El presidente egipcio Al-Sisi recibe al general Al-Burhan para fortalecer sus lazos regionales
El general Abdelfatah al Burhan, que de facto gobierna Sudán desde el golpe de Estado del pasado mes de octubre, ha visitado el Cairo este último miércoles de marzo en una visita oficial.
Las sinergias y la cooperación entre el presidente egipcio Al-Sisi y los militares sudaneses siempre ha sido buena. Hay que recordar que un día antes de dar su golpe de Estado en Sudán, Al-Burhan visitó fugazmente el Cairo para obtener el visto bueno del Gobierno de Al-Sisi. Tras el derrocamiento del Gobierno de transición encabezado por Hamdok y las fuertes protestas que sucedieron al golpe de Estado, la junta militar sudanesa ha buscado aliados regionales y árabes, a la vez que ha desconfiado de Occidente y de las Naciones Unidas, que han fracasado en su intento de mediar para una transición pacífica y democrática en Sudán.
Los militares de Al-Burhan, que siguen prometiendo llevar a cabo una transición civil y democrática, parecen favorecer la intervención de Arabia Saudí y Egipto. A su vez, la mano derecha de Al-Burhan, el general Mohamed Hamdan Dagalo “Hemedti” visitó Moscú a finales del mes de febrero de 2022.
Las visitas a Moscú y El Cairo y Riad tienen un elemento clave en las relaciones con Sudán: asegurar un control y estabilidad en el mar Rojo. Desde 2019 Rusia plantea un proyecto de base naval en Sudán para operar en el mar Rojo. Dichos planes fueron suspendidos en abril de 2021 , pero la visita de Hemedti a Rusia podría haber vuelto a poner ese plan sobre la mesa. Rusia tendría así su base en Port Sudan, paralela a las bases militares de los países occidentales más al sur, en Djibouti.
La visita de Al-Burhan a El Cairo ha, sin duda, tratado el tema de las bases militares en las costas sudanesas. El Cairo, principal potencia militar de la región, considera que la presencia militar rusa en el mar Rojo es un peligro para sus intereses, esencialmente en lo que respecta al canal de Suez, y por ello está en su máxima prioridad mantener al gobierno de Sudán de su lado.
Fuentes de la seguridad egipcia habrían indicado al medio panarabista Al-Arab que El Cairo teme “que las operaciones terroristas llevadas a cabo por la milicia hutí en Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí se conviertan en una amenaza posterior para la navegación en el mar Rojo y provoquen un conflicto regional mayor”. Por lo que no acercarse a Rusia parece la vía más estable para El Cairo. La entrada de Rusia en el mar Rojo podría efectivamente complicar mucho la estabilidad regional, por la confluencia entre Moscú e Irán, y los roces con Occidente y sus bases en Yibuti.
En la semana anterior a su visita, el Gobierno de Al-Burhan modificó la ley sudanesa para que todos los procesos legislativos que hagan referencia a las líneas costeras y aguas de soberanía sudanesa debían pasar por el Ministerio de Defensa. Esta nueva disposición legal en Sudán permite un mayor control a las Fuerzas Armadas de sus aguas, y es de esperar que dicho control por el mar Rojo responda a los intereses de Egipto, como prueba de la cooperación entre Al-Burhan y Al-Sisi.
Tras la visita oficial, Al-Sisi y Al-Burhan ofrecieron una comparecencia conjunta ante los medios de comunicación en la que ambos líderes expresaron sus buenas relaciones y las intenciones de seguir colaborando estrechamente para mejorar la economía y el desarrollo de ambos países, así como también desean colaborar en el ámbito militar.
Sudán ha llevado a cabo importantes maniobras militares junto con Egipto en este sentido, y comparten un gran caudal de inteligencia. En lo que respecta a la infraestructura, desean poner en marcha líneas de alta tensión eléctrica comunes y vías de tren inter-fronteras.
El entendimiento y la colaboración natural entre Egipto y Sudán viene dado por un factor geográfico eterno, que es el Nilo. Es algo que se refleja en las relaciones de Egipto con todos los países más arriba del gran río. Uganda, Kenya, Burundi o Ruanda. En lo que al Nilo refiere, Sudán y Egipto pueden establecer un frente común ante Etiopía en las negociaciones sobre la Gran Presa del Renacimiento, en el Nilo Azul.
