El FMI exige a los países de la región MENA más reformas económicas, financieras y laborales

Por Dunia Gattiui
Foto: Una reunión del Fondo Monetario Internacional.
 
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pide más reformas a los países de la región MENA (África del Norte y Oriente Medio) en sectores como el mercado laboral, el déficit  y el crédito. En un informe sobre la situación económica de los países de la zona MENA, pero también del Consejo de Cooperación del Golfo y de Asia Central, la institución dirigida por la abogada y política francesa  Christine Lagarde advierte sobre los problemas estructurales que frenan el desarrollo y la competitividad. En este sentido, el FMI cree que tanto los países productores y exportadores de petróleo como los importadores tienen que hacer frente a grandes desafíos, y recomienda a países como Marruecos que sean valientes y acometan profundas reformas de sus aparatos productivos. “Si no hacen estas reformas, estos países se estancarán, no podrán ser productivos y competitivos y se quedarán para siempre en la periferia del sistema”, opina el economista argelino Ali Dib. “Pero las reformas tienen que hacerse teniendo en cuenta las necesidades sociales de las poblaciones y sin olvidar que la economía tiene que estar al servicio de los ciudadanos. No  creo que el FMI, que está claramente dominado por los países avanzados y algunos emergentes, lo tenga claro; sus recetas, muchas veces, no solucionan los problemas y aumentan la pobreza y las desigualdades”, dice Dib a Atalayar. Marruecos, por ejemplo, es un país de la región MENA cuyo crecimiento será del  4% el año que viene. Otros países de la región tendrán un crecimiento similar, pero no son competitivos y se enfrentan a graves tensiones sociopolíticas y a conflictos que entorpecen el buen desarrollo de la economía. Según el FMI, los países importadores de petróleo tienen  que seguir con las reformas, mejorar el clima de confianza para los negocios, sostener la demanda interior y resolver la incertidumbre política. 
 
Tres pilares económicos
Además, según señala el FMI, las exportaciones, el turismo y las inversiones extranjeras tienen que ser los tres pilares  del crecimiento económico de estos países. Los expertos del FMI no están seguros, sin embargo, de que esta estrategia económica sea suficiente para hacer disminuir el paro en los países de la ribera sur del Mediterráneo. Marruecos, gracias a las inversiones extranjeras, ha conseguido aumentar las exportaciones de productos con alto valor añadido de sectores como la industria aeronáutica y la automoción. Pero no es el caso de todos los países de África del Norte y de Oriente Medio. Arabia Saudí, Marruecos y Paquistán atraviesan dificultades para financiar sus empresas, sobre todo las pymes. El déficit es otro grave problema. Muchos Estados de la región MENA no han conseguido controlarlo y su margen de maniobra para lograrlo es cada vez más reducido. “Un país muy endeudado no puede enfrentarse al futuro con tranquilidad”, advierte el economista Ali Dib. El FMI pide a estos países que limiten el déficit público y la deuda y acaben con las subvenciones generalizadas, porque de lo contrario no podrán ser eficientes ni dedicar las partidas necesarias a infraestructuras, sanidad y educación. El FMI también plantea la necesidad de que los países de la región MENA liberalicen sus mercados laborables y los hagan más flexibles porque, según el organismo internacional, es la única manera de crear empleo, sobre todo para los jóvenes y las mujeres,  y de reducir las desigualdades sociales y la pobreza. “El mercado de trabajo tiene que ser competitivo, porque vivimos en un mundo globalizado y no tenemos otra alternativa, pero competitivo no significa cobrar salarios de miseria y no tener derechos”, destaca Ali Dib. 
 
Informe del Banco Central  de Marruecos 
Por otra parte, un reciente estudio trimestral publicado por el Banco Central de Marruecos (Bank Al-Maghrib) destaca la buena percepción del clima de negocios en líneas generales en el sector industrial en el país norteafricano, y afirma que un 60% de los directivos de empresas y agentes implicados describen este apartado como normal, mientras que un 33% lo ve “desfavorable”, y un 7%, “favorable”. Además, dentro de la actividad, destaca progresivamente la producción local de la automoción, que alcanza un avance considerable, con una cuota del 38,3% del total de exportaciones del país, según manifestó el ministro de Economía y Finanzas, Mohamed Boussaid,  en Rabat. “Marruecos ha logrado diversificar la estructura productiva de la economía, lo que contribuyó a la reducción significativa de la volatilidad del crecimiento del PIB, el fortalecimiento de la resiliencia a los choques externos y al fortalecimiento de la confianza de las instituciones internacionales en la economía nacional”, dijo Boussaid. En cuanto al informe del Banco Central de Marruecos, éste muestra una predisposición al buen clima de negocios por parte de las industrias eléctricas y electrónicas, con un 92%, aunque la opinión del 49% de los consultados en las actividades químicas y para-químicas es desfavorable. Preguntados por las restricciones que limitan el desarrollo de la producción, los industriales apuntan a la falta de demanda, un 30%, y a las dificultades para la financiación y el aumento de la competencia, un 20% y 19%, respectivamente. El ministro de Economía y Finanzas señaló que la economía marroquí ya no depende de los sectores tradicionales porque ahora está basada en el nuevo negocio global, que muestra un avance considerable, con una cuota del 38,3% del total de exportaciones del Estado.
 

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