El portavoz de Haftar afirma que la ofensiva contra el GNA continuará, lo que pone el peligro el proceso de paz

El LNA acusa a Erdogan de convertir Libia en una lanzadera de terroristas

photo_camera PHOTO/REUTERS - El mariscal Jalifa Haftar, comandante del Ejército Nacional Libio (LNA)

El envío por parte de Turquía de mercenarios sirios a Libia ha convertido este país en una “lanzadera de terroristas que amenaza a toda la región”, ha advertido el coronel Ahmed al-Mismari, portavoz de las fuerzas bajo el mando del mariscal Jalifa Haftar, que detenta el Gobierno no reconocido en Tobruk y hombre fuerte del país.

En una rueda de prensa ofrecida a medianoche, el militar aseguró que el Ejército Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés) mantendrá su ofensiva contra el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) sostenido por la ONU en la capital y expulsará a todas las tropas extranjeras que combaten actualmente en la nación norteafricana.

“El presidente turco Erdogan quiere convertir Libia en una lanzadera de terroristas y criminales que amenazan a los países vecinos, en particular a Egipto. Y lo hace enviando continuamente mercenarios. Nosotros no toleraremos la presencia de soldados foráneos en nuestro territorio”, recalcó.

Al-Mismari compareció ante los medios escasas horas después de que aviones de combate cedidos por Emiratos Árabes Unidos y China al LNA bombardearán la base aérea de Mitiga, único aeródromo civil en funcionamiento de la capital, y obligaran a suspender los vuelos de la compañías que operan a Turquía y Túnez.

La base ha sido objetivo de varios ataques similares en la última semana pese al alto el fuego en vigor, negociado por Turquía y Rusia hace un mes con el objeto de parar una guerra que desde el pasado cuatro de abril, fecha en la Haftar puso cerco a Trípoli, se ha cobrado la vida de más de 1.500 personas -más de 300 civiles-, causado heridas graves a más de 15.000 y obligado a más de 130.000 ciudadanos a abandonar sus hogares y convertirse en desplazados internos.

El mariscal, que controla la mayor parte de las reservas petroleras, cuenta con el respaldo económico y militar de Rusia, Arabia Saudí, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, y el político de Francia y de Estados Unidos. El Gobierno sostenido por la ONU apenas domina la capital y recibe el apoyo económico y militar de Italia, Qatar y Turquía, además del reconocimiento político de la Unión Europea.

Ambos cuentan, además, con el apoyo de mercenarios extranjeros en la que es la primera guerra totalmente privada de la historia reciente: el GNA de milicias sirias llegadas a través de Turquía y el LNA de compañías privadas de seguridad militar (PSMC, en sus siglas en inglés) rusas, como la el famoso Wagner Group, vinculado al Kremlin, y paramilitares sudaneses y chadianos.

Las declaraciones de Al-Mismari ponen en peligro el frágil proceso de negociación auspiciado por la ONU que se celebra en Ginebra y que, de momento, no ha conseguido que se firme un alto el fuego permanente.
 

Más en Política