a “uno de los integrantes más peligrosos de la organización terrorista Daesh”

photo_camera REUTERS/ESAM OMRAN - Ahmed al-Mismari, portavoz del Ejército Nacional Libio (LNA)

Muhammad al-Ruwaidani, conocido como Abu Bakr al-Ruwaidani, uno de los integrantes más peligrosos de la organización terrorista Daesh ha sido detenido por el Ejército Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés), según ha anunciado el portavoz del LNA, Ahmed Al-Mismari. “Las milicias del LNA lideradas por el mariscal de campo Jalifa Haftar han arrestado en Trípoli a Muhammad al-Ruwaidani, conocido como Abu Bakr al-Ruwaidani, que había sido trasladado a Libia bajo los auspicios de la inteligencia turca”, ha explicado el ‘Frente Popular para apoyar al Ejército Libio contra el colonialismo turco’ a través de la red social Facebook. 

Ruwaidani fue detenido mientras luchaba con las milicias del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA). “Esto es una prueba más de la relación entre Erdogan, la organización Daesh Takfiri y las organizaciones extremistas en general”, ha manifestado esta organización a través de Facebook. Por su parte, el propio Al-Mismari ha destacado en esta misma red social que “los destacamentos del LNA capturaron en Trípoli a Muhammad al-Ruwaidani, procedente de Siria y uno de los elementos más peligrosos de Daesh". Al-Mismari ha explicado en esta misma publicación que “el terrorista llegó a Libia con el apoyo de la inteligencia turca para ponerse al frente del grupo Failak al-Sham”, según ha recogido Sputnik.

Esta detención ha tenido lugar al mismo tiempo que un nuevo contingente de al menos 500 mercenarios procedentes de Siria llegase a Libia durante las últimas horas. En consecuencia, el número de reclutas en Libia ha ascendido a 10.100 combatientes. Libia es una nación dividida entre las zonas controladas por el internacionalmente reconocido Gobierno de Acuerdo Nacional, por un lado, y el territorio controlado por las autoridades del este, leales a las milicias de Haftar. El Ejército Nacional Libio cuenta con el apoyo de Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Rusia, mientras que Sarraj está respaldado por Turquía y Qatar. La presencia de Turquía en la región se ha intensificado en los últimos meses, con la llegada de miles de mercenarios, la mayoría de ellos de procedencia siria. 

Un combatiente del gobierno de Libia (GNA)

A lo largo del fin de semana, las milicias del GNA han tomado el control de los principales campamentos militares de Hamza, Yarmouk y Sawarikh en el sur de Trípoli. El portavoz del ejército libio Mohammed Gununu ha confirmado los avances de las fuerzas del GNA en diferentes frentes en la capital del país, anunciado que las milicias de Haftar se habían retirado de varios ejes de combate, a medida que las fuerzas del GNA avanzaban sobre ellos, especialmente en los frentes de Mashroa al-Hadba, Salah al-Deen y Ain Zara, según ha recogido el diario The Libyan Express. 

En este contexto, el comandante libio Jalifa Haftar ha hecho un llamamiento a sus milicias para que luchen contra Turquía, un país que respalda a sus rivales de Trípoli y que ha jugado un papel decisivo a la hora de cambiar el rumbo del conflicto. Previamente, Turquía volvió a anunciar que respondería contra cualquier ataque que se produjera contra sus intereses en Libia, después de que Haftar amenazara con responder a los recientes reveses militares con una nueva campaña de ataques aéreos. 

Mientras tanto, el embajador de la UE en Libia ha pedido a las partes beligerantes que detengan los enfrentamientos y conmemoren el Eid al-Fitr en paz, fiesta que marca el final del mes santo del Ramadán, de acuerdo con las declaraciones recogidas por Middle East Monitor. Así, el diplomático europeo ha instado tanto al GNA como al LNA “a respetar la espiritualidad de Eid al-Fitr y a permitir que las fiestas se celebren en paz y con compasión, que es la base de la religión del islam”. “Mientras se celebra el Eid al-Fitr de este año, los libios, además de sufrir la pandemia del coronavirus, siguen siendo víctimas de una guerra que ha causado muerte, destrucción y desplazamientos forzados. Es hora de escuchar los continuos llamamientos para poner fin a los conflictos y volver al diálogo”, ha concluido. 

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