La estrategia en materia de seguridad de México se centra en un nuevo cuerpo civil, pero militar en la práctica, que controle la situación de inseguridad creciente que vive el país.

El nuevo cuerpo militar mexicano se las verá con los cárteles en el estado de Michoacán

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La Guardia Nacional, la nueva institución miliar creada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), está oficialmente operativo desde el mes de junio. El despliegue del organismo en el terreno avanza para hacer cumplir su objetivo de prevenir y combatir la inseguridad y la violencia en México, un país con unos históricos índices de delincuencia muy altos, y realizará la función de seguridad pública a cargo de la Federación. El carácter militar del cuerpo, adscrito a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y la creciente violencia de los cárteles en el estado de Michoacán hace que sea probable que el enfrentamiento entre ambos escale en las próximas semanas. 

La Guardia Nacional está conformada por miembros provenientes de la Policía Federal, Naval y Militar que trabajarán coordinadamente bajo un solo mando. Los integrantes del nuevo organismo deberán estar funcionalmente separados de su institución armada de origen y someterse a la disciplina, fuero y cadena de mando de la Guardia Nacional.  Se trata de una "institución policial, civil, disciplinada, profesional" adscrita a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Pero el hecho de que, en la práctica, la Guardia Nacional esté  formada totalmente por elementos de origen militar, hace que muchos sean escépticos sobre su resolución. 

El debate que esta situación ha generado, la ley establece un mando civil y una participación militar limitada a un periodo de transición de cinco años, quedó anulado en la práctica con el nombramiento por parte del presidente AMLO de un general del ejército, Luis Rodríguez Bucio, como comandante de la Guardia Nacional.  Aunque el general esté en proceso de retiro como miembro del Ejército, que deberá concluir el 1 de septiembre, su designación como cabeza de la Guardia Nacional refleja el orden militar que establecen desde la organización. La aprobación de la ley llegó tras un acuerdo entre todos los partidos políticos, quienes establecieron que la Guardia Nacional tendría un carácter civil, una dirección policial y que los militares solo participarían en ella durante cinco años, para luego regresar a los cuarteles.

Pero en la realidad, defensores de derechos humanos critican la falta de un componente civil en la nueva institución. Dicen que la militarización del país, donde el Ejército está presente en las calles, y en lucha contra los cárteles, desde la Presidencia de Felipe Calderón (2006-2012) no ha reportado soluciones al problema se seguridad. Para ellos, el nuevo cuerpo perpetúa la militarización del combate a la delincuencia organizada en México. Para Obrador, el refuerzo de los cuerpos de seguridad "es una parte" de la solución al problema de la inseguridad. Los dictámenes que expiden las leyes de la Guardia Nacional fueron ratificados este año en lo que ha sido una de las focos de atención de AMLO desde que asumiera la presidencia hace menos de un año.

Hay otros quiénes critican la creación de la Guardia Nacional alegando que la respuesta militar contra el crimen organizado provoca una escalada de violencia de los grupos delincuentes. Esto a su vez puede conllevar una carrera armamentista imposible de ganar para los gobiernos y en la que las organizaciones criminales se hacen más fuerte. Las fuerzas militares, preparadas para otros objetivos, no deben intervenir en tareas de seguridad pública, piensan muchos críticos de la nueva Guardia Nacional. 

El general del ejército Luis Rodríguez Bucio, al frente de la Guardia Nacional, explicó el martes que hasta el momento han sido desplegados 56.191 efectivos de la corporación en las 32 entidades federativas del país. Precisó que, de ellos, 35.232 proceden de la Policía Militar y 5.584 de la Naval, apoyados provisionalmente por 15.375 efectivos de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar) mientras la Guardia Nacional completa sus filas con nuevos reclutas. Según Rodríguez, existe una "ruta crítica" para que los alrededor de 35.000 integrantes de la Policía Federal se integren al nuevo órgano a partir de octubre "de manera voluntaria". La meta de reclutamiento para este año es de 21.170 nuevos elementos, los que ya se han captado 14.606 personas que han manifestado su voluntad de integrarse a la Guardia. AMLO vislubra un organismo militar que crezca  gradualmente hasta alcanzar los 150.000 efectivos.

Reducir los altos índices de delincuencia que sufre el país es una prioridad desde hace varios años: en 2018 se registraron 33.369 asesinatos, haciéndolo el más violento de la historia de México desde que empezaron los registros en 1997. De acuerdo con cifras oficiales, el país registró 3.001 asesinatos en junio para un acumulado de 17.138 durante el primer semestre de 2019, un 7,2 % superior al mismo periodo de 2018. Además, junio y febrero de 2019 se convirtieron en los meses más violentos en dos décadas. 

Aunque el objetivo establecido de la Guardia Nacional sea reducir la inseguridad, miles de sus elementos han sido desplegados para frenar el flujo de migrantes hacia Estados Unidos. Algunos aseguran que AMLO está intentando apaciguar al presidente Donald Trump y sus amenazas sobre México a pesar de que ambos países llegaron en junio a un acuerdo para reducir el flujo de migrantes centroamericanos y evitar la aplicación de aranceles a todos los productos mexicano. Desde el 7 de junio, cuando se firmó el acuerdo migratorio entre EEUU y México, miles de agentes de la nueva Guardia Nacional y funcionarios migratorios se han instalado a lo largo de todo el país -especialmente en sus fronteras norte y sur- para frenar el número de migrantes que llega a Estados Unidos. En la frontera norte hay un despliegue total entre Guardia Nacional y unidades del Ejército desde Tijuana hasta Matamoros.

México tiene pendiente resolver el gran problema de la inseguridad y la violencia un área en el que el país ha avanzado muy poco en la última década. La nueva estrategia de seguridad, en la que las Fuerzas Armadas están permitidas constitucionalmente, tras una reforma de la Constitución, de participar en tareas de seguridad pública, será la mayor prueba para el país. . AMLO ha hecho de la Guardia Nacional uno de los bastiones de su plan de seguridad para enfrentar los índices históricos de violencia en México. Por ahora, el nuevo cuerpo con el que el Gobierno de México quiere hacer frente al grave problema de inseguridad del país, está creando más incertidumbres que certezas.

Se vislumbra guerra entre cárteles en estado mexicano de Michoacán

 

El Cártel Jalisco Nueva Generación, que lidera Nemesio Oseguera Cervantes "El Mencho", el narcotraficante más buscado por los gobiernos de México y Estados Unidos, anunció mediante un vídeo, el inicio de una potencial incursión en el occidental estado mexicano de Michoacán, según Efe. La entidad en el oeste de México es punto estratégico para la recepción de cocaína de Sudamérica, así como para la producción de metanfetaminas y marihuana.

La organización criminal de "El Mencho", considerado como el sucesor de Joaquín "El Chapo" Guzmán", difundió un video en el que un grupo de sicarios lanzan una amenaza contra Juan José Farías Álvarez "El Abuelo", un narcotraficante que opera en el municipio de Tepalcatepec, que se ubica en los límites del estado de Michoacán y colinda con estado de Jalisco. Información de la Fiscalía General de la República (FGR) identifica a "El Mencho" y a "El Abuelo" como dos ex integrantes del extinto cártel de Los Valencia y del Milenio, precursor en la década de los años 90 en el tráfico de las anfetaminas a Europa y Estados Unidos. A finales de la citada década y hasta el 2002, ambos narcotraficantes operaban en Michoacán, un estado que cuenta con 270 kilómetros de litoral en la costa del Pacífico, como jefes de sicarios y traficantes de marihuana, así como encargados de custodiar la cocaína que arribaba a México a través de las costas michoacanas.

"El Mencho" logró erigirse como el máximo líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, tras la captura de sus exjefes del cártel de Los Valencia y del Milenio, al ser su esposa Rosalinda González Valencia, hermana de los líderes de esa organización criminal michoacana. En tanto, "El Abuelo" fue identificado por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) como el personaje que en 2014 patrocinó e infiltró a un grupo civil de autodefensas que se levantaron para combatir al cártel de Los Caballeros Templarios, opositor al Cártel Jalisco Nueva Generación.

Desde entonces, y de acuerdo a investigaciones del Gobierno de Michoacán, "El Abuelo" retomó el control de las operaciones ilícitas en Tepalcatepec, donde en 2017 ordenó a pobladores apedrear al equipo de escoltas del gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien pretendía realizar una gira de trabajo. El 27 de mayo de 2018, un grupo especial de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), utilizó dos helicópteros artillados para detener a "El Abuelo" cuando conducía una camioneta blindada en compañía de su esposa y un nieto, escoltados por un grupo de sicarios. Aquel día los marinos lograron neutralizar a los escoltas, deteniendo a Farías Álvarez quien no opuso resistencia, pero un juez federal le otorgó la libertad tres días después, dando por ilegal la detención, al calificar como falsa la información sobre la puesta a disposición del capo a la Fiscalía General de la República (FGR).

La disputa por la plaza y por ganar poder para sus respectivas organizaciones anticipa el choque entre grupo delictivos en Michoacán.
 

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