No es que las pymes latinoamericanas estuvieran especialmente bien antes de la pandemia, pero la situación actual las ha dejado, en su mayoría, en una situación complicada, algo que repercute en una buena proporción de la sociedad y de la economía.
Los problemas que enfrentan son los mismos que antes de la irrupción de la COVID-19, pero ahora están mucho más acentuados: baja productividad, poca generación de empleos de calidad, alta informalidad, baja competitividad e innovación.
Se calcula que en América Latina este tipo de empresas representan el 99% del entramado empresarial, emplean a más del 60% de los trabajadores y sus operaciones equivalen a más del 25% del PIB. Su fuerte presencia en el tejido socioeconómico de la región explica en parte el impacto que se estima tendrá la COVID-19 en las economías nacionales, con caídas del 9,1% del PIB en promedio y una subida del desempleo al 13,5%.
Son necesarias diversas medidas que deberían contribuir a que las pymes de la región generen más y mejores empleos y pongan su granito de arena para la recuperación económica.
Robert Valls, ejecutivo principal de comunicación en CAF
Visiones del Desarrollo es una sección promovida por CAF -banco de desarrollo de América Latina- que analiza los principales temas del desarrollo de la región. Los artículos que contiene se publican simultáneamente en los principales medios de América Latina.