El presidente Kaïs Saied desmantela el máximo órgano judicial de Túnez
Desde el golpe constitucional de julio, el presidente tunecino Kaïs Saied ha ido desmontando de forma paulatina la arquitectura institucional del país. Una polémica hoja de ruta que encontró el sábado un nuevo objetivo: el Consejo Superior de la Magistratura, el máximo órgano judicial de Túnez. De carácter independiente, su cometido es el del nombramiento de los jueces, y era uno de los blancos habituales de las críticas del presidente.
Saied, jurista y experto en derecho constitucional, publicó un vídeo a altas horas de la madrugada del sábado en que cargaba contra los miembros del organismo por estar “en connivencia con los criminales”. “El Consejo Superior de la Magistratura se ha convertido en una institución en la que se venden puestos y el movimiento judicial se establece en base a lealtades”, apuntaba el presidente antes de definir al órgano como “parte del pasado”.
El jefe de Estado, acompañado por varios ministros, avanzó que en los próximos días emitiría un decreto concerniente al Consejo Superior de la Magistratura. Un imperativo legal que disolvería el órgano, al que Saied califica de corrupto y acusa de haber ralentizado ciertos procedimientos, entre los que se cuentan los asesinatos de los dos líderes políticos izquierdistas en 2013, atribuidos a cuadros simpatizantes del partido islamista Enhada.
Ante las amenaza de disolución, el presidente del órgano principal de Justicia tunecino, Youssef Bouzacher, se pronunció el domingo para rechazar de plano la decisión de Saied. Este subrayó que no existía ningún mecanismo legal incluido en la Constitución que permitiera desmontar el Consejo Superior de la Magistratura, y agregó que de las palabras del presidente no se deducía el desmantelamiento de un órgano dedicado a garantizar el buen funcionamiento del poder judicial y su independencia, según la Carta Magna.
Sin embargo, el presidente Saied gobierna sin tener en cuenta los preceptos constitucionales desde julio, cuando disolvió el Parlamento, cesó en masa al Gobierno encabezado por Enhada y se arrogó plenos poderes. Una decisión que tomó en base al artículo 80 de la Constitución de 2014, que él mismo ayudó a redactar, haciendo uso de una interpretación controvertida y sobre la que se saltó varios puntos.
El Consejo Superior de la Magistratura, compuesto por 45 expertos juristas, fue creado dos años después de la adopción de la Constitución. El presidente dio la semana pasada los primeros pasos para reducir al mínimo la capacidad del órgano mediante la eliminación de subvenciones y fondos al Consejo y sus miembros, según recogió AFP.
Las calles de Túnez atestiguaron el domingo varias manifestaciones de distinto signo a tenor de la decisión del presidente Saied de disolver el Consejo Superior de la Magistratura. Fueron en su mayoría los partidarios del profesor de derecho constitucional de 63 años los que coparon las protestas desde la sede del Tribunal y desde otros puntos del país, en unas marchas que coincidieron con las del aniversario del asesinato de Choukri Belaid, uno de los dos políticos asesinados en 2013.
Por su parte, el fundador y líder de Enhada, Rachid Ghanuchi, convocó a sus afiliados para protestar en contra de la decisión de Saied por “las violaciones de los derechos y libertades” y por las precarias condiciones de vida de la ciudadanía. Condiciones que precisamente no mejoraron durante la etapa de Gobierno de los islamistas, que estuvieron en el poder de forma ininterrumpida desde 2011.
El que fuera presidente de la Cámara, Ghanuchi, hizo además un llamado a combatir el “mandato de una sola persona” y al retorno de la normalidad institucional. En este sentido, el presidente Saied prorrogó en diciembre la suspensión del Parlamento hasta las próximas elecciones, que fijó para el 17 de diciembre de este año. Este proceso traerá consigo un referéndum constitucional previsto para el 25 de julio.
