La máxima autoridad judicial del país ha cancelado la cláusula de ley que permitía el cierre de los medios

El Tribunal Supremo de Turquía afirma que el cierre de medios de comunicación por parte del Gobierno es inconstitucional

photo_camera PHOTO/PRESIDENCIA DE TURCA via AP - El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, habla con los medios de comunicación

El país presidido por Recep Tayyip Erdogan se ha visto envuelto en numerosos escándalos relacionados con la libertad de expresión y el cierre arbitrario de ciertos medios de comunicación de Turquía. Mientras él negaba cualquier tipo de coerción y continuaba cerrando organizaciones de medios, el Tribunal Supremo turco, máxima autoridad judicial del país, tras un exhaustivo estudio de los procedimientos llevados a cabo por el Ejecutivo, ha dictaminado que el mecanismo con el que hasta ahora contaba el Gobierno para el cierre de medios por instrucciones desde los diferentes ministerios es una “cláusula inconstitucional” que ya ha sido cancelada por el tribunal. 

“La presencia de la citada cláusula dentro de los artículos de la ley hizo norma imponer restricciones a la libertad de expresión y prensa mediante el cierre de instituciones privadas de radio y televisión, periódicos, revistas, editoriales y casas de distribución”, ha afirmado el Tribunal Supremo. Lo que era un secreto a voces, por fin pasa a tener sus consecuencias legales, que, si bien defienden de una vez por todas la libertad que Turquía lleva años cohibiendo, quizá no haya sido todo lo rápida que la sociedad turca demandaba. El tribunal añadió que “una sociedad democrática se basa en el pluralismo, la tolerancia y la apertura. Restringir este derecho en una sociedad democrática depende sólo de la existencia de razones imperiosas”, un hecho que hace tiempo brilla por su ausencia dentro de las fronteras de Turquía. 

Según el informe ‘Libertad de prensa 2020’, elaborado por el opositor Partido Republicano del Pueblo, la situación de los medios de comunicación ha empeorado en el último año marcado por la pandemia de la COVID-19. Aun teniendo en cuenta que todas las noticias relacionadas al virus creaban mucha desconfianza debido a la inmensidad de fake news y artículos de desinformación que circulaban y siguen circulando por las redes, el pasado 2020 fue un año peor en cuanto a la represión contra medios y periodistas por parte del Gobierno de Erdogan. Las medidas de represión fueron mucho más severas y hasta “97 periodistas presentaron sus renuncias durante 2020 debido a la censura impuesta a los periódicos, mientras que otros periodistas no encontraron una prensa o medio de comunicación donde trabajar”, indica el informe. 

Fotografía de archivo, manifestantes sostienen carteles en los que se lee "El periodismo es el seguro de la democracia" y "Si se detiene al periodista, no se sabrá nada de las noticias" en Estambul el 9 de septiembre de 2020

Los números son aterradores y demuestran una libertad de expresión que hace años dejó de estar presente en Ankara. Se han presentado 361 demandas contra periodistas en 2020 y 86 de ellos han sido detenidos. Lo que en un país democrático hubiese sido impensable, en Turquía era, hasta ahora, una práctica de lo más habitual para poner freno a las críticas que recibía desde diversos sectores el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan. Dentro de los aspectos más criticados desde los medios que eran rápidamente cerrados por instrucciones ministeriales, destacaba la situación económica que atraviesa el país y que continúa lastrando la situación financiera de este. 

A pesar de que se haya dado un importante paso en la defensa de la libertad de expresión, la realidad es que los esfuerzos por lograrla no deben cesar. Según un informe de Reporteros Sin Fronteras publicado hace apenas dos meses, hasta el 90% de los medios de comunicación están ya controlados por el Gobierno de Erdogan. Es decir, aunque se haya puesto fin al cierre indiscriminado de los medios que se oponía a la doctrina única impuesta por el Ejecutivo turco, son muy pocos los que han sobrevivido y no están ya bajo el estricto control del Gobierno.  La organización de prensa francesa reveló en su día que, durante el pasado año 2020, hasta 1.358 noticias fueron eliminadas debido a fallos emitidos por el tribunal turco contra los medios locales. 

Estudiantes de la Universidad de Bogazici protestan contra el nombramiento de un nuevo rector por parte del presidente Tayyip Erdogan, en Estambul

Con la publicación de ese informe, el líder del Sindicato de Periodistas Turcos (TGS), Gökhan Dormus manifestó que “el Consejo Supremo de Radio y Televisión (RTÜK) y la Autoridad de Publicidad en Prensa (BİK) están trabajando para castigar a los medios con órdenes del Gobierno, y tenemos muchos ejemplos. Impusieron multas el pasado mes de enero a periódicos independientes, incluido el diario Evrensel, además de impedirles publicar anuncios durante un período de tres días”. Ya entonces la indignación era máxima en una sociedad turca que ahora celebra la decisión del Tribunal Supremo, y que espera poder acercarse a la verdadera libertad de expresión.  

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