El presidente de Emiratos promete apoyar la seguridad energética mundial en su primer discurso a la nación
El presidente de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed, comienza su andadura en el cargo con un trascendental discurso a la nación marcado por la actual situación de las energías a nivel mundial. Garantizar la seguridad energética y prometer estabilidad y paz en Oriente Medio han sido las líneas más importantes del primer discurso a la nación de Mohamed bin Zayed, desde que tomó el cargo el pasado mes de mayo tras suceder su hermanastro fallecido Jalifa bin Zayed.
“Continuaremos consolidando la posición de Emiratos como un proveedor fiable de energía y en apoyo de la seguridad energética mundial, que es la columna vertebral para permitir el crecimiento económico y el desarrollo global”, expresaba el presidente en un discurso emitido por las principales cadenas de radio y televisión.
Bin Zayed señaló también que Emiratos posee “un sistema económico desarrollado, integrado y sostenible”, y que se había convertido en una fuente de inspiración y esperanza para los demás países del Golfo y de todo el mundo. “La economía de EAU es una de las más poderosas, y continúa creciendo”, señalaba.
Sin embargo, el discurso también trataba los retos para el país con el nuevo mandato de Bin Zayed. La diversificación de la economía, la competitividad, el desarrollo de la ciencia y la tecnología y el apoyo al sector privado son unos de los retos que debe asumir Emiratos en esta nueva hoja de ruta.
En este sentido, Bin Zayed reconocía que la principal senda a seguir era la de continuar con las líneas estratégicas y la amistad con el resto de los países. “Emiratos seguirá apoyando la paz y la estabilidad en nuestra región y en el mundo, y llamará a la sensatez y a la cooperación”, decía aludiendo al papel que jugó el país del Golfo en 2020, el primero en establecer relaciones con Israel.
“Trabajaremos para fortalecer nuestro papel entre los líderes del mundo en la prestación de ayuda humanitaria, y continuaremos extendiendo una mano amiga a las comunidades de todo el mundo sin distinción de religión, raza o color”, concluía el presidente emiratí el discurso que, con apenas doce minutos de duración, esgrimía el futuro a seguir de la nación.
Un discurso marcado también por la novedad. Mohamed bin Zayed, con 61 años, fue elegido presidente del país el pasado 13 de mayo por el Consejo Supremo de la Unión en los EAU, aunque viniera ejerciendo el cargo de facto desde 2016 por el estado de salud de su antecesor, Jalifa bin Zayed.
Estas declaraciones se producen además en un momento crítico para el abastecimiento de energías para todos los países, y en especial para Europa. Esta dependencia de Occidente al gas ruso, crítica tras la invasión de Ucrania, pone a Emiratos Árabes Unidos como un posible suministrador energético. El país del Golfo es uno de los principales exportadores de la OPEP y que cuenta con más de un 6% de las reservas probadas de petróleo.
Una situación que no ha pasado desapercibida en París. El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, lo calificó como “una alternativa temporal al petróleo y al diésel ruso”. País que, por cierto, visitará Bin Zayed el próximo 18 de julio para tratar entre otros asuntos esa propuesta.
Finalmente, el discurso también coincide con la primera visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a Oriente Medio, donde se reunirá en la ciudad saudí de Yeda con los jefes de Estado de Egipto, Jordania, Irak y los líderes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), entre los que se encuentra EAU. La reunión abordará muchos temas, entre los que destaca la posibilidad de que los productores de petróleo en el Golfo aumenten la producción para ayudar a reducir los precios del crudo.
