La libra ha experimentado una caída acelerada después de las elecciones legislativas celebradas el 15 de mayo

El valor de la libra libanesa cae a niveles históricos

photo_camera AP/HUSSEIN MALLA - La libra libanesa ha alcanzado un mínimo histórico

La libra libanesa ha caído a niveles de récord este jueves superando las 35.000 unidades por dólar en el mercado negro. El valor de la divisa libanesa se ha desplomado de manera gradual desde las elecciones legislativas celebradas en el Líbano el pasado 15 de mayo. Paralelamente, en el mercado legal de divisas, la libra ha mantenido casi inmutable su valor, que se mantiene en las 1.500 libras por cada dólar.

La moneda libanesa cayó después de conocer los resultados de las elecciones celebradas hace apenas once días, en las que ninguno de los bloques ha obtenido la mayoría suficiente para gobernar. Esta situación hace prever que será una legislatura difícil y que tendrá un comienzo dilatado en el tiempo debido a las complicaciones para formar Gobierno. Actualmente el Líbano ya se encuentra bajo el mando de un Gobierno interino provisional que busca un traspaso rápido del poder para facilitar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Manifestantes en la capital libanesa, Beirut AFP/ANWAR AMRO

Para la población y los actores internacionales, estas elecciones se veían con optimismo ya que se esperaba que fueran una oportunidad para las demandas de las protestas celebradas en el país en 2019. Entre las peticiones de los manifestantes se encontraban el fin del sectarismo político y de las élites que llevan gobernando el país desde que terminó la guerra civil libanesa.

Como consecuencia de la mala situación económica y social en la que se encuentra el Líbano, durante el otoño de 2019 se organizaron manifestaciones y protestas populares que conforman la llamada “revolución de Whatsapp” y que culminaron con la salida del Gobierno del primer ministro Saad Hariri. A pesar de su aparente éxito, las movilizaciones se disolvieron debido a las discrepancias internas y la represión por parte de las fuerzas del orden. A esta situación hay que sumarle la difícil situación provocada por la COVID-19 a principios del año 2020 y que se utilizó por parte de las élites para acallar las protestas.

Una crisis que se alarga en el tiempo

Durante los dos últimos años el país mediterráneo se ha enfrentado a distintos retos que han empeorado su maltrecha situación económica. La libra se ha depreciado en más del 100% con respecto al dólar, y la inflación en el país alcanza ya el 150%. A la mala situación económica hay que sumarle la pandemia provocada por la COVID-19 y la explosión en el puerto de Beirut que destruyó la mitad de la ciudad y dejó totalmente inutilizables las instalaciones portuarias. Este hecho es especialmente grave para un país que vive del comercio marítimo.

Protestas en el Líbano AFP/ANWAR AMRO

El Líbano atraviesa una preocupante crisis, después de los últimos años el 50% de la población se encuentra bajo el umbral de la pobreza y el 20% sufre de pobreza extrema, lo que provoca que la curva del hambre en el país no deje de crecer. Mientras tanto, la población se enfrenta a la escasez de alimentos, de carburantes, electricidad y medicamentos. A pesar de esta situación el Gobierno no ha tomado medidas para cambiar la situación.

Ayuda exterior con sus propios objetivos

Distintos actores internacionales se han ofrecido para intentar desbloquear la situación en la que se encuentra el Líbano, con la intención de conseguir una posición de influencia derivada de las actuaciones que realicen en el país mediterráneo. Se espera que, como consecuencia, el Líbano se convierta en un país al servicio de las grandes potencias regionales e internacionales.

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