Buenas perspectivas económicas para Marruecos. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el Reino pueda movilizar los ingresos fiscales adicionales no movilizados. La institución bancaria asegura que la participación de estos ingresos en la economía marroquí, en concreto en el PIB, sigue siendo muy baja, pero a pesar de ello se espera que se mejore las perspectivas económicas de crecimiento y su inclusión social.
La entidad calcula que, dentro del reino magrebí, la diferencia entre la recaudación de impuestos real y potencia representa un 12% del PIB nacional. En concreto, los ingresos fiscales tienen un peso del 21,6% del PIB, mientras que el FMI asegura que el potencial puede alcanzar la cifra del 33,8%. De esta manera, la institución cree que el Gobierno tiene la oportunidad de recaudar muchos más ingresos. Esto podría llevarse a cabo si se acercan las tasas impositivas a niveles parecidos a los mismos que tienen las estructuras económicas del país.
Para el FMI, Marruecos ha cosechado logros significativos para su economía. El país norteafricano tiene una buena ampliación de la base imponible. Se estima que las reformas al sistema tributario, la revisión del impuesto sobre la renta personal y el impuesto al valor agregado y los impuestos a la propiedad podrían fomentar la recaudación. De la misma manera, el FMI asegura que las reformas para reducir la informalidad y promover la diversificación económica podrían contribuir a que los ingresos se movilizaran y así se obtendrían más beneficios.
Todas estas ventajas podrían impulsar un Marruecos que ha estado muy afectado por la crisis del coronavirus y la reciente invasión rusa a Ucrania. Además, el FMI también prevé que modernizar y mejorar la eficiencia de las administraciones tributarias provocaría un refuerzo de la aplicación y el cumplimiento de las leyes, a través de medidas para luchar contra la corrupción, la mejora del Gobierno y el aumento de la transparencia. Así, se impulsaría la confianza en el sistema tributario por parte de los marroquíes.
Estos datos también se reflejan en algunos países de Oriente Medio y en algunos de África del Norte. Aunque muchos países han podido ampliar su base impositiva a través de la movilización de los ingresos fiscales adicionales. En estas naciones, la diferencia entre la recaudación de impuestos real y potencial representa alrededor de un 14% del PIB.
La cuestión se centra en los últimos acontecimientos globales que están haciendo que los gobiernos se enfrenten a una presión que provoca un aumento del gasto. Por ello, los Ejecutivos de la región MENA están teniendo que aumentar los presupuestos para proteger a las personas pobres, rebajar el precio de los alimentos y los combustibles, modernizar los sistemas sanitarios y educativos, y, además, crear una resiliencia para otros futuros eventos que pongan en peligro su estabilidad.
Otras zonas del planeta, como Asia Central, están atrasadas hablando sobre la recaudación de ingresos fiscales. Estos alcanzan un 12,6% del PIB, pero resalta que en países emergentes tienen un promedio del 15,3%. Desatacan los casos del África subsahariana, América Latina y los países del Caribe, que tienen un PIB del 15,6 y 17,8%, respectivamente. Según el FMI, este bajo nivel de recaudación de impuestos puede atribuirse a una serie de razones como el uso de impuestos directos, en concreto los relacionados con la renta a las personas físicas y las sociedades. Según el FMI estos son muy limitados y los impuestos a la propiedad están muy poco desarrollados.
“Varios gravámenes indirectos sobre los bienes de consumo representan la mayor parte de los ingresos fiscales (excluyendo los ingresos del gas y el petróleo), pero las exenciones son comunes y numerosas. La falta de cumplimiento tributario y el alcance de la economía informal reducen la capacidad de recaudación de los gobiernos”, comentó Jihad Azour, director del departamento de Medio Oriente y Asia Central de la entidad. Azour afirma que, gracias a un estudio llevado a cabo, la eliminación de las exenciones generales y los incentivos ineficientes ampliaría la base impositiva. Esto haría que los sistemas tributarios fuesen justos y transparentes, provocando una situación de clara mejora.