El que fuera líder militar de Burkina Faso presenta su dimisión formal tras el golpe de Estado exitoso encabezado por el capitán Ibrahim Traoré. Se trata del segundo golpe de Estado en Burkina Faso este año

El jefe de la junta de Burkina Faso renuncia tras días de incertidumbre

photo_camera PHOTO/REUTERS TV - Paul Henri Damiba

El líder de la junta de Burkina Faso, Paul-Henri Sandaogo Damiba, aceptó dimitir el domingo, dos días después de que oficiales militares anunciaran su retirada del poder. Según lideres religiosos, fue el propio líder quien decidió renunciar al cargo para evitar enfrentamientos y graves consecuencias humanas.

Entre las condiciones de Damiba para dimitir estaba la de exigir las garantías de seguridad de quienes asumieran el poder y la de volver a un Gobierno civil, promesa que fue realizada a la CEDEAO, Comunidad Económica de Estados de África Occidental. Dicha organización aplaudió la resolución de la crisis en Burkina Faso. En un comunicado emitido a última hora del domingo, Sissoco Embaló, jefe de Estado de Guinea-Bisáu y presidente de la CEDEAO, reiteró la preocupación por la situación en el país. "Tomo nota en particular de la decisión del teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba de renunciar a sus funciones como presidente del Gobierno de transición de Burkina Faso, para evitar un enfrentamiento violento y un posible baño de sangre", subrayó.

En una breve alocución en la televisión estatal RTB, los golpistas informaron de que Traoré “está a cargo de la expedición de los asuntos cotidianos del Estado hasta la jura del presidente de Burkina Faso designado por las fuerzas vivas de la nación”.

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De hecho, el capitán se reunió, tras ser vitoreado en Uagadugú por miles de compatriotas, con los secretarios generales de los Ministerios y les pidió una continuidad de la Administración, pero a un ritmo más “rápido” porque “todo es urgente”. Las revueltas que empezaron el viernes provocaron disturbios en todo el país, la junta militar de Burkina Faso pidió el fin de los disturbios el domingo, un día después de que manifestantes atacaran la Embajada francesa y otros edificios tras el segundo golpe de Estado de la nación de África occidental este año.

En un mensaje dirigido el viernes por la noche a la nación, los golpistas acusaron a Damiba de incumplir el ideal del Movimiento Patriótico de Salvaguarda y Restauración (MPSR), nombre de la junta que tomó el poder en el golpe del pasado 24 de enero, por no acabar con la inseguridad causada por los grupos yihadistas. Burkina Faso sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, cometidos por grupos ligados tanto a Al-Qaeda como al Daesh, cuyas acciones afectan especialmente al norte del país, en la frontera con Mali, Níger, Costa de Marfil, Ghana, Benín y Togo.

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Las manifestaciones contra Francia acontecieron después de que los golpistas afirmaran este sábado que Damiba se habría refugiado en “la base francesa de Kamboinsin para planear una contraofensiva”, algo que negaron el teniente coronel y la Embajada del país europeo. Posteriormente, el portavoz del Ministerio francés de Asuntos Exteriores condenó los actos en un comunicado llamando a ambas partes a garantizar la seguridad. En la noche del sábado se habrían difundido decenas de videos en redes sociales en los que se ve a los manifestantes lanzando objetos contra los muros de la representación diplomática cuyo interior está en llamas.

Unas 2.000 personas protestaron este domingo ante la Embajada francesa en el centro de Uagadugú con consignas como “Abajo Francia, vete a casa. Larga vida a Rusia (mercenarios rusos ayudan al vecino Mali en la lucha anti yihadista)” o “Traoré al poder”, según verificó la agencia Efe. Pero la insurgencia continúa y más del 40% de Burkina Faso sigue fuera del control del Gobierno. Miles de personas han muerto y cerca de dos millones han sido desplazadas por los combates desde 2015, cuando la insurgencia se extendió a Burkina Faso desde el vecino Mali.

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