El clima político del país continúa crispado tras la derrota contra Azerbaiyán en Nagorno-Karabaj el año pasado

El primer ministro de Armenia denuncia un intento de golpe de Estado

Tigran Mehrabyan, Servicio de Prensa del Primer Ministro armenio/PAN Photo vía AP - El primer ministro de Armenia ha hablado de un intento de golpe militar tras enfrentarse a la exigencia del Estado Mayor del Ejército de dimitir

El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, ha destituido al jefe del Estado Mayor del Ejército tras un comunicado emitido por cerca de 30 comandantes que pedían la dimisión del Ejecutivo al acusarles de “no ser capaces de adoptar decisiones razonables”. 

“Considero el comunicado del Estado Mayor como un intento de golpe de Estado militar”, acusó Pashinián a través de su cuenta de Facebook, al tiempo que ha pedido a sus seguidores congregarse en la Plaza de la República en Ereván, la capital del país para rechazar la intentona golpista.

Las Fuerzas Armadas aludieron en su comunicado a que han “tolerado con paciencia los ataques por parte del Gobierno destinados a difamar a las Fuerzas Armadas”, pero aseguraron que “todo tiene sus límites”, y acusaron de paso al Gobierno de cometer “graves errores en política exterior”.

Una clara alusión al conflicto en Nagorno-Karabaj que enfrentó a Armenia y Azerbaiyán desde septiembre del año pasado hasta el cese de los combates el 10 de noviembre, tras un acuerdo que supuso la pérdida de parte del territorio armenio en dicha región, que, aunque estaba bajo soberanía azerí, se autoproclamaba independiente. 

El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, se reúne con sus partidarios en la Plaza de la República, en el centro de Ereván, el 25 de febrero de 2021

Lo que de facto fue una derrota para Armenia no solo crispó al Ejército sino también a la oposición que lleva exigiendo la renuncia del Gobierno desde hace más de tres meses.

“El Ejército siempre ha estado con el pueblo, igual que el pueblo está con el Ejército”, reza otra parte del comunicado militar.

El primer ministro por su parte asegura que los militares “tienen que responder” a las preguntas de la sociedad para conocer la “verdad sobre la guerra” que costó más de 4.000 vidas al país. “Hay generales a los que no les gusta que la gente pueda hacerles preguntas”, dijo.

Nagorno-Karabaj lleva siendo un territorio en disputa desde 1988. Armenia controlaba parte del territorio desde su victoria en la anterior guerra (1992-1994), tras la que ambos países acordaron un alto al fuego que se ha roto en varias ocasiones, aunque siendo el conflicto de 2016, que tuvo una duración de cuatro días, el único reseñable. La región a pesar de estar inserta en territorio azerbaiyano, está poblado por personas de etnia armenia. 

El conflicto desatado entre septiembre y noviembre de 2020, en total, dejó 5.500 militares muertos de ambos bandos y unos 150 civiles, según fuentes oficiales. El presidente ruso, Vladimir Putin, jugó un papel destacado en el acuerdo de paz, que deja a Azerbaiyán el control de más de dos tercios del territorio, a pesar de que se había declarado independiente en tres ocasiones tras la celebración de referéndums en 1991, 2006 y 2017, que sin embargo no fueron reconocidos por la comunidad internacional. 

El líder armenio Nikol Pashinián acusó a los militares de un intento de golpe de Estado e instó a sus partidarios a salir a la calle el 25 de febrero, tras meses de tensiones por su gestión de la guerra del año pasado con Azerbaiyán
Una crisis que se viene cociendo desde hace meses

Desde la firma del acuerdo se han sucedido numerosas protestas en las calles del país. Pashinián argumentó que era necesario acabar con un conflicto que estaba dejando miles de fallecidos. Sin embargo, la oposición le reprochó no haber cesado antes las hostilidades, cuando los términos del acuerdo podían haber sido más beneficiosos para Armenia.

Las protestas se reanudaron hace unos días cuando opositores bloquearon las calles de Ereván y paralizaron el tráfico al grito de “Nikol, traidor”. La oposición hacía tiempo que le había dado un ultimátum y llegaron a ofrecer al ex primer ministro Vazgen Manukyan como posible jefe del Ejecutivo interino hasta la celebración de nuevas elecciones. 

La tensión entre partidarios y detractores del primer ministro prometen seguir dividiendo al país. Los pasos que de el Ejército en las próximas horas será crucial para saber si finalmente se produce el golpe denunciado por Pashinián. 

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