La ofensiva rusa en Ucrania ha puesto de manifiesto la excesiva dependencia energética de Europa con respecto a los hidrocarburos rusos

El proyecto MidCat revela los límites de la solidaridad europea

PHOTO/REUTERS - España quiere ahora relanzar el proyecto de interconexión gasística con Francia, sobre todo porque ha sido aprobado por la Comisión Europea

Lanzado en 2013 por España y Portugal para permitir a la península ibérica vender el gas que importa a toda Europa central, el proyecto de gasoducto MidCat -que se supone que se extiende a lo largo de 200 kilómetros para conectar Hostalric, al norte de Barcelona, con Barbaira, frente a la costa de Carcasona, en Francia- fue relegado y luego abandonado en 2019 con diversos pretextos, como que el proyecto no cumplía las promesas esperadas de seguridad de suministro y viabilidad económica, o que había demasiada oposición de las asociaciones locales de protección del medio ambiente.

Ante la necesidad de liberarse del gas ruso, España quiere ahora relanzar el proyecto de interconexión gasística con Francia, sobre todo porque ha sido aprobado por la Comisión Europea. Sin embargo, el proyecto MidCat parece ahora congelado y ha cristalizado ciertas tensiones entre los europeos.

Por un lado, España es partidaria de relanzar el proyecto, como lo demuestra la ministra española de para la Transición Ecológica, que declaró el 12 de agosto que las obras del proyecto MidCat en la parte española podrían estar terminadas en "ocho o nueve meses" y que permitirían el desarrollo de futuras infraestructuras de transporte de hidrógeno. El periódico español La Vanguardia escribe que "La Generalitat -el gobierno autónomo de Cataluña- lo ha estado pidiendo durante meses. Madrid ya está preparada para reanudar las obras que han quedado en suspenso. A Francia le corresponde hacer su parte”.gasoducto

De hecho, este proyecto enfrenta principalmente a España con Francia, que lo percibe como un proyecto que beneficiaría principalmente a los alemanes. El investigador Thierry Bros explica que Francia no tiene por qué invertir en un proyecto cuyos principales beneficiarios serían los alemanes. Nos recuerda que "nosotros (los europeos) no somos vasallos de Berlín".

Bros cree que este proyecto serviría principalmente a Alemania, que depende en gran medida de los hidrocarburos rusos y se encuentra actualmente en mayor desventaja que otros Estados miembros de la UE. El investigador Thierry Bros cree que el actual canciller alemán, Olaf Scholz, "sólo puede culparse a sí mismo y a las malas decisiones tomadas por los sucesivos gobiernos alemanes desde la llegada al poder de la excanciller Angela Merkel".

En general, el Gobierno francés se muestra impasible ante el asunto, y el Ministerio de Ecología, Energía y Territorio declara que "no hay comentarios que hacer" sobre el asunto, ya que el proyecto es "inviable por su desinterés circunstancial en estos tiempos de crisis"

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