Washington amenaza con obstaculizar el transporte del combustible desde Oriente Medio al Caribe y Teherán responde con contundencia

El combustible que recibe Venezuela, nuevo foco de la tensión entre Irán y Estados Unidos

photo_camera PHOTO/REUTERS - Buques cisterna iraníes transportan hidrocarburos desde el Golfo Pérsico a Venezuela

La tensión entre Estados Unidos e Irán se ha recrudecido en las últimas dos semanas por la ayuda que el régimen islamista está proporcionando a Venezuela. El último de estos encontronazos ha tenido lugar este mismo fin de semana por el envío de combustible de un buque cisterna con bandera persa hacia el país caribeño, según informa la agencia Efe. Ante las informaciones que sugieren que la potencia norteamericana quiere obstaculizar el transporte de recursos hacia América Latina, el jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Yavad Zarif, ha advertido a Washington sobre las consecuencias de “cualquier movimiento ilegal”.  

Irán ha llegado a enviar una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, en la que ha denunciado que las amenazas de Estados Unidos contra sus petroleros y buques cisterna son “ilegales, peligrosas y provocativas”, así como una forma de piratería y una gran amenaza para la paz y la seguridad internacional, según recoge Efe.  

“Este nuevo episodio se suma al asesinato del general Soleimani a principios de año y a los enfrentamientos en el Golfo Pérsico de abril. No creo que vaya a ir a más, pero es una señal de que las relaciones entre Estados Unidos e Irán cada vez se recrudecen más”, asegura Alberto Priego, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia de Comillas y especialista en Oriente Medio, en declaraciones a Atalayar.  

Ministro Exteriores iraní

Además de esta misiva, el Ministerio de Exteriores iraní ha convocado este domingo al embajador suizo en Teherán, Markus Leitner, que representa los intereses de Washington ante la ausencia de relaciones diplomáticas entre Irán y Estados Unidos. El viceministro iraní para Asuntos Políticos, Abás Araqchí, ha expresado oficialmente la protesta de la República Islámica durante este encuentro y ha amenazado con dar una “respuesta inmediata y decisiva” a Estados Unidos. “El uso de medidas coercitivas u otro tipo de intimidación por parte de Estados Unidos es una amenaza para el libre flujo de energía, una clara manifestación de piratería y una grave violación del derecho internacional”, ha señalado Araqchí.  

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha planteado ampliar las sanciones contra el régimen iraní por suministrar hidrocarburos a Venezuela, sumida en una grave crisis económica y social que se ha visto agravada por la irrupción del coronavirus, a cambio de oro, según la agencia Bloomberg. La inflación en Venezuela ha crecido un 80% en abril con respecto a marzo y ha roto la tendencia a la baja que este indicador había mostrado en los últimos dos meses. Con este repunte, la nación vuelve al escenario de hiperinflación que comenzó en noviembre de 2017. 

Bloomberg publicaba a finales de abril que Irán estaba transportando hasta nueve toneladas de oro desde Venezuela hasta Teherán en aviones de la compañía persa Mahan Air como pago de la ayuda que Irán está proporcionando para revivir las fuentes de gasolina paralizadas en Venezuela, según las fuentes consultadas por la agencia estadounidense.  

Lingote de oro Maduro

El representante diplomático de Estados Unidos en Caracas, James Story, ha asegurado que el país presidido por Nicolás Maduro está entregando las reservas de oro del Banco Central de Venezuela a Irán para financiar la reactivación de las refinerías de petróleo de Paraguaná. Estas instalaciones cerraron a finales de enero y pusieron en jaque el suministro interno de gasolina en el país. Hasta enero, los trabajadores rusos de Rosneft habían tratado de reactivar algunas secciones de esta refinería para mantenerla en funcionamiento, pero la compañía ha decidido abandonar finalmente sus operaciones en el país por las sanciones de Estados Unidos. 

Los iraníes han tomado el relevo -aunque todavía no han conseguido poner en marcha las refinerías- y todas las informaciones apuntan a que se estarían cobrando esa labor a cambio del oro que Venezuela está enviando a Irán. Además, el reciente nombramiento de Tareck el Aissami como ministro de Petróleo es una señal de la injerencia iraní en el país. El Aissami, de doble nacionalidad venezolano-libanesa, ha sido identificado como la principal conexión que el Gobierno venezolano tiene con Irán y el grupo Hinzulá. 

Teherán ha negado el envío de ese oro a Irán y ha rechazado las acusaciones “sin fundamento” hechas por Estados Unidos. Venezuela atraviesa una caída en la producción de petróleo y de derivados debido a los fallos que han paralizado varias de sus refinerías, afectadas por las sanciones y la falta de inversión. El sector energético iraní también está muy debilitado por las sanciones impuestas en 2018 por Estados Unidos para prohibir la exportación de crudo iraní. 

Gasolinera de Caracas

Así, tanto Irán como Venezuela están sometidos a sanciones por parte de Washington y las relaciones diplomáticas son muy tensas. De hecho, el país latinoamericano ha acusado a Estados Unidos de estar detrás de los últimos ataques fallidos que se produjeron hace dos semanas para desestabilizar al Gobierno.  

“Estados Unidos lleva tiempo tratando de hacer caer al Gobierno de Nicolás Maduro y la ayuda de Teherán está apuntalando la débil posición de Venezuela. Irán supone una amenaza para Washington mayor que Caracas, pero para los norteamericanos influir en América Latina tiene mucha más importancia que los problemas en Oriente Medio”, expone Alberto Priego. 

Buenas relaciones diplomáticas 

Irán y Venezuela mantienen una relación muy estrecha desde la época del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), cimentada en la oposición a Estados Unidos, que mantiene a ambos países bajo sanciones. El aislamiento internacional al que se ha visto sometida la República Islámica le ha forzado a buscar nuevos socios a nivel internacional. Una de las áreas en las que el régimen ha puesto su atención ha sido América Latina. 

Irán ha aprovechado el rechazo a las políticas de Estados Unidos en el subcontinente americano para establecer nuevas alianzas internacionales. El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, realizó un viaje el verano de 2019 para reforzar lazos con Venezuela, Nicaragua y Bolivia.  

Maduro/Rohaní

Vanessa Neumann, embajadora de Venezuela designada en Reino Unido por el líder opositor Juan Guaidó, llegó a denunciar el pasado mes de diciembre en una entrevista con Al-Arabiya que el grupo pro-iraní Hizbulá controla parte del territorio de Venezuela o el tráfico de drogas. Neumann ya apuntó en aquel momento que el Hizbulá se beneficiaba en Venezuela de la extracción ilegal de oro que posteriormente era trasladado a Turquía e Irán en avión.   

“El régimen iraní, que se define como revolucionario, trata de ampliar su influencia en el resto del mundo. Aunque su capacidad es limitada, lleva tiempo tratando de tejer fuertes alianzas con América Latina como también lo hace en África e, incluso, España”, explica el especialista en Oriente Medio de la Universidad Pontificia.  

Venezuela ha encontrado apoyo en los últimos años en países que se oponen a la hegemonía de Estados Unidos, como Rusia, Irán, Bolivia o Cuba. “A pesar de la devastadora situación económica, los dirigentes venezolanos han conseguido aguantar gracias al gran apoyo popular y a las remesas”, concluye Alberto Priego.  

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