Con 14 años y 227 días, el pívot de Mali debutó en la ACB con el Fuenlabrada ante el Real Madrid y rebajó la marca de juventud de Ricky Rubio

El prodigio Bagayoko, entre la ACB y la NBA

photo_camera PHOTO/ACB - Bassala Bagayoko, jugador del Urbas Fuenlabrada

Con la crisis llegan las oportunidades. La necesidad agudiza el ingenio en el mundo del deporte. Florentino Pérez reclama más dinero para seguir gastando lo que no tiene. Se inventa un torneo con el que seguir ordeñando la vaca del fútbol. En el baloncesto las cosas no son tan deslumbrantes. La ACB sobrevive al bajón de audiencias de los últimos años y capea el temporal de la COVID como puede. Real Madrid y Barcelona no tienen tantos problemas económicos, pero el resto de los equipos sufre con las gradas vacías. 

#RubioYDoncic

Fuenlabrada pelea por seguir en la ACB. Las lesiones y las bajas por coronavirus hacen que su entrenador Josep María Reventós haya tenido que poner en pista a un adolescente de 14 años y 2,02 metros de altura. Dos puntos y dos rebotes en 10 minutos le hicieron pasar a la historia del baloncesto nacional. Bassala Bagayoko rebajó el récord de Ricky Rubio (14 años, 11 meses y 28 días) y el de Luka Doncic (16 años y dos meses). Dos nombres que no tardaron en dar el salto a NBA y mantenerse en la élite del mejor baloncesto del mundo. 

#SinMiedo

Atentos a las declaraciones de su entrenador tras el partido ante el Real Madrid. "Lo hemos mantenido 10 minutos porque ha entrenado muy bien, no tenía miedo. A partir de ahora tenemos que seguir cuidándole como el club lo está cuidando, que sus entrenadores sigan tratándole como le están tratando e ir poco a poco con él”. 

Las palabras de Reventós lo dicen todo. Bagayoko no tenía miedo. A Bagayoko lo están cuidando mucho en su club. Su primera virtud le hace disfrutar en la pista y perder el respeto a rivales que están a otro nivel deportivo y económico. El segundo apunte indica que el Fuenlabrada no quiere que con 14 años Bassala pierda el norte y se desenganche del baloncesto. Comparte piso, estudia en un Instituto cercano al pabellón del Arroyo y tiene un tutor porque, recordemos, con 14 años la vida está por descubrir. 

#Minicopa2019

Bagayoko llegó de Bamako (Mali) a España en 2018. Empezó jugar en el Santa Lucía Basket de las islas Canarias. El Iberostar Tenerife le invitó a disputar el Campeonato de España Infantil y la Minicopa de 2019. En la temporada 19/20 viajó a Madrid para jugar en el Baloncesto Alcalá. Un año más tarde ingresó en la cantera del Fuenlabrada. El equipo junior y el de la liga EBA se le quedaban pequeños, son necesarios para su formación, pero el cuerpo le pide ACB. 

Bassala Bagayoko canterano del  club Urbas Fuenlabrada debuto en la ACB en un partido contra el Real Madrid PHOTO/ Departamento de Comunciación del Urbas Fuenlabrada/ Alba Pacheco.

#Presión

La primera experiencia del maliense será la de sostener al Fuenlabrada en ACB. Reventós tendrá que valorar si su juego beneficia al equipo para ir sumando minutos. En la otra parte de la balanza está la opción de ponerle demasiado peso sobre su espalda, mucha presión y que Bagayoko se diluya.

#BasketMali

Algo pasa con el baloncesto de Mali. Su selección fue subcampeona del mundial sub19 de Grecia que se disputó en 2019. Perdió contra EEUU en la final 93-79. El equipo africano logró ganar el primer y el último cuarto, aguantó bien el partido gracias a los 17 puntos de Abdoul Karim Coulibaly que ya mira de frente a la NBA en el baloncesto universitario en la Universidad de Pittsburgh. 

#Doumbia

Amadou Doumbia es el otro nombre propio del baloncesto español. Otro compatriota de Bassala Bagayoko que juega en Zentro Basket Madrid de la LEB Plata donde debutó en 2019 con 14 años. El propósito del equipo madrileño es no mercantilizar con el jugador. Quieren formarle y que dé el salto a otro club. El Real Madrid lo intentó, pero por un tema contractual no pudo cerrar su fichaje, aunque no le pierden la pista. 

#NBA

Los prodigios del baloncesto africano se forman en Madrid. Bassala Bagayoko y Amadou Doumbia son diamantes en bruto a los que sus clubes deben ir dando forma por dentro y por fuera. Pulir los detalles deportivos y vigilar su adolescencia para que se ganen la vida con el baloncesto. La NBA es el objetivo, como no. En Europa hacen seguimiento exhaustivo de todos los jugadores que destacan en sus clubes. Hay entrenadores que trabajan para franquicias NBA que controlan a quienes destacan para el sueño de un futuro draft. 
 

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