El Gobierno español regula la acción y el servicio exterior

La futura Ley de Acción y del Servicio Exterior tiene como objetivo que la acción exterior de España sea única, colegiada y eficiente. 

 

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha explicado que el Proyecto de Ley de Acción y del Servicio Exterior del Estado forma parte del conjunto de medidas que el Ejecutivo está poniendo en marcha para reformar las Administraciones públicas, mejorar su coordinación, su eficacia y su eficiencia.

 

A su juicio, el servicio exterior debe evolucionar dentro de un entorno internacional cambiante, cada vez más competitivo y complejo, en el que actúan una pluralidad de sujetos: "Es necesario fortalecer la planificación y mejorar la coordinación, evitar duplicidades, simplificar determinas tomas de decisiones y armonizar esa acción exterior con la política exterior del conjunto de la nación y con el servicio exterior". El objetivo final de la ley, ha añadido, es fijar "qué se hace en el exterior, cómo se hace y saber si lo estamos haciendo bien".

 

En el mismo sentido, ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García- Margallo, ha argumentado que la dependencia exterior de España, el entorno complejo y altamente competitivo, los cambios institucionales producidos desde la aprobación de la Constitución y la multiplicación de los sujetos que actúan en el exterior hacen necesaria esta ley.

 

Tanto la vicepresidenta, como el ministro han destacado que es la primera norma de este tipo que se aprueba en toda la democracia tras fracasar los intentos anteriores. García-Margallo ha afirmado que el cambio propuesto es "tan radical y revolucionario" que necesita la cooperación de todos los ministerios, comunidades autónomas, corporaciones civiles, agentes sociales y de la sociedad en su conjunto. "No es un proyecto del Gobierno ni del Estado, es un proyecto de país y de nación", por lo que confía en que los grupos parlamentarios hagan aportaciones durante la tramitación parlamentaria.

 

José Manuel García-Margallo ha subrayado que la ley pretende la integración de los distintos sujetos que actúan en el exterior y tener una visión compartida: "Se trata de que tengamos una orquesta y no un conjunto de solistas desafinados sin partitura". Además, ha apuntado que la toma de decisiones, su ejecución y evaluación tienen que ser colegiadas con el fin de "ganar en eficiencia y en ahorro en un contexto de perspectivas financieras difíciles".

 

El ministro ha explicado que la futura Estrategia de Acción Exterior está subordinada a los principios de la política exterior y fijará los objetivos de la acción exterior conjunta para un periodo de cuatro años. El Real Instituto Elcano será el encargado de su redacción para que "la Estrategia nazca con una semilla de consenso", ha dicho.

 

La Acción Exterior en su totalidad, según García-Margallo, está al servicio de los intereses de España, tiene que ser inclusiva y en ella tienen que participar todos los actores que la hacen: "Se trata de un país, una política exterior, una acción exterior coherente, al servicio siempre de los intereses de España".

 

El Proyecto de Ley configura una nueva organización de la Administración del Estado en el exterior, el Servicio Exterior del Estado.

 

José Manuel García-Margallo ha explicado que el Servicio Exterior agrupa todos los servicios de la Administración General del Estado y es la tarjeta de presentación, la imagen de España "para recuperar la confianza que necesitamos para traer el ahorro, financiar nuestra economía, traer las inversiones que creen empleo y favorecer exportaciones e importaciones y la internacionalización de la empresas, que es lo que va francamente bien en estos momentos".

 

El ministro ha informado de que "se establece un servicio único, no un sumatorio de una pluralidad de servicios". Son servicios del Estado, no de un Ministerio, por lo que el embajador será el encargado de gestionar la dependencia funcional y orgánica de las distintas consejerías, agregadurías y servicios de los distintos departamentos.

 

García-Margallo también ha anunciado que se existe la posibilidad de establecer representaciones conjuntas con los países que forman la comunidad iberoamericana. "No es descartable que en el futuro tengamos embajadas comunes. Ya hemos firmado con México una cesión recíproca de consulados para celebrar el año de España en Estados Unidos", ha dicho.

 

Por otra parte, ha invitado a las comunidades autónomas a que se incorporen a las representaciones de España en el exterior. Margallo ha aclarado que cuando decidan abrir oficinas en el exterior informen al Ministerio de Asuntos Exteriores y al Comité Ejecutivo de Política Exterior para que les digan "si hay posibilidades alternativas más baratas y más eficientes". En su opinión es "infinitamente más sensato que unan sus esfuerzos y se instalen en las representaciones que España tiene en el exterior cuando eso sea posible, lo cual les permitirá ahorrar dinero y contar con la experiencia de los representantes en cada uno de los ramos".