Un texto publicado por Greek City Times asegura que las intervenciones de Ankara en los países vecinos le han perjudicado en sus relaciones con Oriente Medio

El expansionismo de Erdogan aísla a Turquía y beneficia a Grecia, según un informe

PHOTO/REUTERS - El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante una conferencia de prensa en Estambul

La doctrina aislacionista de “paz en casa, paz en el mundo” es el principio básico de la República de Turquía desde 1920, promulgada por el líder Mustafa Kemal Atatürk, fundador y primer presidente de la República turca. O era. Con Recep Tayyip Erdogan los deseos expansionistas han significado la entrada en conflictos con los países vecinos.

Las Fuerzas Armadas turcas han visto cómo, en la última década, incrementaban sus recursos y sus zonas de actuación. Erdogan envió tropas a Libia, Siria, Irak, Qatar, Somalia y Afganistán, así como ha seguido manteniendo las tropas en los Balcanes. Pero no solo en tierra ha intervenido Erdogan. En los últimos meses, su expansión por aguas del Mediterráneo oriental ha hecho retomar una vieja disputa con Grecia y Chipre por la Zona Económica Exclusiva (ZEE) rica en hidrocarburos que está provocando serios problemas en el seno de la Alianza del Atlántico Norte (OTAN).

El buque de investigación de Turquía, Oruc Reis


Teniendo en cuenta los últimos datos, el gasto militar en Turquía se incrementó del 1,8% del PIB en 2015 al 2,5% en 2018, según Bloomberg.  A principios de la década del 2000, Erdogan llegó al poder bajo el lema de crear una “Nueva Turquía” con cuatro objetivos: un país democrático con libertades religiosas, una economía estable y de rápido crecimiento, una solución política al ‘problema turco’ y la anexión a la Unión Europea.

Casi dos décadas después, Ankara continúa como Estado candidato para entrar al grupo de los 27, y la desaceleración económica -agravada por la pandemia de la COVID-19- y la escalada de tensiones dentro del país y fuera, han hecho que las premisas con las que Erdogan llegó al poder se desvanezcan.
La década de 2010 ha sido testigo del abandono de la máxima “paz en casa, paz en el mundo”.

Intervencionismo militar

La operación militar del Ejército turco en el norte de Siria lanzada en enero de 2018 forma parte de la estrategia de fortalecimiento de la presencia militar y política en la región. Las incursiones militares en Irak (2008, 2015), Siria (2016, 2017 y 2018) y Libia (2019) y los grandes proyectos para la creación de bases militares en el golfo Pérsico y en África han hecho que los países de la zona critiquen y no vean con muy buenos ojos estas ambiciones expansionistas.

Un informe del periódico griego Greek City Times señala que Turquía está perdiendo todas sus ganancias en Oriente Medio y Grecia se está beneficiando de ello. “Después de años de acercamiento con sus vecinos en Oriente Medio, Turquía parece estar perdiendo la reputación que había ganado anteriormente debido a la nueva política turca”, comienza el informe. “Los observadores de la región han comenzado a criticar la política exterior del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien no oculta sus sueños expansionistas que recuerdan a la gente de Oriente Medio el notorio Imperio Otomano que dominó y explotó la región durante siglos”, continúa el texto publicado el The Greek City Times. 


El informe señala que tras décadas de distanciamiento entre Turquía y los árabes, la situación volvió a cambiar en 2002, después de la victoria del Partido Justicia y Desarrollo y Ankara adoptó una nueva política desarrollada por Ahmet Davutoglu, con el objetivo de fortalecer las relaciones con los vecinos. Pero la Primavera Árabe hizo que algunos países árabes comenzaran a dudar de la viabilidad de establecer relaciones sólidas con Turquía, dado que mostraba una clara ambición de expansión y “comenzaron a cuestionar la viabilidad de tener fuertes lazos con Turquía, dado que mostraba una clara aspiración expansionista. Por ejemplo, apoyó a los Hermanos Musulmanes en Oriente Medio y África del Norte, lo que provocó un enfrentamiento con Arabia Saudí, Egipto y Emiratos Árabes Unidos”, señala el texto.


Esta pérdida de buenas relaciones con el mundo árabe por parte de Turquía se ha vuelto beneficiosa para Grecia. “Los turistas han trasladado su destino de Turquía a lugares de Grecia, que se ha convertido en un lugar indispensable para los turistas árabes”, apunta el informe. Atenas ha acercado posiciones con Dubái, El Cairo y Abu Dhabi, e incluso en el aspecto militar se han visto reforzadas estas nuevas alianzas, como con el envío de misiles de defensa Patriot a Arabia Saudí para ayudar a proteger su infraestructura energética.

Los sueños expansionistas de Erdogan han hecho que los países de alrededor, que pretendían ser sus aliados, lo hayan aislado y se haya quedado solo en el Mediterráneo.
 
 

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