El ex número dos de las FARC, Iván Márquez, anuncia la vuelta a la actividad armada
El antiguo número dos de las guerrillas colombianas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Iván Márquez, cuyo paradero es desconocido desde hace más de un año, ha anunciado este jueves en un video con otros exlíderes del grupo “una nueva etapa de lucha” armada. “Anunciamos al mundo que ha comenzado la segunda Marquetalia (municipio donde nacieron las FARC hace más cincuenta años) bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de levantarse en armas contra la opresión”, ha afirmado Márquez.
Horas después, el que fuera el líder máximo de las FARC en la guerra y hoy la cabeza política del partido legal que constituyeron los desmovilizados, Roberto Londoño, alias Timochenko, sigue apostando por la paz. "No vamos a desfallecer a pesar de las dificultades que se nos presenten", ha dicho en una entrevista en la emisora local W Radio. En su cuenta de Twitter ha dicho que "más del 90% de exguerrilleros seguimos comprometidos con el proceso de paz" y que "la guerra no merece darle eco, somos muchos más los que seguiremos trabajando por la paz". "Le pido al presidente Duque que nos unamos para mandar un mensaje de optimismo a los excombatientes que continúan con el proceso", añadía en la radio.
El ahora jefe de la guerrilla, Iván Márquez, explica en su discurso que lo que ha llevado a la reactivación de la actividad armada de las FARC ha sido que el Estado colombiano no ha cumplido el pacto creado en los procesos de paz de La Habana. “La trampa, la traición y la perfidia, la modificación unilateral del texto del acuerdo, el incumplimiento de los compromisos por parte del Estado, los montajes judiciales y la inseguridad jurídica, nos obligaron a regresar al monte”.
El jefe miliciano se refería, así, al asesinato desde el proceso de paz de 2016 de “500 líderes y lideresas del movimiento social” asesinados por “razones políticas” o al “sabotaje” de las circunscripciones de paz de las víctimas más afectadas por el conflicto. “Nunca fuimos vencidos ni derrotados ideológicamente. Por eso la lucha continúa. La historia registrará en sus páginas que fuimos obligados a retomar las armas”, añadía.
En el manifiesto, Márquez afirma que las FARC buscarán “coordinar esfuerzos con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con aquellos compañeros y compañeras que no han plegado sus banderas que tremolan patria para todos”. También ha asegurado que la guerrilla no tiene como objetivo solados ni policías “respetuosos de los intereses populares”, sino que se dirigirá contra “esa oligarquía excluyente y corrupta, mafiosa y violenta que cree que puede seguir atrancando la puerta del futuro de un país”. Del mismo modo, ha comunicado que “una nueva modalidad operativa conocerá el Estado” solo respondiendo “a la ofensiva”, además de que prometen su “desmarque total de las retenciones con fines económicos”, en una posible alusión a los secuestros. Sin embargo, han aseverado que perseguirán “el diálogo con empresarios, ganaderos, comerciantes y la gente pudiente del país, para buscar por esa vía su contribución al progreso de las comunidades rurales y urbanas”.
Márquez utilizó el discurso para lanzar una petición al Estado, en la que insta a la creación de un nuevo Gobierno de coalición que comience un nuevo diálogo de paz, el cual involucre a las fuerzas guerrilleras y a todos los actores armados para fundar una paz definitiva.
En el vídeo, el líder guerrillero aparece vestido de militar y con una pistola en la cintura, al lado de varios hombres y mujeres armados con fusiles. Él mismo afirma que habla desde algún punto en la zona del rio Inírida, situado en la región del Amazonas al sureste de Colombia, cercano a las fronteras de Venezuela y Brasil.
Cabe recordar que Márquez fue jefe del equipo negociador de las FARC en los diálogos de paz de La Habana y fue nombrado senador por el partido de la antigua guerrilla, aunque, sin embargo, este cargo nunca lo adoptó, ya que en abril de 2018 participó un espacio de la reunión de excombatientes en Miravalle al sur del país, donde se le vio por última vez. Márquez ya había hecho declaraciones desde la clandestinidad criticando la dejadez por las armas de las FARC en los últimos momentos. Entre los que acompañan a Márquez en el vídeo, se puede reconocer a Jesús Santrich y El Paisa, que hace meses dejaron de cumplir sus compromisos con la Justicia Especial para la Paz (JEP).
El vídeo finaliza con la intervención de Santrich, guerrillero que tiene una orden de extradición de Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico y que también participó en el equipo negociador para la extinción de las FARC. La Corte Suprema de Colombia emitió una orden de captura debido a que no acudió a declarar en un proceso judicial por actividades de narcotráfico, pero el ya declarado prófugo se encontraba en paradero desconocido. Varios cargos colombianos declararon inaceptable su conducta y apremiaron apartarlo del proceso de paz y los dirigentes de las FARC en medio del proceso de devolución de las armas en ese momento se distanciaron de estos guerrilleros. Santrich acabó la grabación voceando “Viva las FARC-EP” a lo que el resto de los presentes respondían “Viva”.
La publicación de este vídeo ha aparecido en Internet horas después de que la Fundación Paz y Reconciliación lanzara una advertencia este viernes sobre que existían grupos residentes de las FARC inmersos en un proceso de “bandolerización”, y que antiguos líderes de este grupo armado estaban uniendo fuerzas para reactivar la guerrilla este año. León Valencia, director de la fundación, ya avisaba de que Márquez y Santrich estaban formando una disidencia política: “Eso da la posibilidad y el riesgo hacia el año entrante de la conformación, otra vez, de un grupo guerrillero en Colombia distinto al ELN”, comentaba en la presentación del informe “La seguridad en Colombia a un año del Gobierno de Iván Duque”.
Además, un informe de la inteligencia colombiana publicado por la agencia Reuters reveló que cerca de un tercio de los exguerrilleros de las FARC han retomado las armas desde que las depusieron en 2006. Se calcula que, en torno a 2.300 personas, entre disidentes y nuevos miembros pueden estar integrando las filas de las FARC, ahora disponibles a la llamada de Márquez.
