La incertidumbre provocada por la pandemia de la COVID-19 y las tensiones entre Estados Unidos y China han llevado al oro a mantenerse en una senda alcista

El oro registra su máximo histórico al situarse en los 1.932 dólares

PHOTO/SVEN HOPPE - El oro registra su máximo histórico

La pandemia de la COVID-19 ha causado estragos en todo el mundo. En marzo, Deutsche Bank advertía de que el oro podría subir hasta máximos históricos si la amenaza del coronavirus se convierte en una pandemia. Cuatro meses después esta predicción se ha hecho realidad, después de que el oro, haya marcado este lunes un nuevo máximo histórico intradía al situarse en los 1.932 dólares, con lo que supera la barrera de los 1.921,17 dólares por onza que llegó a registrar en septiembre de 2011.

El que es considerado como uno de los activos refugio por parte de los inversores en momentos de incertidumbre ha marcado en la apertura de la sesión de hoy, una subida del 1,61 %, hasta esos 1.932,57 dólares. Los nuevos rebrotes y los temores a una nueva ola han tenido un impacto directo en los principales índices bursátiles y valores globales. Sin embargo, la pandemia también ha contribuido a que los tradicionales activos refugio como el oro y otros metales preciosos hayan ganado la confianza de los inversores. 

Así, el oro superó el pasado viernes los 1.906 dólares por onza, aunque posteriormente, cerró en torno a los 1.900 dólares, según datos de Bloomberg a los que ha tenido acceso la agencia EFE. El 6 de septiembre de 2011 el precio máximo del oro al cierre de una sesión llegó a alcanzar los 1.921,17 dólares por onza intradía, una cantidad que ha superado este lunes. 

La incertidumbre provocada por la pandemia de la COVID-19 y las tensiones entre Estados Unidos y China han llevado al oro a mantenerse en una senda alcista. A esta situación hay que sumarle las restricciones de la oferta debido a los confinamientos. El difícil acceso a este tipo de metales ha propiciado también su aumento de precio. 

Gráfico que muestra el precio del oro durante los últimos diez años

Por otra parte, la política monetaria que están aplicando los principales bancos centrales del mundo también ha ejercido un papel fundamental en el aumento del precio de este metal precioso. No obstante, esta situación puede tener una trayectoria positiva a largo plazo y no ser tan solo “signos fugaces de una fuerza efímera”, de acuerdo con un grupo de expertos consultado por la agencia EFE. Así, prevén que el oro supere a finales de año los 1.950 dólares por onza, y que incluso, ante unos tipos de interés que seguirán cayendo aún más en 2021, que se sitúe por encima de 2.200 dólares.

Este aumento ha sido progresivo desde que comenzó la pandemia. A principios de año el oro empezó por encima de los 1.500 dólares por onza y superó el nivel de los 1.600 dólares a mediados de febrero. Con la llegada de la actual crisis sanitaria en Europa, el precio bajó de los 1.500 dólares al optar los inversores por la liquidez total. Aun así, la caída no fue por mucho tiempo ya que los precios se recuperaron a final de ese mes y en abril llegaron a los 1.700 dólares, cifra que ha superado este mes de julio. 
 

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