El Ejecutivo sudanés y diverso grupos rebeldes rubricaron en Juba un acuerdo de base

El Gobierno de Sudán y rebeldes firman un acuerdo para la hoja de ruta de pacificación en Darfur

photo_camera AFP/ASHRAF SHAZLY - El primer ministro de Sudán, Abdalla Hamdok (Der), y el general de división Malik Tayeb Khojali (Izq) visitan un campo de desplazados internos en El-Fasher, la capital del estado de Darfur del norte, el 4 de noviembre de 2019

El Gobierno de Sudán y varias facciones rebeldes firmaron en Juba, capital de Sudán del Sur, un pacto de principios para alcanzar la paz en la región de Darfur, en la zona occidental de Sudán, y poner fin así a un periodo bélico y sangriento que dura ya 16 años y que ha causado la muerte a unas 300.000 personas y ha generado 2,5 millones de desplazados. 

El acuerdo fue rubricado en la capital sursudanesa por el miembro del Consejo Soberano de Sudán, Shamsaldin Kabashi, y otros cuatro grupos que integran el Frente Revolucionario de Sudán (SRF, por sus siglas en inglés). Este Consejo Soberano fue el órgano cívico-militar creado este año 2019 para dirigir la República de Sudán durante un período de 39 meses una vez fue desalojado del poder el expresidente Omar al-Bashir. 

“Creemos que se trata de un paso importante”, afirmó Ahmed Mohamed, principal negociador de los asuntos sobre Darfur del Frente Revolucionario de Sudán, una coalición de hasta nueve grupos rebeldes que mantienen conversaciones con el Gobierno sudanés del civil Abdalla Hamdok. "Esta etapa contribuirá sin duda a lograr una paz duradera en Darfur y permitirá también que el proceso de transición en Sudán se desarrolle sin obstáculos", declaró Mohamed a la agencia AFP.

Los grupos que firmaron el acuerdo en Juba, donde continúan las negociaciones con el resto de las partes de la formación rebelde, son el Movimiento Justicia e Igualdad, el Ejército de Liberación, la Asociación de Fuerzas de Liberación y el Movimiento de Liberación de Sudán. Otras facciones del Frente Revolucionario, del que también forman parte otros grupos de Darfur, de las zonas del este y del norte, todavía no han llegado a un acuerdo con el Ejecutivo, al igual que el Movimiento Popular de Liberación de Sudán-Sector Norte (MLPS-N).

Desplazados internos sudaneses en el campamento de Abu Shouk, a casi 20 kilómetros al norte de El-Fasher, la capital del estado de Darfur del norte, el 5 de noviembre de 2019

En este sentido, los bandos que han llegado a un entendimiento han acordado tratar las causas profundas del conflicto, como el regreso de los refugiados y las personas desplazadas, el reparto del poder y la integración de las fuerzas rebeldes en el Ejército nacional.

Por lo tanto, sigue el proceso por el que el Gobierno de Jartum ha estado negociando durante dos semanas con varios grupos rebeldes en la capital de Sudán del Sur como parte de la última ronda de esfuerzos para poner fin a los conflictos en las regiones de Darfur, Nilo Azul y Kordofán del Sur.

Esta nueva vía de estabilidad y entendimiento ha llegado con el advenimiento al poder del primer ministro civil Abdalla Hamdok, uno de los protagonistas del desbloqueo de la problemática sudanesa tras el fin del represivo régimen de Omar al-Bashir. A principios de noviembre, Hamdok se convirtió en la primera autoridad sudanesa en visitar la región de Darfur desde 2003. Una zona que ha padecido un genocidio que ha dejado centenares de miles de muertos y varios millones de desplazados. 

El objetivo era claro, construir una paz sostenible basada en unas determinadas prioridades durante el período de transición abierto tras el golpe de Estado llevado a cabo contra Al-Bashir. Uno de los asuntos específicos e importantes a abordar es el plan es el retorno voluntario de los desplazados y refugiados, que huyeron del área hace más de diez años tras el estallido de la violencia entre las tropas gubernamentales basadas en la capital Jartum y el SRF, que aglutinaba a los rebeldes de las regiones de Darfur, de Kordofán del Sur y del Nilo Azul. Estos rebeldes fueron los que protagonizaron campañas sangrientas en represalia a su marginación por parte de Jartum durante el férreo mandato de Omar al-Bashir. 

Desplazados internos en El-Fasher, la capital del estado de Darfur del norte, el 4 de noviembre de 2019

El nuevo Gobierno de transición de Abdalla Hamdok hizo del establecimiento de la paz una prioridad para las regiones desafectas al poder central, lo que generó una nueva vía de esperanza y entendimiento entre las partes enfrentadas. 

Los combates en Darfur datan de 2003, cuando estas regiones minoritarias denunciaron los excesos y la opresión del antiguo régimen del expresidente Al-Bashir, al que acusaban de marginarles. 

Más en Política