La Cámara no aprobó ninguna de las medidas propuestas antes de la suspensión

El Parlamento libio suspende su actividad en medio de la crisis política

photo_camera PHOTO/REUTERS - El Parlamento libio se reúne para discutir la aprobación del nuevo gobierno, en Sirte, Libia, el 8 de marzo de 2021

La situación en Libia, lejos de reconducirse, parece alejarse de cualquier atisbo de reconciliación. Tras posponer las ansiadas elecciones que debían haberse producido el pasado 24 de diciembre, las noticias que llegan desde Trípoli no invitan al optimismo. El Parlamento libio decidió suspender su actividad ayer martes hasta la semana que viene tras ver frustrados los intentos de sacar adelante ninguna de las medidas que esperaban aprobar para revertir la situación de inestabilidad que atraviesa el país. De hecho, uno de los objetivos prioritarios era fijar una nueva fecha de los comicios, algo que ha sido imposible ya que ni siquiera se ha llegado a someter ninguna medida a votación.

dbeiba-primer-ministro-libia

El pasado lunes terminó la primera sesión en Tobruk tras no conseguir avanzar en lo que a la elección de la fecha de las elecciones se refiere. El anuncio de la posposición de los comicios era anunciado por Imad al Sayeh, presidente de la Comisión Electoral Libia, en un comunicado en el que se podía leer que “tras consultar los informes técnicos, judiciales y de seguridad, informamos de la imposibilidad de realizar las elecciones en la fecha del 24 de diciembre de 2021”. A pesar de ello, el presidente del parlamento aún no ha anunciado el motivo oficial de la suspensión ya que en este comunicado de al Sayeh no se apuntaba ninguna razón específica.

Otra de las incógnitas que ha quedado sin solución es la de qué va a pasar con el Gobierno de Unidad Nacional liderado por el primer ministro en funciones Abdul Hamid Dbeibé. Precisamente su candidatura es una de las controversias más importantes alrededor de las elecciones ya que, según la ley electoral – y la promesa que hizo cuando asumió su cargo en funciones – Dbeibé no puede presentarse los comicios. Además, una comisión electoral creada por el parlamento recomendó un cambio de Ejecutivo ya que consideraban que el actual no había conseguido dotar al país de la estabilidad necesaria para la celebración de las elecciones.

elecciones-libia

Esta misma comisión también criticó la candidatura de Dbeibé alegando que contravenía los principios de “justicia e igualdad”. No obstante, sí había algo en lo que estaban de acuerdo en la cámara, como era la crítica a la injerencia de Reino Unido, que dijo no reconocer “el establecimiento de gobiernos o instituciones paralelas” y que “no apoya a nadie” actualmente en la política libia. Este comunicado de la Embajada británica no sentó nada bien en Trípoli que lo calificó como una “violación de las normas diplomáticas”. Abdel Wahab Zuliya, miembro del Parlamento, alegaba también que se trataba de una “injerencia descarada e ilógica”.

Por otro lado, la enviada especial de Naciones Unidas en Libia, Stephanie Williams, quiso alejar la polémica de Reino Unido y recordó que lo primordial en estos momentos es volver a centrar sus esfuerzos en la celebración de las elecciones. Sin embargo, la suspensión de la actividad del Parlamento no es un buen indicativo sobre el desarrollo de las conversaciones entre los distintos sectores que parecen estar cada vez más polarizados. Todo ello incentivado por las candidaturas rodeadas de polémica ya que la del primer ministro en funciones no es la única.

stephanie-williams-enviada-libia-onu

Jalifa Haftar o Saif al-Islam Gadafi son dos de los nombres más importantes que no están exentos de controversia. Es más, el segundo fue rechazado por la comisión electoral en primera instancia para más tarde facilitar su candidatura el tribunal de Sebha que aceptó el recurso que presentó el hijo del dictador Muamar el Gadafi. Pero más allá de estas trabas, el descontento en las calles de Libia es mayúsculo. Después de 10 años de un clima de inestabilidad tras el derrocamiento de Gadafi con el respaldo de la OTAN, las elecciones parecían estar a la vuelta de la esquina hasta que el aplazamiento de la jornada electoral ha frenado en seco el optimismo.

“Libia debe celebrar elecciones a tiempo. Rechazamos cualquier aplazamiento o manipulación de la voluntad libia”, decía el activista Mohamed Alorfy en una manifestación en Bengasi, según informa el medio Arab News. Las palabras de Alorfy son la representación de una sociedad que ha visto esfumarse uno de los objetivos en los que la comunidad internacional lleva trabajando más de un año con el Foro para el Diálogo Político de Libia (FDPL). Aunque, las delegaciones de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia han pedido de forma conjunta la fijación de una nueva fecha para los comicios lo antes posible y materializar la tan ansiada transición democrática.
 

Más en Política